«Es mejor fracasar por atreverse a triunfar que no triunfar por temor a fracasar».
Anónimo
La capacidad de ser tolerante, conciliador, paciente, equilibrado y tener un alto sentido de responsabilidad son virtudes que no son fáciles de conseguir en cualquier persona. Cuando el río suena, en nuestro país los sectores opositores siguen cayendo en el baile del cangrejo. Están dando un paso adelante, pero tres hacia atrás, sin avanzar.
Permanecen aletargados, desaprovechando, desperdiciando y desgastando oportunidades que agotan el tiempo sin lograr la anhelada unidad.
No soy brujo, adivino, ni nada cercano a eso. Sin embargo, considero que la salida de Omar Barboza Gutiérrez de la secretaría ejecutiva de la Plataforma Unitaria Democrática, PUD, cargo que dejó sólo días atrás, debe tener muchas interrogantes que desconocemos los venezolanos.
Su condición de dirigente político ponderado, serio, conciliador, lleno de mucha paciencia –expresada en sus apariciones en los medios–, entre otras, revelan que hasta en él, seguramente la tolerancia debe tener un límite.
Esto sucede cuando a lo externo de la PUD el convencimiento de la gente es que a esa instancia la han convertido en algo «buena para nada».
Una especie de institución donde están más pendientes de las órdenes que reciben desde afuera. Se concentran más en esto que en la responsabilidad esperada. No es necesario ser un erudito en el tema político venezolano. La percepción en la gente es que la oposición, donde entran justos por pecadores, en la mayoría de las veces, por ejemplo, los llamados a la abstención alejan y distancian triunfos o victorias que le han sido «regaladas» al gobierno chavista.
Claro, sin desconocer que no es fácil confrontar a un adversario que no juega limpio, es ventajista y abusa del poder del Estado. Buscan perpetuarse por los siglos de los siglos si lo permitimos. El proceso electoral del 28J de 2024 es el último episodio donde la mayoría de los venezolanos votamos por Edmundo González Urrutia.
Sin embargo, él «no ganó» según el CNE y un dictamen del TSJ.
Esa es una verdad inocultable. También lo son los errores que en la oposición venezolana se han cometido. Ni siquiera asumen la responsabilidad de admitir la «metida de pata» cuando embarcan a la nación a la inmovilización y optan a llamarnos a abstenernos.
Cada vez que eso pasa ¿quién gana? ¿Ganamos algo, no creo?
Duele decirlo, pero ahí están los hechos en 2005, 2018, 2020 o 2021 cuando los llamados a no votar rebasaron la inteligencia humana. Eso no pasó en 2015 cuando en la unidad imperó la cordura, coherencia y la sensatez que permitió ganar terreno a la participación ciudadana. El gobierno fue sorprendido en su desgaste, que hoy es superior.
Esto se confirmó claramente el 28J de 2024 cuando se reafirmó de qué lado están los votos.
Quizá a algunos «líderes» no les guste que eso se diga. Quien disienta dentro o fuera de la línea de los «líderes» de los partidos, o simplemente el ciudadano de a pie, le espera un martirio peor que el vivido por San Sebastián.
Según la historia religiosa, por no negar su condición de cristiano, su cuerpo fue agujereado a flechazos. No conforme con que no moría, su muerte la provocaron a garrotazos y su cuerpo lo echaron a una cañería.
Son muchos, a lo mejor no muy santos para algunos. A Henrique Capriles, Manuel Rosales, Andrés Caleca, Ramón Guillermo Aveledo, Ángel Lombardi, Jesús Seguías, Fernando Mires, Carlos Raúl Hernández, Simón Calzadilla, entre otros, por disentir y no estar de acuerdo con el llamado a abstenernos en las elecciones del 25 de mayo. Ellos, claro, no les pasará lo mismo que a San Sebastián.
Sin embargo, el aniquilar o esmechar político no es tan sanguinario contra ellos como le sucedió al Patrono de Maracaibo y San Cristóbal.
En cambio, es más moderno a través de las redes sociales. María Corina Machado, Juan Pablo Guanipa o muchos de los «próceres de la libertad» que estando fuera del país, ordenan e instruyen a su tropa comunicacional y a los guerreros del teclado.
Ellos descargan su artillería descalificadora y demoledora contra cada uno de ellos dentro de la misma oposición.
Seguramente, Omar Barboza Gutiérrez, defensor de la ruta electoral y del valor del voto, sintió que su papel al frente de PUD llegaba a su final. Se dio cuenta de esto porque «esa estrategia y ese plan se desarrollaron durante más de dos (2) años llenos de dificultades y obstáculos».
Esto se pudo superar gracias a la Unidad, culminando con el triunfo histórico del 28 de julio de 2024. Este triunfo significó un logro para el pueblo venezolano que está con el cambio político».
La PUD está conformada por los partidos AD, Copei, VP, UNT, Convergencia, Causa R, Encuentro Ciudadano, MPV, Proyecto Venezuela y PJ. Según los estatutos, el secretario ejecutivo sólo convoca las reuniones, dirige el debate, opina y trata de lograr acuerdos, pero no tiene derecho al voto.
Esa debe ser una poderosa razón de su salida.
Esto se dio después de que, semanas atrás, antes de que la PUD anunciara si estaba o no de acuerdo en participar el 25M, la propia María Corina Machado y Edmundo González Urrutia dijeron que «no vamos a ir».
Ellos aseguran que «no vamos a participar en las elecciones que está llamando el régimen».
A buen entendedor sobran las palabras. Además, otro irrespeto a la autonomía que se supone tiene esa instancia colegiada es haber escuchado decir a Juan Pablo Guanipa que en la Plataforma Unitaria Democrática se «hace lo que diga María Corina».
«Ante esta,» dice en la carta de su renuncia, «nueva etapa de la lucha por restablecer la democracia, no ha sido posible crear las condiciones políticas para enfrentar esta difícil situación unidos. No se alcanzó una misma estrategia y un plan consensuado, como lo hicimos al inicio de nuestra actuación como Plataforma. Esto hizo posible el triunfo del 28 de julio».
«Eso,» afirma, «es así, a pesar de que al presentarse esta situación en la Plataforma Unitaria, hemos hecho importantes esfuerzos. Estos esfuerzos han sido para considerar ese asunto dentro de un debate de altura. Sólo logramos el acuerdo de tratar con respeto las diferentes opiniones. Esto derivó en que la mayoría de los partidos hiciera pública su posición por separado, lo cual es su derecho. Sin embargo, debilita la posibilidad de una posición común».
En resumen, creo que el futuro de la PUD le pasará en lo sucesivo aquello del refrán que dice que «por más que te tongonees siempre se te ve el bojote». Los venezolanos no queremos un club de «Súper Amigos» ni un espacio donde lo menos que queremos ver es tanta «declaradera».
Queremos que la unidad verdadera sea de la boca pa’ dentro y no de la boca pa’ fuera «Hasta el Final» de los tiempos. ¡Amanecerá y veremos!.
José Aranguibel Carrasco
CNP-5003
Caricatura: Feyo
Martes 18/3/2025
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