Estimados ciudadanos Carlos Alaimo y Gustavo Azocar: He recibido por las redes sociales su amable y respetuosa comunicación pública dirigida a mi compañera de luchas, María Corina Machado y a éste suscrito. Me ánimo a responderles a título personal, pero en el entendido de la comunión notoria de ideas y postulados entre nosotros.
Sobre la exhortación que nos hacen a explicar ¿por qué no avalaremos diálogos falsos, ni elecciones amañadas, como las que ha organizado el régimen después de diciembre de 2015?, Uds. me ahorran esa tarea ya que en la introducción de su comunicación, Uds. mismos anotan, de forma inequívoca, las razones para no caer en otra trampa fraudulenta montada por esa narcotírania que usurpa los poderes públicos. Sólo agrego que el artículo 72 constitucional es clarísimo: se revocaran a funcionarios que desempeñen cargos públicos de origen popular y legítimo, como muy bien lo explican en su misiva, Uds. mismos, ese no es el caso de Maduro.
Respecto a las elecciones regionales no hay condiciones porque no hay democracia y en consecuencia el voto no produce resultados transparentes.
Nuestra posición sigue siendo la misma que hemos detallado una y mil veces: organizar nuestras fuerzas civiles y militares adentro y afuera. Contar con una dirección política con estrategia y objetivos definidos, un comandante libre de infiltrados y traidores capaz de canalizar el extraordinario respaldo internacional con que contamos. Para algo deben servir las amargas experiencias de los 13 diálogos fallidos que sólo le han servido a la narcotirania para ganar tiempo, al mismo tiempo que desmovilizan a la gente y desmoralizan a la dirigencia.
Con relación a los intentos revocatorios del 2004 y del frustrado del 2016, la lección debería servir para “no tropezar otra vez con la misma piedra”. Otros capítulos desengaño han sido las elecciones fraudulentas del 2017, del 2018 y las últimas de diciembre de 2020, en las que Maduro se dio un parlamento a su antojo, con el doble de diputados a sabiendas de que ahora hay más de 6 millones de venezolanos fuera del país.
Se despide de Uds., fraternal y con nuestro espíritu de solidaridad, Antonio Ledezma
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