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Opinión: 20 dolaritos no alcanzan Por Orlando Cuicar

Hace varios años dictando un curso de estructura de costos en Barquisimeto mientras estábamos en Break, conversando con los participantes escuche aspectos de cómo las personas recibían dinero desde el exterior a causa de la remesa de algún familiar. Unos me decían que les enviaban 20 dólares al mes, otros que se ganan 50$ haciendo trabajos de FreeLancer para alguna empresa en Latinoamérica.

Eso fue la norma desde el 2013 cuando las políticas de persecución económica por parte de Nicolás Madura desde el Dakazo llevó al cierre de innumerables empresas y a un aumento del éxodo sin precedentes en la historia venezolana, de esa diáspora se empezó a escuchar el término “20 dolaritos que no te cuesta nada” además de siempre escuchar la palabra “estamos pasando mal, tenemos hambre” y múltiples adjetivos a la nueva forma de depender de alguien que no sea del gobierno.

Cuando se dolariza la economía de forma oficial o de facto, entra la competitividad que no solo se centra en una oferta de productos entre diferentes establecimientos comerciales, sino más bien incentiva a la búsqueda de talento humano que se comprometa y se quede en el puesto de trabajo. Con eso quien pague mejor tendrá trabajadores y quien pague mal estará siempre contratando personas sin preparación y con una altísima rotación de personal. De nada sirve decirle al trabajador que solo puede pagarle 20 dolaritos al mes cuando el patrón exhibe una camioneta y un iPhone. 

El punto es que los 20 dolaritos dejaron de ser suficiente en una economía que cada día sincera sus costos y precios y por ende ese familiar que pide más plata para vivir obliga a quien le provee la posibilidad de enviarle más dinero. Este dador al darse cuenta que vivir en el extranjero implica asumir compromisos como pagar la renta de donde vive, servicios, etc.; manifiesta que para aumentar esa remesa necesita más horas de trabajo o cambiarse de empleo además del agotamiento al que está expuesto y súmele el incremento de la inflación en el país donde reside. Al no poder satisfacer esa necesidad expresa a su familiar en Venezuela que no puede aportar más plata y que lo mejor es que busquen una forma de generar dinero en el país. Sin contar con la realidad de que no se paga alquiler, electricidad, seguros, licencias; solo se requiere dinero para cubrir la canasta básica calculada hoy en unos 340$ al mes y que para finales del 2022 esa cifra debe rondar los 650$.

Eso ha obligado a muchas personas a tener que retomar la búsqueda de empleo, trabajar en algún oficio para poder generar ingresos que complemente los gastos básicos de vida. El uso de una moneda estable y la entrada de la competencia hace que la inflación empiece a estabilizarse al entorno de un dígito como el 8.4% correspondiente al mes de noviembre de 2021 publicado por el Banco Central de Venezuela. Mi proyección para el año 2022 y conversada con varios economistas en dicha materia nos habla de un promedio al 7% mensual mientras se sigue ajustando la economía al ritmo de su dolarización y reactivación del aparato productivo.

Por otra parte, las estimaciones de las cámaras empresariales de crecimiento económico para el 2022 está basado en un aumento del consumo, así como del incremento de la inversión extranjera en el país, pero esa inversión es traída por los propios venezolanos que han decidido reinvertir en sus negocios. Sin contar con las inversiones de aquellas personas que están planificando regresar con un plan de acondicionamiento de sus propiedades ya que en los países donde han estado el efecto pandemia golpeó duramente a la sociedad sin contar con el crecimiento de la xenofobia.

La recuperación económica de Venezuela aún tiene un largo camino por recorrer como la posibilidad de eliminar las trabas burocráticas, constante matraqueo, recuperación del sistema de salud, créditos, adecuación de la Banca al uso de instrumentos en moneda extranjera, conectividad, servicios públicos y por sobre todo un estado de derecho que respete la propiedad privada.

Por último, cuando se dolariza la economía, las personas piensan de forma constante en el valor del dinero y más cuando es una moneda dura y de libre convertibilidad y movilidad. Dejan a un lado el tema político y solo se enfocan en producir dinero y adaptarse a la realidad de que si no trabajas no puedes cubrir tus gastos y el patrocinio de un familiar en la diáspora cada vez es insuficiente.

 

MSc. Orlando Cuicar Ortiz

twitter @orlandocuicar

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