Comunidades de los Estados Unidos bajo el asedio de los conflictos políticos del continente americano.
Debido a los requerimientos de asistencia humanitaria para una oleada de inmigrantes llegando a la ciudad de New York, cerca de 2.500 personas a la semana, a comienzos de agosto de 2023 la Alcaldía de la ciudad anunció la instalación de un refugio para albergar a unos 300 inmigrantes en Staten Island. La decisión fue recibida con una fuerte oposición por parte de la comunidad, que alegaba que el refugio representaba una amenaza para la seguridad de la comunidad.
El 22 de agosto de 2023, un grupo de políticos y vecinos de Staten Island presentaron una demanda para solicitar la prohibición de la apertura de un refugio para inmigrantes en el distrito. El refugio, ubicado en una escuela cerrada en 2018, tiene capacidad para 300 personas, estando ubicado a pocos metros de una escuela católica para niñas.
En respuesta a la demanda, la ciudad de Nueva York argumentó que el refugio era necesario para atender a los inmigrantes que llegaban a la ciudad. La ciudad señaló que el refugio estaba ubicado en un área segura y que estaba bien administrado. También afirmó que las preocupaciones de los vecinos eran infundadas.
Anteriormente, en junio del 2023, la Alcaldía de New York había presentado una demanda contra 31 condados del Estado de New York, por dictar órdenes ejecutivas para evitar que la Administración del Alcalde Eric Adams trasladara inmigrantes a hoteles situados en esas jurisdicciones.
Los funcionarios de la Alcaldía señalaban que esos condados habían intentado cerrar sus puertas en lugar de prestar su asistencia a los esfuerzos razonables y legales de la ciudad de New York para abordar la crisis de inmigración, exigiendo a la corte declarar nulas y sin efecto esas órdenes ejecutivas, para poder ubicar a los migrantes en esos condados.
Indicaban estos funcionarios que pese a que la Alcaldía de New York iba a asumir todos los gastos, los condados habían usado las órdenes ejecutivas, basadas en informaciones engañosas de que estos traslados de migrantes a sus jurisdicciones de alguna manera constituiría una emergencia que pondría en peligro la seguridad pública.
Pero el 8 de septiembre de 2023, el Alcalde de la Ciudad de New York, ric Adams, realizó una declaración pública señalando que la inmigración masiva llegada a la ciudad en el reciente año va a destruir Nueva York, en su último llamamiento dramático para pedir mayor implicación del Gobierno central para controlar el flujo migratorio.
“Nunca en mi vida he tenido un problema al que no le viera un final. No veo un final para esto. Este asunto va a destruir Nueva York“, afirmó Adams en las declaraciones más dramáticas que fueron reseñadas por todos los medios de comunicación.
Adams continuó diciendo que “Ahora estamos viendo que personas de todo el mundo han decidido pasar por la parte sur de la frontera y llegar a la ciudad de Nueva York. Y todo el mundo dice que es un problema de la ciudad de Nueva York. Todas las comunidades de esta ciudad se verán afectadas. Tenemos un déficit de 12 mil millones de dólares que vamos a tener que recortar. Todos los servicios en esta ciudad se verán afectados, todos nosotros”
Y luego concluyó diciendo que este problema va a llegar a todos los vecindarios de la ciudad: “Todos nosotros nos veremos afectados por esto. Lo dije el año pasado cuando teníamos 15.000. Y les digo ahora, con 110.000, la ciudad que conocemos está por desaparecer y estamos todos juntos en esto.”.
Un concepto básico de seguridad.
Como punto de partida en nuestro análisis, debemos definir un concepto amplio de seguridad: La seguridad es el conjunto de condiciones materiales que permiten la plena realización de las personas y las comunidades, estando en su nivel superior, la Nación.
Este concepto utiliza como punto de partida el concepto objetivo francés de seguridad, el cual indica que es una situación objetiva, con base en las condiciones materiales, económicas, políticas, lo que entraña la ausencia de peligro para las personas o las amenazas a la propiedad y determina la confianza. (Situation objective, reposant sur des conditions matérielles, économiques, politiques, qui entraîne l’absence de dangers pour les personnes ou de menaces pour les biens et qui détermine la confiance. Académie française, Dictionnaire de l’Académie française. Paris. Imprimerie Nationale, 1992, s. v. ‘Securitè’.)
La diferencia entre ambos conceptos, es el enfoque positivista del primero (permitir la plena realización) y el negativista del segundo (la ausencia de peligro o las amenazas).
Sin embargo, ambos coinciden en el aspecto objetivo de la seguridad, frente a las posturas que otorgan al concepto un enfoque subjetivo, que hace énfasis en la percepción acerca de las condiciones materiales.
Visto estos dos conceptos básicos, al interpretar a los vecinos de la comunidad de Staten Island que fue mencionada, y su reclamo sobre las amenazas a su seguridad, debemos hacer un análisis en dos pasos.
Primero: por seguridad, la comunidad se refiere a las condiciones materiales para su plena realización, es decir, que el curso de los acontecimientos, en su vida cotidiana, se encuentra proyectado hacia su plenitud, que no es otro que el bien común de su vecindario, y la contribución de ese bienestar en su interacción con otras comunidades, integradas a la realización de la nación. O en los términos del concepto francés, la ausencia de peligro para las personas o de amenazas a la propiedad.
Segundo:en el anterior contexto, las amenazas a la seguridad son situaciones concretas, tangibles o intangibles, que produzcan una alteración, incluso potencial, de las condiciones materiales, económicas, sociales o políticas afectando la plena realización de la comunidad.
Amenazas transversales.
La situación que genera este conflicto en la comunidad de Staten Island en New York, tiene su origen en una realidad que transcurre en otro lugar, a miles de kilómetros de la ciudad.
En América Latina se ha venido consolidando un entorno político hostil, caracterizado por amenazas dirigidas contra los Estados y sus sistemas democráticos, cuyo objetivo principal es socavar las reglas de funcionamiento de sus comunidades nacionales. Las instituciones democráticas han perdido prestigio ante la ciudadanía, emergiendo una fuerte apatía o rechazo hacia las fuerzas políticas tradicionales, un declive que ha afectado la confianza tanto en los gobiernos, como en los sistemas políticos existentes.
La corrupción es la más visible de estas amenazas.
La corrupción es un fenómeno complejo que en muchos gobiernos del continente americano se ha corporativizado, es decir, que ha adquirido una estructura similar a corporaciones empresariales, pero destinadas a usar el poder público para obtener beneficios individuales y colectivos para sus integrantes. Si bien la corrupción es un problema global que afecta a todos los países, independientemente de su nivel de desarrollo, es su alcance corporativista lo que está creando un entorno social altamente conflictivo que logra extenderse más allá de las fronteras de esos países.
La corrupción tiene un impacto negativo en la seguridad internacional de diferentes maneras.
En primer lugar, debilita la capacidad del Estado para cumplir con sus funciones básicas, como la prestación de servicios públicos, la protección de los derechos humanos y la aplicación de la ley. Esto puede generar inestabilidad política y social, lo que faccilita el asentamiento de amenazas transnacionales, como el terrorismo, el narcotráfico y la delincuencia organizada.
En segundo término, la corrupción puede generar incentivos para que los propios Estados participen en actividades ilícitas, como la explotación ilegal de minerales, el tráfico de armas, la trata de personas o la financiación del terrorismo. Esto puede conllevar a la inestabilidad regional y mundial.
y en un tercer aspecto, la corrupción dificulta la cooperación internacional para abordar las amenazas transnacionales. Los Estados corruptos pueden ser reacios a compartir información o cooperar con otros países para combatir las actividades ilícitas antes referidas.
El principal problema que la corrupción corporativizada de los gobiernos ocasiona, es que la obscena rapiña sobre los recursos públicos dejan a un lado las necesidades sociales, imponiendo el empobrecimiento de las vastas mayorías de los ciudadanos.
La persistencia de esta situación ignominiosa, que con el cambio de los gobiernos de turno parece no cesar, muchos ciudadanos de estos países, conscientes de un futuro desesperanzador, han optado por el éxodo hacia países con un mejor desempeño institucional, convirtiéndose la migración, en sí misma, en un reto para la seguridad de las naciones hacia cuyos territorios fijan el rumbo.
No son los migrantes las amenazas concretas. Son los regímenes en los que se encuentran enquistadas estas corporaciones criminales que utilizan el poder público para desarrollar sus actividades delictivas, engullendo los recursos que pertenecen a los pueblos de esos países.
Son amenazas transversales porque no se limitan a un ámbito geográfico en específico, ya que afectan varios países con un alcance regional y supraregional.
La complejidad de estas amenazas de carácter estatal, es que aún cuando se encuentren debidamente identificadas, su abordaje y tratamiento resulta intrincado, toda vez que los artífices de estas conductas usan como escudo el denominado principio de no intervención en los asuntos internos de los países.
Los conflictos colaterales.
Resumiendo lo que se ha explicado, es cierto que el impacto nacional de estas amenazas llega a diferentes ámbitos de sus comunidades, como son la economía, la seguridad pública, el libre ejercicio de la ciudadanía o el medio ambiente.
El hecho de que el origen de las amenazas transversales se encuentre en otros países, tiene un impacto significativo en las expectativas de seguridad de una comunidad como Staten Island. Por una parte, genera un sentimiento de inseguridad y vulnerabilidad, ya que la comunidad está expuesta a las amenazas que se originan en otros lugares. Y en otro ámbito, dificulta la prevención y la respuesta a las amenazas, ya que las autoridades públicas tienen infranqueables limitaciones para coordinarse con otras instancias de gobierno, que a su vez se encuentran imposibilitadas de obtener la cooperación de los representantes públicos de otros países.
Estas amenazas transversales están ocasionando conflictos colaterales en comunidades como Staten Island, en New York, que consideran que su seguridad se ve amenazada.
Por otro lado, se ha venido generando un clima de miedo y desconfianza, lo que puede conducir a la discriminación y el rechazo de los grupos vulnerables, como los migrantes, pero en contraposición, existe la percepcion de un aumento de la delincuencia y la violencia, que al afectar negativamente a la seguridad de las comunidades, encuentran en la migración la causa de esas situaciones emergentes. Pero en su aspecto más negativo, las condiciones materiales de convivencia apuntan hacia un aumento de la desigualdad social, lo que puede crear tensiones y conflictos entre los diferentes grupos sociales, o entre residentes y migrantes refugiados.
Los conflictos colaterales son aquellos que se producen como consecuencia de un conflicto principal. Pueden ser conflictos internos o externos al conflicto principal, y pueden involucrar a partes que no están directamente involucradas en el conflicto principal.
Los conflictos colaterales internos pueden tener un impacto significativo en la región o el país donde se producen. En el tema que estamos abordando, el desplazamiento representa una expresión del avanzado derrumbe en la confianza social.
Pero ese impacto es igualmente relevante en los países que se ven afectados por la expansión del conflicto principal.
Los conflictos colaterales externos pueden ser difíciles de prevenir, contener o resolver, porque su origen se encuentra en otro país, y el abordaje de esta amenaza transversal requiere del empleo de estrategias de Estado, algo a lo que no tienen acceso las autoridades comunitarias locales que deben abordar las consecuencias inmediatas de las situaciones emergentes.
Tratándose de una amenaza transversal, se requiere de una respuesta integrada en los diferentes niveles de gestión pública donde los conflictos colaterales externos se manifieste.
Negación e imposición.
Determinar una amenaza de seguridad es una idealización de un evento futuro provocado por elementos materiales, tangibles e intangibles, capaces de ocasionar un cambio en las condiciones que brindan a una comunidad el sentido de seguridad.
Es en esencia un futurible.
Una comunidad es corresponsable en la consolidación de las condiciones materiales de seguridad, pero no tiene, porque no puede, las capacidades suficientes para afrontar todos los desafíos que se erigen en su concreción.
Una significativa responsabilidad recae en la administración pública.
Pero en este caso en particular, la decisión de alterar las condiciones materiales de la comunidad proviene de la propia administración pública, que tomó la decisión de implantar un refugio para 300 personas completamente desconocidas para la comunidad. Como se observa en este caso, la administración pública desestima la percepción que la comunidad tiene sobre las consecuencias de esta decisión, señalándole de infundada, precisamente por tratarse de un futurible que no puede ser comprobado, ni en tiempo presente, ni materialmente, porque el daño no ha sido infligido. Pero esta manifestación desdeñosa sobre una potencial amenaza, no arroja certeza sobre su improbabilidad.
Pero lo que resultan sorpresivas son las declaraciones del Alcalde de New York, varios días después, indicando que la ciudad se encuentra encaminada hacia su destrucción, lo que precisamente es el temor manifestado abiertamente por los vecinos de Staten Island.
No hace falta desarrollar un análisis crítico para presentar un escenario amenazante en el futuro, porque el Alcalde de New York admitió la probabilidad del mismo.
Es posible afirmar que la administración pública se negó a valorar una potencial amenaza de seguridad que está siendo infligida por la propia administración, negándose a permitir que las comunidades puedan participar libremente en el ejercicio de la gestión de los asuntos públicos que son de interés para su seguridad.
La administración pública tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad de las comunidades. Sin embargo, en este caso, la administración pública tomó la decisión de implantar un refugio de inmigrantes sin realizar una evaluación integral de los inmigrantes que se alojarían en el refugio. La administración pública también se negó a desarrollar un plan para mitigar cualquier impacto negativo que pudiera tener el refugio en la comunidad.
Estas acciones de la administración pública pueden considerarse como una amenaza de seguridad para la comunidad. La comunidad tiene derecho a expresar sus preocupaciones sobre la llegada de un gran número de personas desconocidas a su comunidad. La administración pública debe tomar en cuenta estas preocupaciones y trabajar con la comunidad para desarrollar un plan que garantice la seguridad de todos.
La negativa de la administración pública a permitir que las comunidades participen libremente en el ejercicio de la gestión de los asuntos públicos que son de interés para su seguridad es una violación de los derechos de la comunidad. La comunidad tiene derecho a ser consultada sobre las decisiones que afectan a su seguridad. La administración pública debe garantizar que las comunidades tengan un papel activo en la toma de decisiones sobre la instalación de refugios de inmigrantes.
El Uróboros de las amenazas emergentes.
El mito de la serpiente que se muerde la cola se conoce como Uróboros. Es un símbolo antiguo que se encuentra en muchas culturas diferentes, y que representa la idea de un ciclo o un ciclo sin fin.
En la mitología griega, Uróboros (οὐροβόρος) era una serpiente gigante que rodeaba el mundo y se mordía la cola. Representaba el ciclo de la vida y la muerte, y la idea de que el principio y el final son uno.
En el contexto de los conflictos colaterales, Uróboros puede representar la idea de que los conflictos pueden generar más conflictos. La interacción en otros espacios puede generar un aumento de la tensión, producto de la resistencia al cambio en comunidades ajenas a la realidad material primigenia. Esto, a su vez, puede generar nuevos conflictos, lo que puede crear un ciclo de violencia e inestabilidad.
Analizando la causa de las amenazas primigenias, en los países de origen de los migrantes, indicamos que el debilitamiento de las instituciones políticas fue ocasionando un deterioro en la calidad democrática, lo cual permitió que emergieran factores totalitarios que fueron negando la posibilidad de realización plena de las comunidades.
En este caso, las autoridades de la ciudad de New York han venido tomando decisiones con un fuerte rechazo en las comunidades, lo que deriva en una disminución en la confianza ciudadana en el sistema de gobierno. Pese a esto, las autoridades se niegan a crear canales de conciliación y consenso, propios de un ambiente democrático, y avanzan en su interpretación de la realidad, empleando el poder público para imponer sus decisiones.
Pero otro aspecto está generando alarma tanto en los órganos de control como en la ciudadanía.
Actualmente la ciudad de New York ha firmado, en el marco de la emergencia migratoria, cerca de 4.000 millones de dólares en contratos relacionados con la crisis migratoria, donde solo un 2% de los recursos asignados se hizo mediante los procesos regulares de licitación. Las alertas sobre la opaca gestión de los recursos financieros, toman en cuenta aspectos como el hecho de que unos 2.200 millones de dólares han sido canalizados a través de una organización sin fines de lucro de la ciudad, la New York Health and Hospitals Corp., cuya gestión carece de las estrictas regulaciones de otras agencias del gobierno local.
En este contexto, se han venido extendiendo críticas concretas sobre la opacidad en la gestión de los recursos de la ciudad de New York en la crisis migratoria.
La Administración de la Ciudad ha sido acusada de no proporcionar información suficiente sobre los contratos relacionados con la crisis migratoria. En algunos casos, la información sobre los contratos es escasa o está incompleta, lo que dificulta el control público sobre el uso de los recursos públicos.
También ha sido señalada la Administración de la Ciudad de no cumplir con las leyes y regulaciones que gobiernan la adjudicación de contratos públicos. En algunos casos, la ciudad ha adjudicado contratos sin pasar por los procesos regulares de licitación, o ha adjudicado contratos a empresas que no cumplen con los requisitos legales.
Igualmente, se han denunciado casos de conflicto de interés en la adjudicación de los contratos relacionados con la emergencia declarada. En algunos casos, los contratos se han adjudicado a empresas vinculadas con funcionarios públicos, lo que podría generar sospechas de corrupción.
Esto significa que las decisiones sobre la utilización de los recursos públicos se están realizando al margen de los canales administrativos regulares, evadiendo los controles pertinentes.
Estos factores apuntan a la posible corporativización de la gestión de los recursos financieros de la ciudad, bajo el paraguas de la emergencia migratoria. Lo que ha llevado a presumir la existencia de causas similares que han venido originando la desestabilización de los países de donde proceden los inmigrantes.
El rechazo a las decisiones de las autoridades de New York por parte de las comunidades es un síntoma de que la gestión municipal comienza a ser cuestionada, lo que pudiera ocasionar una crisis de gobernabilidad. Cuando las autoridades toman decisiones que no responden a las necesidades de la población, se generan tensiones y conflictos que pueden desembocar en la inestabilidad del sistema democrático.
Si adicionalmente a la corporativización de la gestión de los recursos públicos, las autoridades se niegan a crear canales de conciliación y consenso con sus comunidades, la gestión del gobierno de New York sólo alimentará el descontento y la desconfianza ciudadana.
Para superar esta situación, es necesario fortalecer las instituciones políticas y promover la participación ciudadana. Esto requiere un esfuerzo de todos los actores involucrados.
El debilitamiento de las instituciones políticas en las comunidades receptoras de migrantes es un problema complejo que tiene un impacto negativo en la seguridad y el bienestar de los ciudadanos residentes. Es necesario tomar medidas para fortalecer las instituciones políticas y promover la participación ciudadana para prevenir que las amenazas primigenias de los países que han ocasionado el desplazamiento de su población, se conviertan a su vez en amenazas emergentes en los lugares de acogida.
Tal vez es cierto lo que dice el Alcalde de New York, cuando alerta que la ciudad que actualmente es conocida está en riesgo de desaparecer, pero muy posiblemente las causas de esa destrucción están gestándose en la propia administración pública.
Fuente: https://www.meer.com/en/76330-transversal-threats-collateral-conflicts (original en ingles)
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