Las división en la oposición venezolana, es el protagonista de los análisis políticos al cerrar el año 2.020; para muchos esto «ha permitido que Maduro aún con poca aceptación y amplio rechazó, después de unos comicios concentre más poderes »
No se trata de cuantos apoyos o votos duros, conserva según los comicios del 6 de diciembre; estos se desarrollaron en medio de una conflictividad social y política, que llevó a una de la abstenciones más alta de la era democrática venezolana; lo que marca el inicio del año 2.021 a partir del desconocimiento de los resultados, ¿Qué retos enfrentamos los adversarios de Maduro y de este modelo?.
Lograr la reunificación de un pueblo.
Los dirigentes opositores, tanto los que participaron como los que vienen promoviendo la abstención, mantienen en sus mensajes «que el gobierno gana las elecciones por la compra o chantaje» al mismo tiempo las dos facciones prometieron «luchar por condiciones electorales», obviando que ante estos escenarios de regímenes que distan de lo democrático uno de los primeros paso debe ser «la reunificación del liderazgo político con la realidad social» es prioridad para lograr la conectividad con el pueblo.-
Podríamos perder otro año en apuestas aisladas que no logran el cambio, «El reto político es la reorganización y suma de voluntades, no es como claman algunos la búsqueda de un líder» esto pasa con la suma de nuevas voluntades y así construir las capacidades.
Se retrocede en este punto, «Una nueva Asamblea Nacional que ha podido estar signada como foro político para la construcción, a partir de los resultados será un órgano de contención» expresó al cierre de los comicios en sus redes Aníbal Sánchez, “la oposición deben definir una estrategia unitaria antes de definir su táctica”.
Para algunos analistas incluso este escenario de perder el control del legislativo y necesidad de mantener cierto reconocimiento «abre la posibilidad de definir una estrategia conjunta» la oposición debe centrarse en resolver sus fricciones.
En cuanto al escenario nacional cabe un llamado al sector en el poder «Antes que más mesas de diálogo gobierno – oposición debe instalarse una mesa de entendimiento dentro de la misma oposición», para luego aupar la instalación de una instancia de resolución de conflictos, que incluya los aspectos sociales, bajo la premisa de un máximo esfuerzo en las mínimas coincidencias.
«Aumentar la presión no debe ser igual a más sanciones»
Así como el tiempo ha llevado a muchos dirigentes entender que las sanciones generales, no asfixiaban al gobierno sin causar más daños en un pueblo que padecía por la crisis, más adelante el mundo de las organizaciones civiles entenderán que no se puede calificar como victoria, que los electores no acudan a los comicios.
«La oposición no cobra fuerza con la baja participación, ni los que dejaron de asistir apoyan su política, el compromiso era el utilizar el hecho político para reforzar y conducir las protestas sociales que vienen ocurriendo por reivindicaciones» lo que no son necesariamente por un cambio de gobierno.-
El nivel de abstención y los votos obtenidos el 6D solo evidenció «la caída de la maquinaria chavista, ante el descontento con Maduro» variable a ser considerada en las estrategias que se fijen en el 2.021 cuando corresponden las Elecciones Regionales, «o empezamos a construir o seguimos entregando».
El rechazo a la gestión de Maduro en varios estudios realizados en medio de la pandemia lo ubican sobre el 87%. «El gobierno se encuentra con un apoyo interno muy débil, lo que puede ser transformado en una oportunidad por la oposición, si se le permita visualizar un avance en la construcción de capacidades que pudieran llevar a la transición», en paz y por la vía democrática.-
La incógnita en esta ruta es saber si una reunificación opositora «podría estimular a una movilización social que contribuya a la fractura de la coalición dominante» sabiendo cuáles son sus estructuras de sostén. A lo externo e interno del país existe desconfianza tras los resultados de las distintas operaciones, lo que no debe ser traducido en mayor desesperanza y desaliento.-
No es suficiente la renovación
Para otros analistas la única forma en que la recupere «poder de convocatoria» es con una renovación de la dirigencia, que luce complicada, sin los incentivos a lo interno de los partidos; no podemos seguir atados a que no se avanza porque los dirigentes están perseguidos, en el exilio o inhabilitados. «La disputa tanto interna como externa debe ser el crisol para un nuevo liderazgo político de corte más social» que permita avanzar a la oposición.
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