CaigaQuienCaiga.net

#NoticiaInternacionales

Empresario Moris Beracha niega acusaciones en su contra

Asegura ser objeto de “declaraciones deliberadamente falsas y engañosas”

El empresario venezolano Moris Beracha ha reaccionado a un reporte del portal expresa.ME que lleva por título «Moris Beracha, figura clave en la gestación de fraudes financieros con fondos del Estado venezolano«.

En un mensaje el empresario ha dicho ser objeto de “declaraciones deliberadamente falsas y engañosas”, cuestionando el trabajo periodístico, que se fundamenta en reportes de distintos medios en línea.

Beracha ha amenazado con entablar una demanda por publicar, según opina, «declaraciones falsas y difamatorias» contra su persona. Asimismo ha expresado

He sido empresario durante muchos años y poseo una seria una sólida reputación. Sus acusaciones injustificadas y sin fundamento han dañado mi reputación y afectado negativamente mi negocio. Personalmente, ha realizado declaraciones deliberadamente falsas y engañosas sobre mí de la siguiente manera:
“Moris Beracha, figura clave en la gestación de fraudes financieros con fondos del Estado venezolano”
El título de su información me acusa de haber cometido el delito de fraude, lo que significa que su publicación está incurriendo en el delito de difamación.
“El empresario judío-venezolano, con nacionalidad estadounidense, Moris Beracha, había sido detenido en Miami por el FBI”.
Esta frase es una incitación al odio que utiliza la cultura, procedencia o credo del afectado, delito tipificado en la legislación estadounidense.
Señala además que Beracha fue detenido; tal información es falsa y fácilmente constatable. Esta afirmación es considerada difamación e injuria, pues afecta directamente el honor de la persona, delitos tipificados en la legislación.
“Tras lo ocurrido, el empresario de origen judio de 51 años”,
Por segunda vez en el mismo texto se hace alusión al origen racial y cultural de Moris Beracha, lo que representa una incitación al odio dentro del contexto en que está utilizado en el texto.
“En noviembre de 2009, en plena minicrisis bancaria, el diputado venezolano Ismael García, lo acusó por su participación junto al exministro de Finanzas y exgobernador en Venezuela de la provincia de Aragua, Rafael Isea, en la colocación a dedo de notas estructuradas”.
Esta información suministrada en el texto es absolutamente falsa. Pero además está sujeta a una grave acusación al describir que “colocaba a dedo”, dando a entender que se incurrió en un delito. Su texto incurre en la falta grave y tipificada en la ley de difamación, al imputarse un hecho concreto que no sucedió
“Asimismo, en una demanda legal en su contra, se señala que podía producir con relativa facilidad avances multimillonarios en efectivo en moneda estadounidense, por el precio debido”.
Este texto no sólo incurre en una injuria, sino que además se procede a proporcionar un dato falsos con la única intención de dañar el honor de la persona.
“En un par de demandas interpuestas ante cortes estadounidenses, se señala que tanto Moris Beracha y Francisco Illaramendi estuvieron en el centro de un esquema Ponzi de aproximadamente medio billón de dólares”.
Esta afirmación es una calumnia. Moris Beracha jamás participó de un esquema Ponzi y así lo determinó la justicia estadounidense en su debido momento; tal y como se desprende de las investigaciones llevadas a cabo por receiver investigador John J. Carney, en los Estados Unidos. El 27 de agosto de 2014, el Tribunal de Distrito de Connecticut, Estados Unidos, a través del interventor designado John J. Carney; desestimó el caso No. 12-CV-00180-SRU Carney vs. Beracha.
“John J. Carney, un oficial designado por un juez norteamericano para limpiar el desastre ocurrido tras el esquema Ponzi, asegura que Beracha, a través de sus contactos entre los ricos y poderosos de Venezuela, ayudó a Illaramendi a mantener su fraude a flote. Alega en su demanda que Beracha inyectó dinero nuevo dentro del esquema, a cambio de “tarifas exorbitantes y sobornos”. Carney afirmó que Illaramendi y Beracha hicieron más de $170 millones en transferencias fraudulentas a través de la web o de compañías offshore. La demanda además indicó que Beracha controlaba cuatro de las compañías utilizadas en el esquema ubicadas en las Islas Vírgenes Británicas: Bradleyville Ltd, Northwestern International Ltd, Brave Spirit Ltd y Rowberrow Trading Corp. Todas fueron incorporadas al Commonwealth Trust Limited (CTL), una firma de servicios que fue sancionada por reguladores de las islas por violar las reglas en contra del lavado de dinero.”
Lo relatado en este párrafo no es solo difamatorio, sino que ha sido manipulado y sacado de contexto; tal y como lo demuestran los documentos oficiales que son de acceso público. La publicación de esta información empaquetada de esta manera comprende un hecho punible y penable. Por lo tanto, es motivo de demanda.
“Por esto demandó al conocido comisionista venezolano Moris Beracha, al Fractal Fund y otras empresas de Beracha por US$ 171 millones. Carney acusó a Beracha y sus empresas de haber recibido pagos y comisiones de los fondos de Illaramendi que no tenían una contraprestación legal y razonable que justifique los exorbitantes pagos. Relaciones Venezolanas”.
Este párrafo contiene información falsa. Moris Beracha jamás fue objeto de demanda en este caso. Es impreciso y utilizado con el único fin de afectar su honor y reputación.
“Moris Beracha, representa a banqueros allegados a figuras del chavismo, que se enriquecieron con la emisión de bonos del estado venezolano, cuyos pagos dejó de hacer la administración de Nicolás Maduro, tras declararse en “default”.”
Esta afirmación que se hace en su publicación es absolutamente falsa, sin pruebas y basada en una especulación. Beracha no es representante de ningún banquero. Su persona tampoco tiene relación alguna con el chavismo; por lo tanto, se considera que la siguiente publicación representa un delito de difamación e injuria o tipificado en la ley.
Nuevamente se ratifica que el señor Moris Beracha nunca ha sido acusado de ningún crimen, no ha sido juzgado en ningún país y tampoco posee un récord criminal
Los señalamientos mencionados anteriormente son difamatorios porque se le acusa de haber participado en actividades ilícitas. Dichas declaraciones difamatorias han causado un daño grave e irreparable a mi reputación y negocio.

Moris Beracha, figura clave en la gestación de fraudes financieros con fondos del Estado venezolano

Moris Beracha, figura clave en la gestación de fraudes financieros con fondos del Estado venezolano

 

El 3 de abril de 2011 un rumor corrió por la red y algunos medios digitales venezolanos. El empresario judío-venezolano, con nacionalidad estadounidense, Moris Beracha, había sido detenido en Miami por el FBI. La razón. Supuestos vínculos con el banquero venezolano y asesor de PDV-USA, Francisco Illaramendi, propietario de las firmas de inversión MK Capital y Highview Point Patners, las cuales fueron utilizadas en un esquema Ponzi para apropiarse de dinero de los inversionistas, entre ellos de recursos del fondo de pensiones de jubilados y trabajadores de Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Moris Beracha se promociona hoy en su web como un “experto en gestión de activos de inversión, con amplia experiencia en private equity y mercados financieros de América Latina”.

Según un reporte del periodista venezolano César Batiz en esa época, mientras en la red volaba la información al ritmo de la metralla de las teclas, Beracha se encontraba en Nueva York, según informó el empresario horas después de la publicación de los primeros tweets. El 4 de abril del mismo año confirmaría al periodista estadounidense Steven Bondzi que jamás había tenido ningún contacto con el FBI o la Securitties and Exchange Comission (SEC), además aclaró que su única relación con Illaramendi era profesional. Una fuente muy cercana al empresario, quien prefirió mantener oculta su identidad, comentó que Beracha nunca fue amigo de Illaramendi, aunque ambos han sido asesores financieros y con muchos contactos con miembros del Ejecutivo nacional venezolano.

Como todos los banqueros y asesores financieros venezolanos, Beracha, fundador de las firmas de inversión Westfalia Investments y Fractal Fund Management Group, así como presidente de la compañía de telecomunicaciones Celistics Holdings Group, sabía que Illaramendi era el dueño de Michael Kenwood Group y que manejaba fondos de inversión de alta rentabilidad que operaban con papeles venezolanos.

“Beracha, junto a su socio Luis Otero, realizaron una negociación con un producto específico manejado por Illaramendi. Adquirieron papeles del Credit Suiss respaldados por notas estructuradas venezolanas, las cuales Illaramendi había comprado a bajo precio a la banca de Venezuela”, dijo la fuente. Hasta enero de 2011 Illaramendi había pagado a tiempo a Beracha. El 14 de ese mes salió publicada la información de la investigación de la SEC a Michael Keenwood Group por el desvío de $50 millones de dos de los fondos.

“Cuando se conoció que Illaramendi había montado un esquema Ponzi y que buena parte de los documentos que presentaba eran falsos, perdieron todo el contacto”, señaló el informante. Tras lo ocurrido, el empresario de origen judio de 51 años, cuyo padre fundó la empresa Cartones del Caribe, inició gestiones para demandar a Illaramendi. Pero ese 3 de abril no fue la primera vez en que Moris Beracha se vio involucrado en denuncias por sus amistades y operaciones financieras. En noviembre de 2009, en plena minicrisis bancaria, el diputado venezolano Ismael García, lo acusó por su participación junto al exministro de Finanzas y exgobernador en Venezuela de la provincia de Aragua, Rafael Isea, en la colocación a dedo de notas estructuradas. El empresario, exyerno de José María Nogueroles, presidente del Banco Nacional de Crédito, no ocultó a nadie su papel como asesor de Isea durante 2007 y 2008.

Beracha continuó residiendo en Nueva York. Desde allí operaría su negocio de telecomunicaciones que le permitiría obtener dividendos de $ 1.000 millones al año. Quienes lo conocen, dicen que prefiere mantenerse bajo perfil.

En los noventa, Beracha fue socio de Guillermo Clamens en la firma Wesftalia, relación que no terminó en los mejores términos. En 2009, Clamens fue acusado en EEUU de apropiarse de $200 millones de Citgo utilizando el esquema Ponzi.

Moris Beracha, administrador de empresas egresado de una de las universidades más caras de Venezuela, trabajó en varias entidades de renombre como Wall Street en Nueva York, en el Hispanic News Press, Westfalia Investments, Brown Montgomery Securities, Protinal, Bestinvest Casa de Bolsa, Acco Manufacturing C.A., Banco Caracas, Cartonera del Caribe, entre otras. Pero su principal trabajo, del que se ha lucrado más, es según algunas referencias en línea, ha sido el de fungir como Intermediario de boliburgueses y testaferros del chavismo, inyectándoles dinero cuando éstos así lo requieran. Asimismo, en una demanda legal en su contra, se señala que podía producir con relativa facilidad avances multimillonarios en efectivo en moneda estadounidense, por el precio debido.

Esquema Ponzi

En un par de demandas interpuestas ante cortes estadounidenses, se señala que tanto Moris Beracha y Francisco Illaramendi estuvieron en el centro de un esquema Ponzi de aproximadamente medio billón de dólares. El esquema movió dinero de inversionistas entre compañías offshore, fondos de cobertura y cuentas bancarias que se extendían desde las Islas Caimanes hasta Suiza y Panamá, suavizando el camino a través del soborno a oficialistas venezolanos. El esquema colapsó en el año 2011, causando pérdidas de cientos de millones de dólares a inversionistas, incluyendo a un miembro de una de las familias latinoamericanas más pudientes.

De acuerdo con documentos legales, el esquema Ponzi también se comió parte del fondo de pensionados de PDVSA. Algunas de las compañías utilizadas aparecieron incluidas en un cache de 2.5 millones de documentos secretos offshore, obtenidos por el Consorcio Internacional de Periodistas Investigativos. John J. Carney, un oficial designado por un juez norteamericano para limpiar el desastre ocurrido tras el esquema Ponzi, asegura que Beracha, a través de sus contactos entre los ricos y poderosos de Venezuela, ayudó a Illaramendi a mantener su fraude a flote. Alega en su demanda que Beracha inyectó dinero nuevo dentro del esquema, a cambio de “tarifas exorbitantes y sobornos”. Carney afirmó que Illaramendi y Beracha hicieron más de $170 millones en transferencias fraudulentas a través de la web o de compañías offshore. La demanda además indicó que Beracha controlaba cuatro de las compañías utilizadas en el esquema ubicadas en las Islas Vírgenes Británicas: Bradleyville Ltd, Northwestern International Ltd, Brave Spirit Ltd y Rowberrow Trading Corp. Todas fueron incorporadas al Commonwealth Trust Limited (CTL), una firma de servicios que fue sancionada por reguladores de las islas por violar las reglas en contra del lavado de dinero.

John J. Carney acusó que los Fondos de Pensiones y Ahorros de PDVSA perdieron más de USD 500 millones. Por esto demandó al conocido comisionista venezolano Moris Beracha, al Fractal Fund y otras empresas de Beracha por US$ 171 millones. Carney acusó a Beracha y sus empresas de haber recibido pagos y comisiones de los fondos de Illaramendi que no tenían una contraprestación legal y razonable que justifique los exhorbitantes pagos. Relaciones Venezolanas

Una fuente muy cercana al empresario, quien prefirió mantener oculta su identidad, comentó que Beracha nunca fue amigo de Illaramendi, aunque ambos son asesores financieros y con muchos contactos con miembros del Ejecutivo nacional venezolano. Como todos los banqueros y asesores financieros venezolanos, Beracha, fundador de las firmas de inversión Westfalia Investments y Fractal Fund Management Group, así como presidente de la compañía de telecomunicaciones, Celistics Holdings Group, sabía que Illaramendi era el dueño de Michael Kenwood Group y que manejaba fondos de inversión de alta rentabilidad que operaban con papeles venezolanos.

Moris Beracha alegó que él había sido una víctima más del Ponzi y que no tenía conocimiento de las operaciones fraudulentas realizadas por Francisco Illarramendi.. Finalmente, a Beracha también se le relacionó con Rafael Isea, siendo su asesor en el 2008 cuando ejercía el cargo de ministro de Finanzas de Venezuela. Asimismo, Isea sirvió por muchos años como uno de los diputados más cercanos a Hugo Chávez.

La historia de Rafael Isea se concatena con la de Gabriel Arturo Jiménez Aray, sobre quien pesa una orden de captura emitida en febrero del año 2015 por el Poder Judicial de República Dominicana, señalado por delitos de estafa en el caso del Banco Peravia, propiedad del también señalado por el mismo delito, José Luis Santoro, un empresario cuya fortuna creció en la provincia de Aragua, en Venezuela, bajo la administración del entonces gobernador Isea, quien tras huir de su país, se convertiría en testigo protegido de la justicia estadounidense

Asesora del “interinato” de Venezuela

Un escándalo se suscitó en 2019 en las redes por la aparición de Yael Marciano junto a Carlos Vecchio, el embajador designado en los Estados Unidos por Juan Guaidó, presidente del denominado Gobierno interino de Venezuela, en una reunión que sostuvieron con el vicepresidente estadounidense Mike Pence.

Yael Marciano fue presentada como “asesora principal” de Vecchio en ese encuentro escenificado en Washington. La polémica se encendió al revelarse que la mujer es esposa de Moris Berecha.

Yael Marciano

Honda preocupación ocasionó en algunos venezolanos la aparición de Yael Marciano en el equipo de Juan Guaidó, al presentarse un conflicto de intereses, que supusieron perjudicial para Venezuela, pues su esposo, Moris Beracha, representa a banqueros allegados a figuras del chavismo, que se enriquecieron con la emisión de bonos del estado venezolano, cuyos pagos dejó de hacer la administración de Nicolás Maduro, tras declararse en “default”.

Con la retención que el Gobierno estadounidense hizo de los recursos de las petroleras venezolanas PDVSA y CITGO, quitándole el control a la administración de Maduro y otorgándoselo a Juan Guaidó y su equipo, algunos temieron que con la infiltración de personajes como la esposa de Moris Beracha, se hiciera cierta la consigna de los allegados al líder opositor venezolano de “honrar todos los compromisos”, empleando los fondos de las petroleras para pagar a los “bonistas” representados por Beracha.

Moris Beracha se presenta como “banquero” y fue el artífice de varias operaciones de emisión de bonos de la deuda pública venezolana que hizo el chavismo.

Investigaciones periodísticas establecieron nexos de Beracha con exfuncionarios del Gobierno de Hugo Chávez, como Tobías Nóbrega y Nelson Merentes, entre otros. También se le relaciona el exbanquero Eligio Cedeño.

Yael Marciano es hija de un conocido vendedor de armas de origen hebreo, quien fue intermediario en la compra de helicópteros rusos para Venezuela que hizo el gobierno de Hugo Chávez.

ACTUALIZACIÓN. Octubre 10, 2020

Empresario Moris Beracha niega acusaciones y asegura ser objeto de “declaraciones deliberadamente falsas y engañosas”

Fuente: Expresa.me

Comment here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.