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Opinión: El escenario que le espera a venezolanos, luego de reñidas elecciones del Ecuador, Por Enrique López Alfonzo



Ecuador elige entre dos modelos contrapuestos el próximo presidente del país. Lenín Moreno, que termina su mandato el 24 de mayo, no se presentó a estos comicios, por lo que Ecuador deberá elegir entre un regreso al correísmo, de la mano de Arauz, o la corriente neoliberal de Lasso, para quien es su tercer intento consecutivo por llegar a la presidencia desde 2013 al frente del movimiento Creando Oportunidades (CREO).


Las elecciones se celebran en un ambiente de crisis económica agravada por la pandemia y la necesidad urgente de impulsar la vacunación, que apenas ha alcanzado hasta ahora a unas 120.000 personas en un país de 17 millones.

En medio de esta puja la comunidad Venezolana extiende un pedido al próximo gobierno. La pregunta, central, es conocer la postura y el reconocimiento o no del futuro presidente al régimen de Nicolás Maduro, sin embargo la inquietud de toda una comunidad, se amplía a cómo el próximo gobierno afrontará el impacto de la migración venezolana en el país. Es clara la postura de apoyo del precandidato presidencial de la alianza Unión por la Esperanza, Andrés Arauz, al régimen de Nicolás Maduro. Así como la de rechazo del candidato presidencial por la alianza CREO – PSC, Guillermo Lasso, incluso desde su anterior campaña para llegar al sillón de Carondelet.

Los planteamientos para el próximo primer mandatario van desde los pedidos para flexibilizar las medidas para obtener la regularización hasta la rendición de cuentas sobre los recursos donados al Ecuador por la comunidad internacional en ayuda humanitaria.

Aunque la Ayuda Humanitaria busco solventar la crisis migratoria ocasionada por el ingreso masivo de Venezolanos al Ecuador, está, estuvo lejos de ser una sólida solución que encaminara la atención o el alivio a las urgentes necesidades de toda una población que llegó vulnerable, sobre todo porque no existió idóneos dispositivos, mecanismos y modalidades de control, contrapeso, supervisión y seguimiento de los funcionarios, redes de voluntariado y agentes privados que manejaron dichos recursos, lo que a final de cuentas no permitió cubrir las inquietantes necesidades de los venezolanos.

La crisis migratoria ha sido un examen y los países de la región salvo casos excepcionales, claramente lo han reprobado. Ecuador fue uno de los primeros países en sufrir el impacto de un desplazamiento masivo del cual no estaba preparado, pero a su vez recibió todo el apoyo de la comunidad internacional, luego de que está evaluará y observará el ambiente de nerviosismo e incertidumbre que al mismo tiempo, se incertara no solo en las instituciones del Estado, sino en toda una sociedad. El país de algún modo al verse rebasado, llegó a resistirse contra lo que considero un invasor.

Los primeros comentarios sobre el estado real de la crisis se centraron en los errores de la información oficial que ocultaban la gravedad de la situación, así como la falta de un control real del ingreso un costo calamitoso, para un país en evidente recesión económica.

Luego de una investigación superficial pero no menos inquietante se pudo envidenciar que la ayuda humanitaria en Ecuador sus cuentas no fueron claras y el dinero que llegó no resolvió lo que realmente se necesitaba resolver.

Diana Veloz, directora de la Unidad de Inclusión de la Comunidad Extranjera de la Cancillería, en su momento presentó “un diagnóstico” sobre la cooperación internacional que recibió Ecuador.


Por primera vez, Diana Veloz directora de la Unidad de Inclusión de la Comunidad Extranjera de la Cancillería, dio a conocer “un diagnóstico” sobre la cooperación internacional que recibió Ecuador, y fue presentado en la última reunión de la XVIII Mesa Nacional de Movilidad Humana del 31 de agosto del 2020.

En ese diagnóstico, Veloz dijo que trabajaron desde diciembre del 2019 hasta marzo del 2020 con los diferentes organismos públicos, empresa privada y entes internacionales para recabar la información sobre los proyectos que desarrollaron en torno a movilidad humana en Ecuador. “Realizamos 90 reuniones”, aclaró; y presentó un organigrama donde se indicaba que en cooperación multilateral el Programa Mundial de Alimentos (PMA) usó USD 33.701.397,12; Acnur, USD 2.267.090,70, y la Organización Internacional de Migraciones (OIM), USD 680.000.


Mientras que las organizaciones no gubernamentales, socias ejecutoras de las agencias del sistema de Naciones Unidas, usaron: HIAS, USD 12.617.070,58; Servicio Jesuita de Refugiados, USD 4.597.929; y el Consejo Noruego para Refugiados, USD 1.668.924.

“Según el diagnóstico presentado por Cancillería, Ecuador recibió USD 109.755.017,48 en cooperación internacional para movilidad humana en total, durante el 2019″…

La oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Unocha, por sus siglas en inglés) mantiene un Servicio de Seguimiento Financiero (FTS, por sus siglas en inglés) en el que las agencias de la ONU y ONG’s que sirven de socios ejecutores, deben registrar el gasto que realizan y el dinero que reciben en los diferentes países donde operan.
En su sección Ecuador las cuentas del 2019 reportadas a la FTS por el PMA, Acnur, OIM y HIAS no coinciden con las registradas en el diagnóstico que presentó la Cancillería durante la 18° Mesa de Movilidad Humana.

Por ejemplo: el PMA reportó a la FTS que durante el 2019 se gastó en el Plan de Respuesta para los Migrantes y Refugiados en Ecuador: USD 26,6 millones. Mientras que en el diagnóstico presentado por Cancillería, se dice que el PMA gastó en el 2019 USD 33,7millones. El PMA reportó al gobierno ecuatoriano que durante el 2019 usó USD 7,1 millones más.

Ahora, Acnur Ecuador reportó a la FTS que durante el 2019 se gastó en el Plan de Respuesta para los Migrantes y Refugiados en Ecuador USD 9,5 millones. Mientras que en el diagnóstico presentado por Cancillería, se indica que Acnur gastó en el 2019 USD 2,2 millones. Acnur Ecuador reportó al gobierno ecuatoriano que durante el 2019 usó USD 7,3 millones menos.

En lo reportado por OIM y HIAS Ecuador existen las mayores diferencias entre lo registrado a la FTS, y lo declarado al gobierno ecuatoriano. La OIM declaró a la FTS que durante el 2019 usó USD 8,3 millones; mientras que HIAS Ecuador reportó que usó USD 2 millones. Ambos presupuestos para atender a la migración venezolana. Pero, según el diagnóstico presentado por Cancillería la OIM usó durante el 2019, USD 680 mil, y HIAS Ecuador, USD 12,6 millones. Una diferencia de USD 7,6 millones y USD 10,6 millones, respectivamente.

Daniel Regalado es presidente de la Asociación Civil Venezuela en Ecuador y miembro del Consejo de Protección de los Derechos de Quito en representación de las personas en movilidad humana. Una asociación que diariamente atiende a 200 venezolanos entre las ciudades de Quito, Guayaquil, Cuenca, Huaquillas e Ibarra.

“Nosotros siempre hemos sido fuente de información y convocatoria para ellos (las agencias de las Naciones Unidas y ONG’s internacionales). HIAS me ha decepcionado completamente, con el Consejo Noruego (de Refugiados) mantengo menos del 30% de apoyo hacia ellos. La OIM para mí solo es un centro de estadísticas, y lo poco que hacen lo hacen a escondidas. Uno se entera después. Y Acnur siempre deriva a sus socios ejecutores lo que quieran hacer. También me tienen muy decepcionado, y ya no sé si atenderles la llamada cuando me llaman”…

La asociación que dirige Regalado tiene 4 años buscando maneras de integración y cooperación con los organismos de cooperación internacional en Ecuador que vayan más allá del asistencialismo. “Desde el año pasado hasta acá he rechazado cualquier cantidad de propuestas de Acnur porque no las veo ejecutables. Son muy sectorizadas y no atienden las prioridades de los venezolanos migrantes (…); todo esto lo digo porque me han llegado muchísimos testimonios sobre cómo es la manera de actuar de ellos (Acnur, HIAS, consejo noruego,  a la hora de asignar ayudas. Es una lotería, así de sencillo”.

Óscar Padrón, ex presidente de la asociación Migrante Universal, también habla acerca de la inversión que realizó la OIM para realizar el proceso de regularización de los venezolanos en Ecuador a través de la Visa de Excepción por Razones Humanitarias (VERHU). “El resultado fue negativo. No dan las cifras reales. Y vemos que miles de venezolanos quedaron irregulares.


Según datos de Cancillería Ecuador, para atender el proceso de regularización migratoria de los venezolanos con la visa VERHU, ellos pusieron en marcha el Centro Especializado en la Emisión de Visas de Excepción (CEVE).
Para la creación y funcionamiento de ese centro, la Cancillería destinó USD 714.509,59 entre octubre del 2019 y agosto del 2020.  Además, el personal de las coordinaciones zonales, consulados y otras dependencias de la Cancillería también participaron en el proceso.

La OIM hizo una donación de “equipos informáticos” por USD 429.657,43 para el funcionamiento del CEVE. “A ello se debe sumar el aporte, con consultores y personal especializado, que han ofrecido ACNUR y OIM”.

El acceso a controles y evaluaciones de los proyectos e inversiones que realizan las agencias de la ONU y ONG’s internacionales a favor de migrantes y refugiados venezolanos en Ecuador no es completo.

La crisis migratoria ha sido un examen y los países de la región salvo casos excepcionales, claramente lo han reprobado.

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