El republicano mejora de forma drástica su desempeño con los hispanos, en especial con los hombres, preocupados por la marcha de la economía.
El voto latino ha acabado resultando clave, pero para Donald Trump.
Al final no ha habido oleada ‘azul’ de feministas ni legiones de hispanas acudiendo a las urnas, espoleadas por la causa de los derechos reproductivos o la ansiada reforma migratoria, al menos no con la suficiente fuerza como influir en el resultado electoral y darle una victoria a Kamala Harris —al menos, de momento—, como era el sueño de millones de mujeres por todo el país.
El vuelco de una masa social tradicionalmente asociada a los demócratas pudo ser la clave que está por devolver a Trump a la Casa Blanca para un segundo mandato.
Aún es pronto para conocer al detalle el comportamiento del voto latino en los cincuenta Estados del país, pero el cambio de tendencia parece evidente.
De acuerdo a varias encuestas a pie de urna, Trump se ha llevado el 45% de esos sufragios de costa a costa, aún por debajo de Harris (con el 53%) pero muy por encima del 32% que se adjudicó en 2020, cuando cayó derrotado por Joe Biden.
La economía, al final, parece haber influido mucho más en la capacidad de movilización de los hispanos que otras cuestiones como la inmigración o el aborto, como apuntaban los expertos y los encuestadores.
Lo dejaba claro Mitch Morales, un californiano que acudió a votar el martes por la mañana en un centro electoral al este de Los Angeles.
«Lo que me importa es la economía», decía a El Mundo. «Está todo carísimo, disparado por la inflación y la situación en el extranjero. Con Trump esto no pasaba y por eso espero que gane».
Explicaba además que entre su mujer y él ganaron más de 200.000 dólares el año pasado, pero que aún así les cuesta llegar a fin de mes.
Y eso que no faltaron las provocaciones a esa minoría, especialmente en el último mitin en Nueva York de su campaña, donde un comediante les acusó de no tener más que el de tener hijos y donde se cebó especialmente con los portorriqueños, a los que tachó de basura.
El arranque de furia de muchos isleños se antojaba clave en estados bisagra como Pensilvania o Carolina del Norte, con el apoyo de Bad Bunny, Jennifer López y otros conocidos artistas isleños, aunque al final no se notó la diferencia para Harris.
Consultados al respecto, muchos votantes de origen latinoamericano le quitaron hierro al asunto y se mantuvieron firmes en su apoyo al republicano.
De ahí el 54% de apoyo de varones hispanos al magnate neoyorquino.
Quieren que los precios vuelvan a estar como estaban hace cuatro años, antes de la inflación derivada de la pandemia y la guerra en Ucrania.
También con los afroamericanos la evolución de Trump ha sido notable en estados como Michigan o Pensilvania, golpeados por la subida de precios y el incremento de la canasta básica familiar.
La campaña de Harris esperaba un mayor apoyo en condados clave de esos estados bisagra, especialmente en los suburbios de grandes zonas urbanas, pero Trump parece convencer más como gestor económico que su rival, la ex senadora por California.
Tomado de: https://www.elmundo.es/internacional/2024/11/06/672b0d15e4d4d88b428b4573.html
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