La Cámara de Comercio e Industria de Acarigua – Araure (CCIAA), brindó su apoyo a los pequeños y medianos comerciantes de Araure, quienes –junto a un grupo de abogados- sostuvieron una asamblea en aras de discutir estrategias y acciones a seguir ante la voracidad fiscal que reina en el municipio, tras la aplicación de seis ordenanzas en materia tributaria aprobadas por los concejales.
Debido al cobro de montos exorbitantes en impuestos, calculados por la Alcaldía de Araure según la tasa del Petro, los trabajadores de la economía formal decidieron organizarse a fin de buscar una solución y evitar cerrar las santamarías.
“Somos obedientes a las obligaciones tributarias, no nos oponemos a pagar, pero no puede ser que para establecer los tributos no se tome en cuenta la capacidad financiera de los contribuyentes; eso es totalmente ilegal”, dijo Gioconda Rivas, presidenta de la Cámara de Comercio.
También, recordó que la moneda legal de circulación nacional, de acuerdo a la Constitución, es el Bolívar y no el Petro, por lo cual –reiteró- pagar las tasas de impuestos municipales anclados a ese criptoactivo, “va en contra de las leyes”.
Rivas sostuvo que esta situación lo que hace es incrementar la desaparición de empresas y comercios en el país, pues atenta aún más contra la producción, la libertad económica y el emprendimiento.
Por ello, pidió al alcalde Primitivo Cedeño derogar esas ordenanzas y brindar soluciones los comerciantes, “porque no se tienen los recursos para pagar esos impuestos”.
Igualmente, indicó que este problema no es exclusivo de los comerciantes, sino también de los dueños de inmuebles y de la sociedad civil en general, puesto que para realizar trámites como la emisión de cédulas catastrales, tienen que cancelar montos exagerados.
Al término de la asamblea, los presentes acordaron solicitar formalmente las copias certificadas de las ordenanzas municipales en materia tributaria, y crearán una comisión de trabajo que se encargará de gestionar ante los organismos las acciones correspondientes en rechazo a la voracidad fiscal.
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