El gremio médico de Margarita advierte que sin establecer salarios acordes a los profesionales de la salud, de nada valdrán las inversiones en infraestructura y dotación, pues el personal para atender a los pacientes es cada día más escaso por los bajos sueldos. La deuda quirúrgica en Nueva Esparta supera 80 %.
Foto referencial
Ninguna inversión que se haga dirigida a mejorar el sistema público de salud en Margarita es más importante que dignificar los salarios del personal médico y paramédico de los hospitales y ambulatorios de la entidad insular.
Ese criterio lo sostiene José Antonio Narváez, presidente del Colegio de Médicos de Nueva Esparta, que asegura que de nada vale recuperar la infraestructura si no se cuenta con el personal especializado para garantizar una atención adecuada a los pacientes.
Calculó que hay un déficit de, aproximadamente, 60 % del personal de salud en el sector público debido a la migración al sector privado, así como al éxodo de profesionales de distintas especialidades en búsqueda de mejores oportunidades en el exterior.
A eso se suma que solamente en el hospital central Doctor Luis Ortega, ubicado en Porlamar, ha disminuido en alrededor de 30 % la atención en áreas especializadas.
«Hace más de cuatro años que el hospital central no cuenta con urólogos ni intensivistas. Tampoco ofrecen cirugía cardiovascular, luego de contar con cuatro cirujanos especialistas en esa área y una de las salas de hemodinamia más modernas de Latinoamérica, la cual se encuentra actualmente cerrada”, apuntó Narváez.
Igualmente, refirió que son pocos los médicos que ofrecen consultas de Obstetricia y Medicina Interna, mientras que la atención en el área de Neurología desapareció hace más de dos años.
“En algunos casos especiales debemos recurrir a especialistas ad honorem para atender a pacientes en el hospital Luis Ortega”, acotó.
Narváez insistió en que la situación de los sueldos del personal debe ser corregida a la brevedad para poder contar con hospitales que tengan todas las especialidades médicas y con un personal que se sienta atraído a trabajar en el área pública.
Hasta ahora los médicos y enfermeros están más atraídos por trabajar en clínicas privadas, de manera particular y hasta en el extranjero, que es lo que está ocurriendo actualmente”, lamentó Narváez.
Deuda quirúrgica
El presidente del gremio médico también lamentó la suspensión de intervenciones quirúrgicas electivas, no solamente por falta de especialistas sino porque desde que inició la pandemia, cuatro de los seis quirófanos fueron cerrados para dar espacio a las llamadas áreas covid.
Eso y la imposibilidad de los pacientes y sus familiares de encarar los gastos de los insumos requeridos para las intervenciones, ha generado una deuda quirúrgica que, en cálculos del gremio médico, supera 80 %.
“Solamente estamos realizando intervenciones de emergencia y eso trae consigo el aumento de la mortalidad de los pacientes a la espera de una intervención”, agregó.
Personal con desgano
Joel Graterol, presidente del Colegio de Profesionales en Enfermería de la entidad, calculó que alrededor de 70 % de ese personal ha preferido abandonar sus cargos en el área pública debido a que los sueldos no les alcanzan para nada.
Aseveró que los pocos que se ha mantenido en sus cargos lo hacen por mística y compromiso con su carrera.
La mayoría de las veces, las guardias nocturnas se quedan sin personal porque no tienen ningún incentivo para trabajar en esos horarios hasta el amanecer y no tienen comida para alimentarse a esas horas. Ni siquiera para un café tienen”, recalcó el dirigente gremial.
Otras de las razones que han llevado al personal de Enfermería a alejarse de sus puestos de trabajo es el interés por buscar mejores ingresos con trabajos particulares para pacientes que requieren de atención a domicilio.
“Ningún enfermero o enfermera tiene la posibilidad de ganar lo suficiente en el sector público para cubrir alimentación, calzado, vestido y pasajes”, resaltó Graterol.
Promesas incumplidas
Durante una protesta en las afueras del hospital Luis Ortega, el pasado lunes 10 de enero, el directivo gremial reiteró que sus profesionales perciben salarios que no les alcanzan ni para el pasaje.
El 10 de enero, el personal de salud protestó para exigir mejores salarios. Foto cortesía Dexcy Guédez/ Crónica Uno.
“Estamos trabajando por ética aun a riesgo de nuestras vidas, para atender a los pacientes con COVID-19 y con todas las patologías que se encuentran en el hospital”, dijo Graterol.
Agregó que además de los “míseros” salarios no cuentan con un ambiente laboral acondicionado para pasar tantas horas en sus lugares de trabajo y, en el caso del hospital Luis Ortega, expresó que cada día se deteriora más la planta física.
Puso como ejemplo los baños y las áreas de descanso, sitios que, según ellos, representan “el desprecio más grande que se puede hacer a un profesional que arriesga tanto por atender a los pacientes”.
“Tanto las mejoras salariales como la recuperación de los espacios de trabajo y descanso son promesas que venimos esperando desde el año 2020”, agregó.
Maltrato al personal
El presidente del gremio de Enfermería se mostró contrariado ante una situación constante: cuando se ingresa un paciente de emergencia y los familiares se encuentran con la crisis hospitalaria —que en muchos casos implica que sean estos los que deban conseguir los insumos para tratar al paciente—, inmediatamente atacan al personal de turno por no atenderlos con la prontitud que amerita el momento.
“Muchos enfermeros y enfermeras han sido atacados y hasta amenazados de muerte como si fueran responsables de tantas carencias en el hospital”, indicó.
Fuente: Crónica.Uno
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