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La invisibilidad del Zulia: apagones, desconexión y censura

Bancamiga

La “crisis energética” o “emergencia eléctrica” ya cumple nueve años en Zulia. En el segundo semestre de 2010, la Corporación Eléctrica Nacional, S.A. (Corpoelec) emitió un calendario de racionamientos por dos horas interdiarias que, al cabo de unas semanas dejó de cumplirse: los cortes eléctricos eran diarios y de cuatro horas cada uno. Cada sector, en los 21 municipios del estado, distribuidos en cinco subregiones (Capital: Maracaibo, San Francisco; Costa Oriental del Lago, Guajira, Perijá y Sur del Lago). La supuesta causa, el Fenómeno El Niño. 

Zulia era próspero aún. Maracaibo era metrópoli. Los medios de comunicación grandes contaban con sus plantas eléctricas: lo mínimo, eran dos. El servicio de internet de la empresa estatal Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv), Inter NetUno (las operadores que funcionaban masivamente en la época) se mantenían, también, con las plantas eléctricas. 

A principios de 2011, ya no había racionamientos eléctricos en el primer estado productor de petróleo de Venezuela. Rara vez se iba la luz. Los racionamientos regresaron a mediados de 2016. Sin calendario. Con bajones intermitentes y apagones imprevistos. 

Los diarios PanoramaVersión Final Qué Pasa contaban con plantas eléctricas. Sin embargo, reducían el consumo, apagando los aires acondicionados y artefactos de cocina, usando menos computadores y desactivando las escaleras eléctricas. Los canales regionales y las emisoras sin planta quedaban fuera del aire. Al volver, también regresaba la censura. Las operadoras de telefonía móvil y las cableoperadoras que también proveían internet comenzaron a fallar. CantvMovilnet NetUno, sobre todas. 

También, a mediados de 2016, se visibilizó con más frecuencia el robo de los cables de Cantv para extraerle el cobre y venderlo como chatarra en Maicao, Colombia. Radio Fe y Alegría, ubicada en el casco central de Maracaibo, fue una de las afectadas. Rogelio Suárez, gerente de Servicios Informativos, precisó a Ipys Venezuela que cuentan con internet por el intercambio publicitario que hicieron con Gandalf Comunicaciones.

WAYUUNAIKI, el periódico de los pueblos indígenas, también afectó sus funciones en 2016 por el robo de cables de Cantv en la urbanización La Rosaleda, al Noroeste de Maracaibo. Debió esperar dos semanas, en diciembre de 2016, para que Inter le instalara el servicio de internet.

Los diarios PanoramaLa Verdad Versión Final, a mediados de 2017, redujeron el personal en sus guardias nocturnas. Panorama eliminó el turno de la madrugada. El primer apagón regional generalizado se registró el 24 de diciembre de 2017. Con él, la desconexión: tampoco hubo señal de telefonía móvil desde las nueve de la noche hasta el día siguiente. El servicio eléctrico se restableció por sectores y municipios a distintas horas.

La Guajira, invisibilizada

El 31 de diciembre de 2017, Radio Fe y Alegría Paraguaipoa quedó completamente fuera del aire por el robo de su antena y su transmisor. La antena la vendieron como chatarra en Maicao y el transmisor lograron recuperarlo tras una intervención del Comité de Derechos Humanos de la Guajira.

Aunado a esto, por la crisis eléctrica que ya sufría el municipio Guajira con al menos 24 horas sin servicio, Radio Fe y Alegría trabajaba a media máquina. Con unos dispositivos Bam de Digitel, los periodistas lograban conectarse a la Red cuando había luz.

En el municipio fronterizo, no hay servicio de Cantv desde 2010 y, desde 2012, tampoco funciona Movistar. La señal de Movilnet fluctúa y la de Digitel llega sólo cuando hay electricidad.

El primer quiebre

Un apagón de cinco días continuos en agosto de 2018 produjo un quiebre en el ejercicio periodístico. Madelyn Palmar, corresponsal de El Venezolano TV Miami, relató cómo deambulaba por Maracaibo para poder enviar sus reportes al medio de comunicación. “Trabajaba dentro de mi carro, en el patio de cualquier casa, en alguna acera donde hubiese señal”.

Las plantas eléctricas de La Verdad y Versión Final funcionaban a medias y los periodistas, incluso, cumplían su labor desde sus hogares en la medida de las posibilidades. A esto, también se le unió la escasez de combustible en la región: sólo funcionaban las estaciones de servicio que contaban con planta eléctrica. 

Apagón, desconexión

Siete de marzo de 2019. Venezuela quedó a oscuras, pero Zulia quedó desconectada del país y del mundo. “El Canal 11 escapó de los estragos del mega apagón que se fue solventando progresivamente en el resto de los estados, pero que en Zulia se ha mantenido hasta la fecha. El canal, desde antes, ya contaba con planta eléctrica tanto en   la sede principal, en la urbanización La Paz, como en el sector Valle Frío, donde está ubicado el transmisor. Sin embargo, por la crisis de combustible, hemos tenido hasta dos días sin estar al aire. Lo cual para un canal de televisión es grave y muy riesgoso, porque se pone en juego no solamente la continuidad informativa; sino también el músculo comercial por los anunciantes”, explicó Gabriel Sthormes, gerente de Información del Canal 11

La planta de la sede principal de este medio también se afectó porque se le dañaron  piezas que solo se encuentran en el exterior, su precio es alto y en dólares. “Es muy difícil salir al aire, hacer periodismo y televisión en esta situación que se encuentra el Zulia. En cuanto a la conectividad a internet, contamos con el servicio satelital de Gandalf. Estamos por retomar el servicio de internet de NetUno como plan b para cuando se caiga la señal de Gandalf no interrumpir nuestra jornada”.

“Desde ese día, en Noticia Al Día comenzamos un plan de contingencia por el tema eléctrico. Nos valimos de un BAM y de los datos de nuestros teléfonos para hacer publicar desde una o dos laptops. Después de esta situación, nuestra dinámica cambió: hemos agotado los recursos en materia de conexión a Internet, yendo a salas de acceso a Internet alquilado, por ejemplo, en restaurantes y hoteles. Somos un medio que no cuenta con planta eléctrica por su alto costo. Por eso, dependemos de las horas en que haya electricidad. Hemos llegado a trabajar desde el patio de la casa de algún compañero que goce del servicio eléctrico. Y esto nos deja ver que está ocurriendo algo importante: los medios zulianos subsisten más por la vocación y el compromiso de los periodistas con la opinión pública que por estabilidad económica. El tema del papel agotado y de los bloqueos en Internet influye en los anunciantes: no anuncian en algo que no se ve o que no sale”, contó Haroldo Manzanilla, coordinador de periodistas en Noticia Al Día, primer medio nativo digital en Zulia.

Por el apagón y la desconexión, WAYUUNAIKI cerró sus oficinas en Maracaibo y Paraguaipoa.  Desde entonces opera desde su sede en Riohacha, departamento La Guajira en Colombia, manteniendo contacto con sus corresponsales y colaboradores en Zulia, con la limitante de publicar la información indígena y fronteriza cuando llegue. Por ejemplo, Sailyn Fernández, directora de Radio Fe y Alegría Paraguaipoa y colaboradora de WAYUUNAIKI, cuando no hay electricidad en La Guajira, trabaja desde su casa en la comunidad El Rabito con su teléfono celular que funciona con la señal intermitente de la operadora colombiana Claro.

Gustavo Ocando Alex, periodista freelance para Voz de América, BBC Mundo, The Miami Herald y Armando.Info, aseguró que es una verdadera odisea trabajar independiente en Zulia. Escribir mientras haya electricidad y guardar la carga de su portátil, esperar a que haya señal para enviar la información se juntan con el mal dormir y las incontables horas en una cola para echar gasolina.

“Hemos modificado los horarios de trabajo de acuerdo con la disponibilidad eléctrica, a pesar de que tenemos planta eléctrica, porque en su funcionamiento influye la falta de combustible en el estado. Nos hemos replanteado a tal punto que se eliminó la guardia nocturna: trabajamos hasta las 6.00 de la tarde en la oficina. Al recortar el horario laboral, tuvimos que tomar unas decisiones bastante drásticas en la línea editorial: por ejemplo, ya volcarnos totalmente a los temas de la diáspora y abandonar los de actualidad, porque no nos da tiempo de seguirle la pista a la actualidad si nos quedamos sin electricidad” En cuanto al Internet, tenemos un proveedor que se llama Totalcom cuyo servicio fluctúa, porque es satelital”, contó María José Túa, directora editorial de Papagayo News.

LUZ Radio 102.9 FM, emisora de la Universidad del Zulia, salió del aire durante los cinco días del blackout que comenzó el 7 de marzo. “Después de eso no pudimos recuperarnos, porque hubo nuevos apagones y, en los lapsos breves en que había luz, las fallas de voltaje eran tan severas que nuestros equipos, ya vulnerables por tantos años de crisis eléctrica, no podían mantenerse encendidos. En consecuencia, no pudimos recuperar nuestras transmisiones en LUZ Radio hasta el 22 de abril: tuvimos fuera del aire mes y medio y, cuando recuperamos la programación, fue a un tercio de lo que, normalmente, era nuestra programación antes del 7 de marzo. En virtud de los racionamientos, en la radio sólo pudimos transmitir, a duras penas, entre ocho de la mañana y dos de la tarde. Y así estuvimos durante tres meses (…) Me da mucha pena decirlo, pero, entre los sacrificios que tuvimos que hacer se cuenta el noticiero meridiano que, por 28 años, transmitimos en LUZ Radio. Esto se debió al poco tiempo que teníamos al aire. Y no sólo el noticiero, prescindimos de otros contenidos importantes. Era inviable mantener la producción de contenidos periodísticos por el tema eléctrico y porque nuestro personal se ha visto severamente afectado por la crisis humanitaria, la falta de transporte. Entonces, tuvimos que dividir al personal de producción informativa en pequeños grupos para realizar guardias diarias. De modo que, un mismo periodista no está en la radio más de tres días a la semana (…) Hemos podido recuperar los avances informativos, pero no el noticiero. No tenemos capacidad operativa por las fluctuaciones eléctricas llegaron a un punto que dañaron las cinco estaciones informáticas de prensa: los cinco equipos de computación fueron desbaratados por la crisis eléctrica. Sin embargo, poco a poco, hemos recuperado ciertos equipos y reorganizado a nuestro personal y ya es más frecuente la emisión de contenidos informativos en la radio; pero, aún no nos sentimos seguros en nuestra capacidad técnica, en nuestra salida al aire”, detalló Jesús Urbina, director de la emisora y representante de Transparencia Venezuela en Zulia, quien estima que para enero de 2020 podrán recuperar la transmisión del noticiero meridiano. 

En cuanto a la conexión, no han logrado que Cantv les provea un módem de acceso a Internet. Han contado con los servicios de Gandalf y TotalCom. 

Desde el 2011 la Asamblea General de las Naciones Unidas decretó el acceso a internet como derecho humano universal que debe ser garantizado por los Estados parte del organismo internacional. El 5 de julio de 2019, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas presentó cinco recomendaciones al Estado venezolano entre las que destacaba “el acceso a internet y a las redes sociales, incluidos los sitios web de noticias”.

El Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela reitera su rechazo a esta situación, cada vez más frecuente e intensa, de las interrupciones en el servicio eléctrico y de internet en el estado Zulia. Estas fallas restringen los derechos a la libertad de expresión, el acceso a la información pública, oportuna y veraz, así como los derechos digitales de todos los ciudadanos zulianos.

  • Ana Karolina Mendoza, corresponsal IPYS Venezuela estado Zulia

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