La ofensiva israelí, con respaldo logístico de EE.UU., golpea blancos clave en Irán mientras Teherán condiciona el diálogo al cese de los ataques.
En medio de una escalada militar sin precedentes, el presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu han intensificado su coordinación política y militar con el objetivo de desmantelar el programa nuclear de Irán. La alianza entre Washington y Jerusalén ha derivado en ataques sistemáticos sobre instalaciones estratégicas iraníes, con apoyo directo del Pentágono en tareas de inteligencia, abastecimiento de combustible y respaldo naval.
La tensión diplomática se profundizó luego de que Irán, a través de su canciller Abbas Araqchi, exigiera el cese de la ofensiva israelí como condición previa para retomar las negociaciones nucleares.
“El enriquecimiento de uranio es un logro de nuestros científicos y un símbolo de orgullo nacional. No puede eliminarse”, declaró Araqchi, dejando en claro que su país no cederá en su postura.
Trump, por su parte, fue tajante al descartar la posibilidad de un acuerdo bajo esos términos.
“Irán debe abandonar por completo su programa de enriquecimiento. No tienen necesidad civil de uranio cuando están sentados sobre enormes reservas de petróleo”, afirmó.
Además, ironizó sobre la situación: “Es difícil pedirle a alguien que se detenga si está ganando. Israel lo está haciendo bien”.
El rechazo estadounidense a la propuesta iraní se tradujo en una nueva oleada de bombardeos. Cerca de 50 aeronaves israelíes atacaron instalaciones en Isfahan y eliminaron a Aminpour Joudaki, comandante de una brigada clave de drones de la Guardia Revolucionaria. La operación dejó en evidencia la estrecha cooperación militar entre EE. UU. e Israel.
En paralelo, Araqchi emprendió una gira diplomática que lo llevó a Ginebra, Estambul y Moscú, buscando respaldo de Europa, la Liga Árabe y Rusia. Sin embargo, los intentos iraníes de conformar un frente diplomático no lograron resultados concretos. “Europa no va a poder ayudar en esto”, sentenció Trump.
Mientras tanto, las Fuerzas de Defensa de Israel continúan su ofensiva, y se especula con que el Pentágono podría involucrarse directamente si en los próximos días no hay una rendición formal del proyecto atómico por parte del líder supremo Ali Khamenei.
En tal caso, bombarderos B2 y municiones antibúnker serían utilizados contra la instalación subterránea de Fordow, el centro neurálgico del enriquecimiento iraní.
Irán se encuentra ante un dilema existencial: ceder y desmantelar su programa nuclear o enfrentar un ataque combinado con poder destructivo sin precedentes.
Irán ha propuesto una tregua para abrir una nueva etapa de negociaciones con Estados Unidos, pero tanto la Casa Blanca como el gobierno israelí descartan cualquier diálogo mientras se mantenga el plan atómico vigente.
Comment here