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#OPINION Por Soc. Ender Arenas Barrios: La renuncia o la huida

Una vez más, Henrique Capriles o Capriles Radonski, como le gusta que su nombre sea colocado en el tarjetón electoral, porque, dizque, esa es su marca, no se hace cargo de lo que hace. No es la primera vez que lo hace, Antonio de la Cruz, en su artículo que está publicado en esta misma página, “Capriles: estrategias ocultas y el futuro de la democracia”, hace un excelente resumen de sus abandonos.

 ¿Qué es lo peor de la renuncia de Capriles Radonski? Bueno, lo peor, es que, justamente, él sabe lo que hace y eso, junto con Rosales, lo convierte en un irresponsable político, puesto que sus decisiones, tienen la intención de producir efectos perversos sobre terceros.

Solo que “terceros” aquí, remite al país o por lo menos a las mayorías que aspiran salir de lo que se ha convertido en una verdadera pesadilla.

 En el caso, tanto de Capriles Radonski como en el de Rosales, esa irresponsabilidad política remite, también, a una irresponsabilidad ética y conforman una concepción de la política, que se asume solo de manera instrumental y de mero cálculo, donde la recuperación democrática se subordina a sus intereses.

Se observa, en la decisión de Capriles, algo retorcido y se huele algo realmente podrido. En su carta de “renuncia”, manifiesto con más sombras que luces, llena de contradicciones, dice expresar las razones de su renuncia, pero la evidencia más clara, es que la verdadera razón de su renuncia, no es “su amor a la patria y a su amado pueblo” ni tampoco la motivan, ahora, el cuidado de sus amados hijos, en quien ve a todos los hijos del mundo (Andrés Eloy Blanco, lo dijo primero).

La verdadera razón de su renuncia, más bien de su huida, es la enorme derrota, según los números proyectados por todas las encuestas, que lo cancelaría como el referente fundamental de la oposición.

Capriles sabe, pero su ambición por estar siempre en el escenario en calidad de “el protagonista”, “el sujeto” de lo que él mismo ha llamado “el momento crucial” lo ha llevado a “pegarse un tiro en sus pies (en ambos)”, pues, lo más negativo de su decisión es el deterioro de su palabra empeñada al acordar con todos los actores políticos concurrentes a la Primaria los principios que articulan a dicho evento electoral.

Capriles ha traicionado la confianza que por años la gente ha depositado en él. Y, observen, que, si alguien ha sido consistente, en eso que los venezolanos llamamos “la hora de la chiquita”, en huir o renunciar a dar la pelea, siempre lo mismo, ha sido Henrique Capriles Radonski, quien ha tenido no un “momento crucial”, sino varios “momentos cruciales”.

 La gente le entregó su confianza, y, construyó con él, una relación de confianza. Lamentablemente, Capriles Radonski, su marca, ha roto la obligación a mantener la conducta a la que se había comprometido.

 Capriles Radonski ha tratado de desprestigiar a los inhabilitados que siguen en competencia en las primarias, acusándolos de mezquinos y cree haber dado un golpe político magistral saliendo de la Primaria tanto él como su partido Primero Justicia, aunado a la salida de Rosales y al UNT ( esta última maquinaria totalmente desactivada) con el fin de provocar, desencanto  (un verdadero problema) y, una vez logrado esto, desmovilizar al electorado, para convertir a las primarias en un evento de poca participación y con ello vulnerar no solo la candidatura presidencial para 2024, sino, en cierta forma deslegitimar el liderazgo que surja de ella.

Flaco favor le hace Capriles a la lucha por la recuperación de la democracia.

Pero, quien se va a llevar la parte de esa decisión es el mismo Capriles Radonski, pues, como ya lo expuse en la nota de la semana pasada, la confianza es algo que se regala y, cuando,  esta relación se rompe, por quien la ha recibido, este es tratado, primero con indulgencia, luego con cautela y finalmente  es tratado con desconfianza, a parir de allí, la interacción con él, será una relación negativa.

Pero, en todo caso Capriles Radonski nos ha enseñado una gran lección y que lo tendremos en cuenta desde ahora: “la mejor manera de evitar traiciones es que nada y nadie se preste a ello”

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