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Zulia: Cargados de sueños jóvenes y niños expanden la música por el oeste de Maracaibo

La formación musical en Maracaibo gana terreno en el oeste de Maracaibo a través de los módulos de extensión del programa Simón Bolívar. En el Núcleo La Chinita el amor por la música se vive en familia y cargado de sueños.

Maracaibo. Las instalaciones de la escuela Fe y Alegría La Chinita, sirven de escenario para la formación musical de 170 niños y jóvenes del oeste de Maracaibo, dos veces por semana. Sumamente concentrados, cada uno toma su instrumento para dar lo mejor de sí y hacer que los esfuerzos de su familia y los propios valgan la pena, traduciéndose en melodías perfectamente acopladas.

Brianny Valencia tiene nueve años, desde los seis forma parte del núcleo La Chinita para el sistema de coros y orquestas de Venezuela. Su madre, Diana Fuenmayor, contó visiblemente conmovida el amor que siente su hija por la música.

Hacemos muchos esfuerzos para que ella esté aquí aprendiendo y soñando con llegar lejos. Ama la música y nosotros la apoyamos, la verdad es que se me infla el pecho de orgullo”, contó la ama de casa.

Martes y jueves están puntualmente en cada ensayo, luego de atravesar el oeste de Maracaibo desde Torito Fernández, hasta Cuatricentenario. Deben tomar dos rutas de transporte público para llegar, pero Diana dice que cada esfuerzo vale la pena. «Cuando llegamos aquí y veo cómo avanza mi hija en la percusión y el cuatro, pasa todo».

Vestidos elegantemente y cargados de sueños, la orquesta del núcleo La Chinita ofreció esta semana un concierto para padres y representantes donde mostraron su avance después de parar sus actividades debido a la pandemia por COVID-19.

Al menos 170 niños y jóvenes del oeste de Maracaibo presentaron un concierto para mostrar sus avances en la escuela La Chinita/ José Ángel Núñez

Obert Rincón, director del núcleo, cuenta que debido a la pandemia y la migración bajó la cantidad de integrantes, sin embargó, rescató que la convocatoria ha sido eficaz y tienen activos todos los programas que usa el sistema de orquestas.

«Tenemos programa coral, orquestal, programa de educación infantil y recientemente el programa de alma llanera donde incluimos mandolinas, guitarras y arpas para darle un ambiente más venezolano. Además, por iniciativa de los profesores de guitarras y percusión, tenemos un ensamble y una orquesta de cuatro», indicó

«El núcleo la Chinita es y se siente como una gran familia que hace música en Maracaibo», así lo describe Rincón quien explicó que aunque el rango de edades de los integrantes oscila entre seis a 18 años, la mayoría de los músicos deciden quedarse y asumen el rol de monitor y profesor para darle continuidad a su talento y apoyar en la formación.

Un arte que se expande                                              

Los niños, niñas y jóvenes que quieren formarse en la música, tienen un lugar en el oeste de Maracaibo gracias al programa Simón Bolívar y sus módulos de extensión en varios sectores. Tal es el caso del Colegio Raúl Leoni, Colegio Arquidiocesano Olegario Villalobos, El Níspero y la Fundación Cendisol en el barrio El Marite. Esta expansión ha logrado ser un aliciente para los niños y jóvenes de bajos recursos del oeste de la ciudad.

Rincón explicó que existe una captación constante de talentos en estas zonas.

Los que muestran su talento son invitados al núcleo La Chinita, reciben clases y terminan participando aquí. Ellos tienen un amor profundo por la música, por eso hacemos cualquier cosa que sea necesaria para garantizar su participación», dice.

Sobra talento

El 20 de noviembre de 2021, Venezuela recibió el Récord Guinness a la orquesta más grande del mundo tras poner en escena a 12.000 músicos del Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela. La Marcha Eslava de Tchaikovsky fue interpretada en el patio de la Academia Militar de Caracas.

19 músicos del núcleo La Chinita participaron en este evento. «Este año ha sido de bendiciones y lo comenzamos con el récord, fue una experiencia espectacular porque habían muchachos que no sabían la envergadura del evento y finalmente cumplieron un sueño», dijo el director.

Adelantó que siguen recibiendo niños que se estrenaron en el concierto de esta semana con cuatro y violín, mientras otros ya están preparando repertorios para optar a orquestas nacionales.

Leydibeth Fuenmayor sueña con tener su propio instrumento y convertirse en la mejor fagotista del Zulia/ José Ángel Núñez

Ejemplo de constancia

Leydibeth Fuenmayor tiene ocho años en el núcleo La Chinita, hoy con 15 años de edad, resalta al tocar un instrumento poco común como lo es el Fagot.

No muchos lo tocan porque es complicado, hay que tener resistencia y memoria. Mi instrumento es de viento, tiene 23 clavijas y mide 155 centímetros. Exige mucho. Comencé tocando fagotino los primeros tres años, pero fui creciendo y mis dedos eran muy grandes, así que me pasé al fagot», contó la joven.

A su corta edad Leydibeth da clases a los más pequeños de la orquesta, y su plan es seguir apoyando en otros núcleos del oeste. Entre risas dice que su agenda es complicada pues divide su tiempo entre sus estudios regulares, sus clases en el conservatorio de Maracaibo y su trabajo.

«Los lunes y martes estoy aquí en La Chinita practicando y dando clases, los lunes recibo clases avanzadas del profesor Ronald Duque y los viernes y sábados voy al conservatorio, todo después de llegar del liceo», dijo.

Su sueño es tener su propio instrumento, pues el que tiene es prestado por la orquesta como el resto de sus compañeros. El fagot es uno de los instrumentos más caros, puede llegar a costar hasta siete mil dólares, pero con esfuerzo Leydibeth cree que lo puede conseguir.

Tengo actualmente un trabajo de tiempo parcial contando bultos de comida, con ese dinero puedo ayudar en casa y estoy reuniendo para tener mi propio instrumento. Yo sé que es caro, pero eso no me desalienta, lo voy a lograr”, dijo convencida la joven estudiante que vive con su abuela y un hermano.

Además, tiene cuatro cursos de Master Chef y es Scout. «Mi vida  es un poco ocupada y eso me gusta porque no estoy mirando el techo y pensando que voy a hacer, el sistema me ha traído muchas alegrías», refirió.

Fuente Cronica.Uno

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