En la política no existe un ABC de acción ni de conformidad plenamente de pensamiento y mucho menos un orden lógico racional, ni coyuntural ni permanente ante una realidad, siempre habrá visiones diferentes o similares, dependiendo de los intereses involucrados.
En la obra “El Príncipe” con el cual N. Maquiavelo, funda la ciencia política, representa una obra científica que desnuda la realidad político – social per seculum seculorum.
No es un manual de despotismo; es un manual práctico para gobernar y mantener el poder sin caer en las trampas y los engaños de los hombres. La religión como la moral, pueden ser utilizados para consolidar el poder, pero el funcionamiento de ése es completamente ajeno al de aquellas.
Aunque san “inmorales”, los fines políticos, justifican siempre los medios empleados.
El problema según “El Príncipe” no es legitimar el poder, sino mantenerlo en base a la fuerza y la astucia, únicos elementos capaces de explicar la caída de imperios y gobiernos. El lenguaje de la fuerza, se explica en “El Príncipe”, se considera necesario para incrementar y mantener el poder.
También en esto obra se plantea un dilema en cuya respuesta se halla una gran dosis de la filosofía política sustentada: si vale mas ser amado que temido o temido que amado. Desde luego, cuando resulta imposible ser ambas cosas a la vez, como ocurre casi siempre. “es preferible ser temido que amado”.
Todo lo que ocurra, nos guste o no, que esté involucrado en la búsqueda o mantenimiento del poder, es completamente válido, eso nos permite interpretar en nuestra realidad que, tanto lo que hace el régimen como la oposición, en sus distintas vertientes ideológicas, están aceptadas.
Por supuesto, el régimen juega su condición de estar fuera del contexto internacional, lo que hace la situación política mas difícil para entender y actuar.
Ellos imponen condiciones y parámetros asimétricos y la oposición debe obligarlos, de acuerdo a la CN, a asumir el modelo simétrico planteado en ella. En ese escenario real, avanza el proceso de “la primaria” de los sectores de oposición y éstos, la mayor parte de adversidades las llevan en sus espaldas.
Un problema resaltante es el impuesto por el régimen que son las “inhabilitaciones políticas”. Éstas indudablemente es una dificultad de marca mayor, porque aunque devienen del régimen, también son utilizadas por sectores de oposición como una gran fortaleza política para aspirar al poder con mayor potencialidad.
Esta circunstancia lleva, ineluctablemente, a factores segregacionistas que intervienen en contra de la UNIDAD TRASCENDENTAL OPOSITORA y a favor del régimen comunista, fascista y mafioso en el poder, buscar una razón para su existencia…
Como buscamos simetría e igualdad de condiciones; en primer lugar, que la oposición como un todo está dispuesta a cambiar esas condiciones de inequidad para obligar al régimen a ceder, es decir, trocar el temor por más temor en la calle o negociar condiciones con beneficios.
En segundo lugar, negociación política para aceptar condiciones atípicas del régimen, pero por la cual disfrutan en lograrlas.
La sociedad venezolana, en su plenitud física y mental, pero que sufre día a día la “Tragedia Nacional” los embates del USURPADOR PROCUBANO y de su régimen, solicita al unísono, con un grito ensordecedor una estrategia política firme que consolide en tiempo y espacio una auténtica Unidad Nacional que, trascienda los espacios de una normalidad que no es normal que esté conformada no sólo por los partidos políticos, sino por todos los sectores activos de la vida nacional:
Universidades públicas y privadas, gremios profesionales, academias de todo el ámbito científico, las iglesias cristianas y otras; empresarios, trabajadores, estudiantes, comandos vecinales de acción política y un aspecto bien importante y determinante en la acción de cambio irrestricto que necesita nuestro país, como es la participación, en ese gran movimiento de unidad nacional, de los llamados “ex chavistas”; movimientos sociales que apoyaron en otrora al “comandante eternamente enterrado”, que están hastiados del régimen procubano y del desmadre causado por los comunistas, fascistas y mafiosos en el poder.
Este gran movimiento de Unidad Nacional, sin duda, acarreará al régimen que dirige el personaje de marras muchas dificultades en el intento de perpetuarse para siempre en el poder; no habrá espacios para la violencia, el camino es la paz verdadera, no la “paz de los sepulcros” ordenada desde la habana; la meta es consolidar los principios filosóficos inspiradores de la CN de 1999:
Estado Social de Derecho, Libertades Ciudadanas, Pluralidad Política, Respeto de los Derechos Humanos, Independencia de los Poderes Públicos; todos con un sentido inequívoco de desarrollo geométrico de la democracia.
Este gran movimiento de Unidad Nacional traerá consigo fe y esperanza en el cambio necesario; el pueblo no está latente ni dormido, está esperando ese llamado de Unidad, de lucha, de transformación social, para movilizarse mucho más, pero ahora, con vehemencia y decisión de cambio del gobierno (exclusivamente del inquilino de Miraflores) en nuestro país, como la “única vía” de proceder a la instalación de manera, inequívoca, de una ideología cuyos principios filosóficos y metafísicos, sea la “calidad de vida” de todos los venezolanos.
La movilización no es la única estrategia de lucha, pero si es la más imprescindible. También es un heroísmo del pueblo venezolano, el contar con el respaldo y la solidaridad extrema de la comunidad internacional.
Este Gran Movimiento de Unidad Nacional, el cual se ha planteado (tengo, contados hoy, más de 18 artículos realizados en el logro de ese objetivo) durante los últimos años y que no se ha podido consolidar por razones subalternas y clientelares, unas, y crematísticas otras, es determinante, es vital y es reconfortante para el espíritu de lucha de nuestros coterráneos; y estas razones terminarán de hundir, en tiempo y espacio, en el foso de estiércol, en el cual está, al USURPADOR PROCUBANO y su régimen.
Para ello, la “primacía de la realidad” es la piedra angular para alcanzar los objetivos determinados en la estrategia de lucha planteada.
Estrategia política y coraje constituyen la fuente de la victoria: sabiduría, el entendimiento y aceptación de los momentos diacrónicos estelares de nuestra vida republicana, nos darán el brillo necesario para derrotar las huestes asesinas, comunistas y antipatrióticas, que han causado la hecatombe política, económica, social y moral sufrida por nuestro pueblo en los últimos 24 años, incluyendo la peor y la más desgraciada de todas:
LA MIGRACIÖN, que rompió la estructura de toda sociedad: la familia. La oposición debe entender en una concientización in extremis que, rescatando la democracia y la libertad vendrán oportunidades políticas y donde la pluralidad política florecerá de ese jardín putrefacto donde se encuentra hoy.
La transición de la dictadura a la democracia, no la puede representar ni la prepotencia ni el autoritarismo, el país está harto y exhausto de 24 años de gestión con esa caracterización. El país necesita una persona que muestre una actitud de estadista, inteligencia y experiencia acompañada de calma y cordura para estos momentos estelares que se avecinan.
La FAN, tiene la oportunidad histórica de plegarse a este gran movimiento de reconstrucción nacional; ellos deben plegarse a la bandera originaria y libertaria de nuestro Libertador Simón Bolívar:
Convertir de verdad, verdad a nuestro ejército en verdaderos “forjadores de libertad”. Pero, para lograr este propósito es necesario renunciar a cualquier interés individual, grupal, partidista o cualquier otro; lo importante, es rescatar nuestra Democracia, nuestras libertades ciudadanas y republicanas, nuestro Estado de Derecho y declarar al “comunismo” como enemigo acérrimo de una sociedad plural y principal protagonista de la miseria, el hambre y la muerte.
Llegó la hora de las definiciones, “quien no participa en la cosa pública, no puede llamarse pasivo, sino inútil”.
Profesor Universitario
@MARLONJ03650037
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