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Olor Fragante: El poemario de Dricilda Pérez Vargas

Bancamiga

Olor Fragante

Autora:
Dricilda Pérez Vargas

Guanare, 2020

Prólogo

“La vida es una, la fragancia huele a vida”
Sin vida no se puede percibir lo sugestivo de la fragancia.

El Creador dotó a la humanidad de un órgano sensitivo y perceptivo a la más sutil de los aromas; esa sensación extraordinaria de inhalar profundamente una sustancia que traspasa los sentidos; y que nos hace evocar momentos, lugares, instantes que aunque hayan sido efímeros; conllevan a enajenarse de la razón.

El perfumista es un artista que se esmera con pericia y experticia en elegir con recelo cada sustancia; después de combinar múltiples muestras, es capaz de convertir oleos en fragancias o ungüentos en bálsamos ceremoniales.

La sociedad compleja formó parte de su existencia en habitual necesidad el ser perfumada; especialmente en grandes ocasiones con el propósito de que su estela aromática contagie el lugar y perturbe el olfato del más miserable de los presentes.

Olor fragante o perfume encantador;
que atrae miradas, obsesion y ensueños;
que aromatiza y extasia;
que embeleza y arebata la cordura.

Toda la existencia es un perfume;
todo el Universo es un olor;
huele el niño al nacer,
huele el pecho de una madre
huele el abrazo de un padre,
huele la quinceañera,
huele un chico a su colegio,
huele la comida de una anciana,
los abuelos son ese olor apreciable;
como el recuerdo de cuando se van;
huele a flores la memoria.

CAPÍTULO I

EL ENCANTO DE LA FLORES

Eres una hermosa flor
con perfume encantador,
tejida como en diadema;
aromando cual poema,
que brota del corazón,
en el jardín del Creador.

Tan blanca como la espuma,
tan suave cuál algodón
como nieve, como bruma;
Eres una hermosa flor.

Con ese aroma exquisito
despiertas al ruiseñor;
que se extasía con la brisa
con perfume encantador.

En los jardines afloran,
en los palacios, serena;
en los huertos destacada,
tejida como en diadema

Bella, primorosa, delicada,
abrumadora tu especia;
reanimas los dolidos corazones
aromando cual poema.

Del follaje la caricia,
de tus tallos el candor;
son lagrimas, son sonrisas
que brotan del corazón.

Eres cual lirio del campo
tus pétalos son canción;
cultivada con esmero,
en el jardín del Creador.

Poema dedicado a Lirio Pérez Cruzzatty

CAPÍTULO II

PERFUME DE MUJER

Como plantío de Cerezas
que va esparciendo su olor;
perfumando a cada paso,
como frasco de alabastro,
a los pies de su Señor.

Con gracia, con esplendor,
con prestancia, con destreza
con el cuidado de Dios;
como plantío de Cerezas.

Llevamos en el regazo,
nuestra palabra es amor,
somos fragancia sublime
que va esparciendo su olor.

Capaces, decididas, valientes,
tesón y fuerza en los brazos
caminando con firmeza;
perfumando a cada paso.

Somos joyas de valor,
un tesoro en el espacio,
guardadas con tanto esmero;
como frasco de alabastro.

Mujeres, todas un botón en flor
que ornamenta el más duro corazón,
es la esencia, y en el caudal del dolor;
traer vida, a los pies de su Señor.

CAPÍTULO III

EL OLOR DE LA CREACIÓN

El modelo inigualable,
dominante y apreciable;
en ti plazmo el gran pintor:
forma, figura, fuerza y honor,
Varón de valor incalculable.

De la tierra brotó vida
relámpago deslumbrante
cuerpo viril que respira,
como volcán eruptable;
El modelo inigualable.

A imagen de su Creador;
conforme, cual, semejante,
de todo lo hizo Señor;
con su porte de galante,
dominante y apreciable.

Dotado de inteligencia
misión de fecundador,
conquistador de la ciencia;
que con amor y paciencia,
en ti plasmó el gran Pintor.

Ufano, gallardo, luchador;
contextura de piel fragante,
perfecto, y valioso semblante,
caballero, ¡en momentos soñador!
forma, figura, fuerza y honor.

Hombre, el sabio de la creación,
perfume en olor inexplicable
en elixir que su cuerpo invade
fortaleza y palpitar de corazón,
Varón de valor incalculable.

CAPÍTULO IV

AROMA DE UN NUEVO SER

Haces feliz al que anhela nueva vida,
ver la expresión en tus ojos diminutos;
impregna tu textura de rubores,
eres del amor y la pasión el fruto,
semillita del amor de los amores.

Pequeño botón que se abre a el sol
tierno, puro, inocente, primoroso;
de fragancia sutil y delicada
que en tu suave piel se siente reflejada,
augurando para sí, futuro hermoso.

Tu llegada es sin igual regocijo
un canto emotivo, la sonrisa de un niño;
felicidad para todos, ¡es un acierto!
formas momentos, entrañables sentimientos;
reviviendo el nexo del amor divino.

Herencia del Creador el tierno infante,
continuidad de la vida y de su esencia,
que a este mundo trae complacencia;
tu carita fragante y sin malicia
de solo mirarte invitas la caricia,
¡complacidos hoy aqui, con tu presencia!

CAPÍTULO V

FRAGANCIA DE LA NATURALEZA

Adecuada formación en rica especia,
que aromas con tu verdor y tu grandeza;
con su mano poderosa el “Dios Creador”
sembró vida, fragancia en derredor;
compartiendo el caudal de tus riquezas.

Inspiras a poetas con sus rimas
en honor a tus encantos y clemencia
engalana los bosques; robles, encinas,
donde ampara al pajarillo cuando anida
adecuada formación en rica esencia

Es la tierra una maravilla inmensa
plantada, con enormes raíces,
dan soporte y sostén a sus matices;
eres de la humanidad la residencia,
que aromas con tu verdor y tu grandeza.

Todo un cóctel de rico sabor
humildes chozas, palacios, mansión;
en reverencia por tu franca formación,
llenando de vida, savia y verdor;
con su mano poderosa el “Dios Creador”.

Neblina, cascadas, en perfecta comunión
fluyen armoniosas entonando una canción;
regando con su encanto y esplendor
dejando huellas y dando vigor
sembrando vida, fragancia en derredor.

El mar y su espuma, la brisa, la bruma,
juegan armoniosos al mirar la Luna;
la palma que baila entre la maleza,
revoloteo de aves ¡singular destreza!
comparten así, el caudal de tus riquezas.

CAPÍTULO VI

AMOR Y OLOR A PAÍS

Exhala olor agradable
el Pais cuando se ama;
aroma de sentimientos,
en canción manifestada;
abanico en movimiento
que con devoción declama.

!Que con devoción declama!
!huele a arroz! !huele a Maíz!
con perfume de esperanza,
en tierra privilegiada;
para vivir y amarla,
convivir de ciudadanos,
forjado, en integridad
con actitud agradecida
por esta tierra especial

En empinadas montañas
nubes blancas de algodón
vuela el cóndor con prestancia
perfumando a frailejon
con despejo de sus alas
de las alturas Señor.

Dios se recreó elaborando
con sus manos un tesoro;
huele a fronda de cuji
en los Médanos de Coro,
calor de Sol en el rostro;
y en las dunas me enamoro.

Como el óleo que se vierte
en fuente ceremonial;
emanando en Occidente
con aroma peculiar,
como en Oriente el cacao;
Sabor y energía vital.

Resaltando en las alturas,
Fluyendo pura y clarita;
de un Ángel la vestidura
y aromática infinita,
Cascada de agua bendita;
maravilla y hermosura.

Todo el llano es un encanto
en aromas sin igual,
olor a humo en el rancho,
y en el camino el jobal;
como huelen los llaneros
al regreso de ordeñar

Tierra de gente valiente,
con amor y gallardía
que se levanta sonriente
para luchar dia con dia
que siente, sufre y padece
dispuesta; mirada arriba.

Cada dia huele esta tierra
de una manera atractiva,
cada mañana despunta el alba
de una forma diferente;
como despierta todo buen durmiente
que madruga para verla florecida.

Toda noche es una nueva fantasia
dormir con una llama encendida
¡cosas que pudiera imaginar!
perfume, expresion sentimental;
no obstante, vivir de manera sencilla
cada instante en el crisol disfrutar.

Así es el común de un pueblo
con palabras que conmueven
con almizcle de pasiones,
con ardor que se contiene,
con musica, con canciones
para el hombre y el amor;
que con gracia y expresiones,
aviva los corazones.

CAPÍTULO VII

OLOR Y UNIÓN FAMILIAR

Con la mejor intención
sin palabras rebuscadas
con mis manos apretadas
y en el pecho la emoción
se me ensancha el corazón;
hablar de familia implica,
formidable compromiso
pero la verdad sea dicha;
inspiración de improviso.

La familia es un caudal
en aromas fusionada,
todos tienen la fragancia
que la sonrisa regala;
como néctares de flores
que nos embelesa y calma

Compartir momentos gratos
e instantes para llorar,
en abrazo sin igual,
vivimos intensamente;
el amor es nuestra fuente
de una unión apasionada,
innegable, veraz y floreciente

Cual Incienso derramado
sobre el más preciado altar,
eterna delicia es, la familia disfrutar;
soplarán vientos, !huracanes!
mas no podrán derrumbar;
bases que la construyeron
perpetuas, inquebrantables

Cada momento es propicio
celebrar en armonía,
hablar, reír y entonar la melodía;
una canción de esperanza,
de amor, de valor y fe,
donde afloran los recuerdos
de aquel que ayer se nos fue;
pero con la convicción
de algún día volverte a ver.

EL SAMÁN DE AYER

Fue en esa tarde lluviosa,
allí encontré Lirios, Rosas;
Contemplando aquel Samán
que yace como dormido,
en mi causo gran delirio;
recordar aquellas cosas,
¡que temporadas hermosas!

La casa de Ana Lucía
que luce, tal cual Edén,
y ella luce cual Clavel
que brota de noche y día;
jardín de bello florel,
que invita a soñar de pie;
en esos tiempos de ayer.

Se oye sonar de instrumentos
confundidos con el viento,
cantar canciones de amor
y alabanzas al Maestro;
El Creador de tal belleza
singular naturaleza,
encuentro de sentimientos

Para revivir los tiempos
fue necesario el regreso,
rememorar lo vivido,
sin pensar en el olvido;
vivir de alegría sumidos,
inolvidables momentos,
perdurables con el tiempo.

Grande, Samán de mi ayer
con raíces bien plantadas,
tus ramas, eterno vergel
donde el Cristofué anidaba;
soñando el amanecer,
para desplegar sus alas

Ahora caiste Samán!
solo nos queda recuerdos,
del perfume que emanabas,
está impregnado mi cuerpo;
quedaras en la memoria
de los que vieron tu fin;
Samán que yaces dormido
convertido en aserrín.

(Dedicado a Jesús Misael Pérez)

CAPÍTULO VIII

LOOR AL PERFUMISTA

A TI

A ti que eres grande, a ti que eres fiel
a ti Rey eterno, el Dios Creador,
a ti va mi canto, a ti va mi llanto;
aroma del cielo, es mi redentor.

A ti que eres todo, vestido de gloria,
que cubres los cielos, con mantos de luz;
formaste la tierra, el mar y sus olas
mensajero el viento, nubes para andar;
a ti poderoso que vives por siempre,
tus años no acaban, eres eternal

A ti proveedor, rey de las alturas
abriendo tus manos, nos sacias del bien,
das agua al sediento, comida al hambriento
renuevas mi vida, revives mi ser.

A ti te agradezco por gratos momentos
eres el perfume de mi suave ungüento;
basteme tu gracia para oír tu voz,
ponme como un sello en tu corazón.

(Letra para una canción)

CAPITULO IX

APASIONADA FRAGANCIA

Momentos que evocan: afecto, cariño
palabras que expresan: singular idilio
traer a memoria instantes vividos;
perfume silente, somero, prohibido.

Incienso de caricias, abrazos de ternura
mezcla de fragancias en una textura
conexión de afectos, sueños indelebles
matiz de colores, armonia celeste.

Amor compartido, pasión desbordada
simpleza y riqueza; sublime apariencia
fragante caricia, aroma emanada;
reflejada en la expresión de la mirada.

Tesoro especial de valor preciado
aromante, esparcido con acierto
semblante abrumador; cálido, relajado;
olor fragante en la piel ha penetrado

Aceleración de los sentidos,
perfume directo al corazón.
aromas de azucenas, de canela
que perturban la imaginación.

Plantación exótica floral
acacia que desgrana en desvelo
en tierra fértil, orgánica, abonada
surge cual loción en bosque fresco

Apacible flama acaricia el olfato
olor de un milagro, natural encanto,
oceano profundo, dormir sin descanso;
despertar del sueño en un sobresalto.

Extrañar los nexos que tal vez unieron,
excluir del alma todo mal recuerdo;
un canto emotivo, expresion de amor,
inhalar aliento, exhalar amor

Cierto dia podre expresar,
con valor… ¡valio la pena!
llegar al mundo desnudo,
después mi piel fue cubierta;
¡viviré intensa la vida!
gozare una vida plena
como el perfume de miel,
que brota de la colmena.

CAPÍTULO X

ABANICANDO ESENCIA EFICAZ

Todos venimos a este hermoso y complejo mundo trayendo nuestro propio perfume; Dios el Creador, grandioso Arquitecto, tiene un molde especial para cada ser; y en cada uno derramó su esencia. De manera que No somos producto de la casualidad ni de la reencarnación de algún ser que nos antecedió. Pertenecemos a una creación perfecta; y todos somos responsables de reproducir y expandir nuestra propia fragancia en el lugar donde hemos sido colocados. No obstante y por algunas circunstancias, haber tenido que atravesar tiempos y lugares malolientes.

Ser sabio es demostrar prudencia y sensatez para conducirnos correctamente en la vida, que aunque nos parece corta; depende de nosotros aprovechar al máximo cada segundo que inhalamos y exhalamos el oxígeno, ese aliento de vida en el cual no hemos contribuido o hemos puesto esfuerzo alguno en producir; significa andar en equilibrio con el entorno.

La buena fama amerita dedicación y esfuerzo ;
es andar por la vida con reverencia, honra y respeto;
es caminar con corazón dispuesto,
es un eficaz estilo de Vida
es vivir de manera objetiva y efectiva.

Todos nacimos inteligentes, pero no todos somos sabios; la sabiduría es real y evidente cuando se pone en práctica, es decir cuando se desarrolla en pro y en bien de nuestros semejantes, pudiendo así alcanzar beneficios propios y compartidos.

El perfume es la esencia de lo que somos, es la llama de la esperanza; el perfumista es el que prepara el producto con dedicación y disciplina; su mejor intención es causar un efecto positivo; el siente que su corazón palpita con la esperanza de que su creación perdure en el tiempo.

El individuo sabio aplica el perfume y lo esparce de tal manera que llegue a todo lugar, aun el mas escondido rincón sea impregnado con su exquisita fragancia.

El rey Salomon; hombre famoso, sabio y rico en su tiempo; escribió en unos de sus libros acerca de la excelencia de la sabiduría, en el plasmo parte de sus vivencias y experiencias.

“Las moscas muertas hacen que el unguento del perfumista de mal olor; asi un poco de insensatez pesa mas que la sabiduria y el honor” (Eclesiastes 10: 1).

Las moscas muertas son la arrogancia y todas aquellas malas acciones del ser humano que dañan y pudren su esencia natural; provocando surgimiento de consecuencias negativas e inevitables. Un Chef se puede esmerar en preparar su mejor comida, pero esta pierde su valor y es contaminada si en ella cae una mosca.

Preparar un perfume implica tiempo dedicación y esmero; dañar un perfume solo puede tomar segundos. Sin embargo, puede que tengamos un buen perfume pero si no lo aplicamos o esparcimos, nadie lo percibirá.

Un buen ser humano, un buen ciudadano es un perfume agradable; Una pequeña locura, un exceso de confianza, una mala decisión, un desviar del centro del camino por un poco de gloria terrenal, que es pasajera; puede llevarle a perder su aroma, esa fragancia natural con la que fuimos dotados.

La mejor noticia es que podemos recuperarla; fuimos invitados por Dios, El Creador, el gran perfumista del Universo a meditar en: Todo lo que es verdadero, en lo digno, en todo lo que es Justo, todo lo puro, en todo lo amable y honorable; en todo lo que merece elogio y virtud. Todo lo que hemos aprendido, oído, visto y recibido de Él debemos practicar y predicar, su promesa es que jamas faltara su presencia y paz a lado nuestro (Filipense 4: 8-9) LBLA.

Cultiva y conserva tu aroma, esmerate cada dia en ser OLOR FRAGANTE.

A Dios sea la Gloria.

Aura D. Pérez Vargas
2015

Dricilda Pérez Vargas: Autora del poemario, Olor Fragante

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