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#ECONOMIA ¿Quién gana y quién pierde en la guerra comercial de aranceles de Donald Trump?

Las graves consecuencias de los aranceles, pudierán ir más allá de lo monetario. Y es que las elecciones de 2026 podrían estar en riesgo para los republicanos.

Desde que Donald Trump asumió la presidencia, una de sus estrategias económicas más controversiales ha sido el uso de aranceles como herramienta de presión en las negociaciones comerciales. 

Su administración anunció la imposición de un arancel del 25% sobre productos importados desde Canadá y México, además de nuevas tarifas sobre productos chinos. 

La decisión ha generado una reacción en cadena de represalias comerciales . También ha encendido alarmas en el ámbito económico. Los efectos de una guerra arancelaria pueden ser perjudiciales tanto para Estados Unidos como para sus socios comerciales.

La estrategia de Trump: ¿ganar o perder?

Trump defiende su política arancelaria bajo la premisa de que estas medidas fortalecerán la economía estadounidense. Afirma que reducirán el déficit comercial y fomentarán la producción nacional. Sin embargo, las señales económicas no parecen respaldar esta visión optimista. 

Entre líneas. Según el Banco de la Reserva Federal de Atlanta, el pronóstico de crecimiento del PIB para el primer trimestre se ajustó drásticamente de 2.3% a -2.8%. Esto refleja el impacto negativo de las tensiones comerciales. 

Además, Wall Street ha mostrado una alta volatilidad desde el anuncio de los aranceles. Se han registrado caídas significativas en diversas industrias afectadas por la incertidumbre del comercio internacional.

Los consumidores también están sintiendo los efectos de esta política. La encuesta de sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan reveló que la confianza cayó un 10% en febrero. Esto marca su punto más bajo desde 2023. Cerca del 40% de los encuestados mencionaron los aranceles como una de sus preocupaciones económicas principales. 

Por qué esto es importante. Las estimaciones indican que los aranceles podrían costar a las familias estadounidenses con ingresos medios alrededor de $1,200 al año. Este costo sería al incrementar los precios de productos básicos importados.

Canadá, México y China no se quedan de brazos cruzados

Las represalias comerciales no tardaron en llegar. Canadá, en respuesta a los aranceles de Trump, anunció un paquete de medidas de represalia. Estas medidas incluyen aranceles del 25% sobre importaciones estadounidenses por un valor de $30,000 millones. Estos aranceles podrían aumentar en las próximas semanas. 

Por otro lado, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, calificó la decisión de Trump como «una cosa muy tonta de hacer». Con esto, dejó claro que no cederán ante la presión estadounidense.

México también tomó medidas enérgicas. La Secretaría de Economía anunció aranceles a diversos productos agrícolas y manufacturados de Estados Unidos. Esto afecta a sectores clave como la producción de maíz, manzanas y carne de cerdo. 

El objetivo: las represalias buscan presionar a la administración de Trump para que reconsidere su estrategia. El comercio bilateral entre ambos países es vital para múltiples industrias en ambas economías.

La mano dura de China. Pekín anunció nuevos aranceles de hasta un 15% sobre productos agrícolas estadounidenses. También incorporó restricciones adicionales a empresas estadounidenses que operan en el país asiático. 

La respuesta no solo perjudica a los agricultores estadounidenses, que ya enfrentaban dificultades debido a las medidas anteriores de Trump. Sino que también podría desacelerar aún más el crecimiento económico global.

Consecuencias para la economía y la popularidad de Trump

Más allá del impacto comercial inmediato, esta guerra arancelaria podría tener consecuencias políticas significativas para Trump. Las encuestas reflejan un descontento creciente entre los votantes. 

Un sondeo de Washington Post-Ipsos indicó que el 69% de los estadounidenses cree que los aranceles elevarán los precios de los bienes de consumo. Incluso entre los republicanos, el 53% expresó preocupación por los efectos económicos de esta política.

La percepción de que Trump está priorizando los aranceles sobre otros problemas económicos importantes también está afectando su imagen. 

Una encuesta de CBS News-YouGov reveló que solo el 30% de los estadounidenses considera que los aranceles deberían ser una prioridad para la administración. Un 68% cree que Trump está dando demasiada importancia a esta medida en detrimento de otras cuestiones como la inflación y el crecimiento económico.

¿Vale la pena la guerra arancelaria?

A pesar de las promesas de Trump sobre los beneficios de su estrategia comercial, la realidad es que los aranceles están teniendo efectos negativos. Estos afectan tanto en la economía estadounidense como en sus relaciones con aliados clave.

El crecimiento económico se está desacelerando. La confianza del consumidor está disminuyendo. Los precios de los productos están aumentando. Esto afecta el bolsillo de los ciudadanos promedio. Al mismo tiempo, las represalias de Canadá, México y China están agravando la situación. Esto genera un ambiente de incertidumbre en el comercio internacional.

Si bien Trump ha utilizado los aranceles como una herramienta de negociación en el pasado, el alto costo político y económico de esta estrategia podría ser demasiado para justificar su continuación. Con las elecciones en mente, el presidente deberá considerar si esta postura agresiva en materia de comercio le ayudará a consolidar su base de votantes. De lo contrario, podría terminar erosionando su apoyo en un momento clave para su futuro político.

Tomado de El Tiempo Latino

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