En estos tiempos, sobre todo con la presión adicional de la pandemia, la cuarentena, la incertidumbre respecto al futuro, es frecuente que vivamos con ansiedad.
La ansiedad es una respuesta anticipatoria del organismo frente a estímulos que percibimos como peligrosos o amenazantes. Estos estímulos pueden ser externos e internos.
Aunque un cierto grado de ansiedad es normal, puede suceder en ocasiones que llegue a ser excesiva o que no seamos capaces de adaptarnos a ella, por lo que termine repercutiendo en nuestra calidad de vida.
Desde luego, si el nivel de ansiedad que percibimos es demasiado elevado lo indicado es consultar con un profesional. Pero también existen muchas pequeñas técnicas que podemos poner en práctica con el fin de mantenerla bajo control.
Son técnicas sencillas que pueden ayudarnos mucho a aliviarla. Eso sí, algunas de ellas requerirán práctica hasta conseguir su máxima eficacia.
1. EJERCICIO FÍSICO DIARIO. Nos ayuda a liberar estrés, aliviar las contracturas y nos permite generar, a través de las endorfinas, cierta sensación de bienestar.
2. RELAJACIÓN. 15 minutos al día pueden ser suficientes. Al principio puede costarnos un poco de esfuerzo, pero con la práctica podremos llevarlo a cabo en cualquier momento.
3. Hacer las cosas con MÁS LENTITUD. Algunas recomendaciones básicas serían masticar no tragar, andar no correr, cruzar con el semáforo en verde- no vamos a ganar mucho tiempo por ir corriendo y, sin embargo, ganaremos en tranquilidad. Nuestra sensación de tener siempre prisa y de que no llegamos a las cosas cambiará para mejor.
4. EMPLEAR LOS SENTIDOS, es decir, detenernos un momento y centrar nuestra atención en lo que vemos, oímos, sentimos… Al no estar pendientes de nuestras sensaciones la ansiedad se reducirá.
5. RESPIRAR MÁS LENTAMENTE. A veces nuestra respiración se va acelerando sin darnos cuenta. Si nos centramos en respirar más lentamente nuestra ansiedad disminuirá.
6. Otra técnica a nuestro alcance es ser flexible con lo que pensamos, lo que esperamos, lo que hacemos … Si somos rígidos habrá muchas cosas que nos generen inquietud y ansiedad porque no serán como esperamos o creemos que deben ser. La FLEXIBILIDAD es una herramienta muy importante para reducir el número de cosas o asuntos que nos generan ansiedad.
7. A veces podemos tener ansiedad porque sobredimensionamos la importancia que tiene aquello que nos la genera. Habrá ocasiones en que el nivel de ansiedad estará justificado, pero en muchas otras será desproporcionado en relación a la importancia de ese evento o a las consecuencias del mismo. Para controlar estas situaciones, podemos utilizar una regla mental del 0 al 10 siendo 0 no pasa nada y 10 me voy a morir. Cuando algo nos genere ansiedad podemos detenernos un momento y aplicar esta regla mental adjudicándole a ese evento la importancia real que tiene.
8. Otra técnica que puede ayudarnos a reducir la ansiedad es leer o hacer cualquier otra actividad que nos guste y nos distraiga.
9. También hacer las cosas de una en una puede ayudarnos a sentirnos máss tranquilos. Seguramente, no sólo no emplearemos mucho más tiempo en hacer esas actividades sino que además desaparecerá la sensación de urgencia, de no disponer del tiempo suficiente para hacer bien aquello que tenemos entre manos. También nos ayudará a centrar nuestra atención y hacer mejor aquella tarea que estemos haciendo, cometiendo menos errores. En este sentido es importante saber establecer nuestras prioridades con el fin de no caer en el error de comenzar a hacer cosas poco importantes mientras tenemos pendientes otras tareas más urgentes.
Puede que nos parezcan técnicas fáciles de hacer u obvias pero si lo pensamos caeremos en la cuenta de que cometemos estos errores que generan ansiedad a menudo.
La semana que viene veremos cómo nos daña el colesterol las arterias y los riesgos que esto conlleva, así como cómo podemos controlarlo.
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