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Zulia: Conoce a Rafael Ramírez, candidato a la Alcaldía de Maracaibo por la Unidad Democrática MUD-G4


Maracaibo; 20 de septiembre de 2021. Rafael Arturo Ramírez Colina es el abanderado de la Unidad Democrática para la Alcaldía de Maracaibo en las elecciones del 21 de noviembre, en llave con Manuel Rosales a la gobernación del Zulia. De su formación académica, destaca su experticia en conflictos laborales. De su formación como dirigente, la búsqueda de humanizar la política estudiantil y abrirse paso en un partido de ideas frescas, con proyecto de país. Y de su vida personal, la convicción de dar lo necesario por hacer que sus hijos y todos los niños de la ciudad, puedan pensar en un futuro dentro de Maracaibo.

Egresó de la Universidad del Zulia (LUZ) en Derecho con especialización en el Modelo de Negociación de Harvard en Relaciones y Conflictos Laborales. Continuó su formación académica a través del programa de Gerencia para Abogados del IESA, así como el Programa de Gerencia de Abogados de la Universidad de Yale, en Connecticut.

En 1997, en su quinto año de Derecho, hizo pasantías en la Inspectoría de Trabajo. Al terminar la carrera, esperando por la entrega de título, recibió la llamada que lo convocaba como jefe de sala de sindicatos. Ahí empezó su paso por las diferentes salas. Tenía solo 24 años cuando se convirtió en Inspector jefe. El cargo que provisionalmente le asignaron por tres días, terminó ocupándolo durante dos años, en la gestión de María Bernardoni de Govea.

De la política estudiantil a la lucha de la calle

En los pasillos de la Facultad de Derecho, comenzó su transitar político. Carteleras, cines de pasillo, noticieros estudiantiles, fueron parte de una agenda de equipo que soñaba con humanizar la política estudiantil que se hacía entonces. Al egresar de la Universidad, escuchó hablar de Primero Justicia de la voz de Carlos Ocariz, en una presentación en el Zulia. Lo que en aquel tiempo era un partido local mirandino, lo enamoró e hizo formar parte de esas cinco o seis personas, que conformaban la que es ahora una gran fuerza política nacional.

Y aunque se siente profundamente orgulloso de ser un justiciero, hoy representa además a toda la Unidad Democrática, a toda esa “Unidad superior”, que trasciende de los partidos políticos y convoca a gremios, estudiantes, sindicatos y sociedad civil dispuesta a transformar a Maracaibo, al Zulia y a Venezuela.

Voz ante el mundo por Maracaibo

En un contexto de expropiaciones de la industria petrolera y del cierre de Radio Caracas Televisión, llegó al Consejo Legislativo del Zulia en 2008 para el primero de los dos periodos que ocuparía en el cargo dentro del parlamento regional. Desde allí, su convicción fue el impulso de la descentralización, de la creación de municipios que necesitaba el estado y que significarían mayor desarrollo para el Zulia. Y aunque el centralismo del sistema bloqueó las iniciativas, Rafael Ramírez continuó abriendo camino para sentar bases legales de ese futuro que merecen los marabinos.

Fungió como jefe operativo de la campaña de Henrique Capriles en 2012 y tras dos periodos legislativos en el CLEZ, en 2015 fue elegido por Maracaibo como diputado a la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, cuando la Unidad Democrática conquistó la mayoría del parlamento. El triunfo en la AN, a la que llegó para representar a la ciudad, significó un paso de gran importancia, que utilizó siempre para elevar la voz sobre lo que han vivido en los últimos años las familias marabinas.

La serenidad de Ramírez Colina solo se quebranta cuando confronta la corrupción desbocada de las últimas décadas. Desde el hemiciclo y sin titubeos, enfrentó la corrupción de un sistema de “camionetas blindadas” que está de espaldas a la población. “Se han enriquecido ilícitamente, se han llenado los bolsillos sin importarle lo que sufre nuestra gente. Eso hay que denunciarlo, confrontarlo, pero además luchar para cambiarlo”.

Viniendo de una familia con trayectoria política, concibe el servicio público desde la transparencia y la honestidad, inculcada por su padre, Ramón de Jesús Ramírez López. “Tuve la suerte de ver a un padre que salió de Bobures, llegó a ser Ministro de Agricultura y Cría; entró al poder con una Wagoneer 1981 y salió de él con la misma camioneta. Que pudo volver a su casa, retomar su carrera como profesor y estar con su familia. Vivimos de nuestra reputación”, insiste.

“Estaba convencido de que con la preparación en derecho laboral que labramos estos años, podríamos trabajar en una nueva Ley de Seguridad Social, que fuese para el próximo Siglo. Tenemos ese proyecto, más todo lo que nos correspondía”, acotó Ramírez Colina, quien formó también parte de la Comisión de Energía, con el propósito de poner a la legislación en los nuevos tiempos, en una era de energía renovable, de nueva era. “Debemos abrirnos mentalmente a saber que aunque tenemos nuestras reservas de petróleo, el país tiene que abrirse a nuevas formas de energía”.

La visión prospectiva del país de Rafael Ramírez Colina chocaba con las arbitrariedades del sistema. Esas propuestas de Ley, esa visión de quien se preparó, volvió a su país y quiso dar de sí lo mejor, confrontaba a quienes impedían las sesiones con violencia, bloqueaban los viajes de los parlamentarios, detenían, amedrentaban y perseguían a los representantes del pueblo venezolano. “No nos dejaban legislar, no nos dejaban montar en aviones, teníamos una suerte de persecución para eso”. Esas denuncias se escucharon ante el mundo, gracias a su representación ante el Parlamento del Mercosur (PARLASUR), donde condenó la falta de libertades y democracia que sufren los venezolanos.

“Las decisiones de mi vida las he tomado mirando al lago”

Si tuviese que elegir lo que más ama de la ciudad, sería el gran Lago de Maracaibo, el más extenso de Venezuela. Ante él, con la serenidad que brinda aún en los días grises, ha tomado las decisiones más trascendentes de su vida. Y también frente al imponente lago marabino, se propone sostener los esfuerzos para que las despedidas sean temporales como lo hizo él y tantos venezolanos, que salían a especializarse y volvían al país para construir futuro. “Yo jamás pensé en ningún momento en que tenía que irme. Hoy nuestros hijos es en eso en lo que piensan y si algo quisiera dejarle a Maracaibo, es la posibilidad de que la gente no piense todos los días en irse, o abrirle la oportunidad a los que se fueron, de que puedan venir”.

Diego Alejandro, de 13 años y María Verónica, de 6, son la luz de sus ojos. Sus dos hijos son el motor de la lucha. Él, convencido en verlos crecer en su tierra, en su país, continúa impulsando desde la política, ese proceso de transformación que permita que puedan continuar haciendo vida acá y que quienes se fueron, también tengan la oportunidad de regresar a sus hogares.

“Es por ellos, al final del día todo es por ellos. Porque sé que a todos los padres así nos pasa. Si de algo estoy convencido, es que debemos recuperar el valor familiar, ese que nos caracterizaba de los domingos de encuentro, de las tardes unidos. Lamentablemente muchos han tenido que irse porque sienten que en su ciudad no se puede vivir. Nosotros queremos cambiar eso”.

Es el mayor de tres hermanos y único varón. Con la pérdida de su padre en el 2007, se prometieron ser “los cuatro para lo que salga”. Por fortuna, contó siempre con su tío Eddy Ramírez, reconocido pediatra zuliano, quien asumió el rol de su padre y cuyo más grande regalo fue enseñarle a “celebrar la vida” como una oportunidad que Dios renueva cada año. “No es la fiesta, es decirle al mundo que sigues vivo y eso es gracias a Dios”. En 2020 y por complicaciones de salud, falleció su madre y a principios de 2021 debido a la COVID-19, su tío.

Unidad por Maracaibo

Los próximos 60 días significarán intensificar el trabajo de acompañamiento en las comunidades, que ha librado durante más de dos décadas. En ese esfuerzo continúa junto a Manuel Rosales Guerrero, candidato de la Unidad Democrática a la gobernación del Zulia. Se propuso hacerlo con la misma actitud positiva que le enseñó ‘La Vuelta al Mundo en 80 días’, de Julio Verne, su libro favorito gracias a su madre. “Cuando crees firmemente en tu gente, cuando asumes de forma positiva y de forma comprometida los retos, claro que logras los objetivos. Y yo creo en los marabinos y en esas ganas de cambio que consigo en cada visita”.

Actualmente, recorren barrio a barrio, presentando la llave de la Unidad que ha sido identificada desde la voz de los ciudadanos, como la “llave de la esperanza” para Maracaibo y el estado Zulia, confrontando a quienes desde el poder regional y municipal responden a Nicolás Maduro.

“Quienes nos conocen pueden dar fe de este sentimiento que nos une por lograr esa Maracaibo del progreso que todos merecemos. La vamos a lograr, será una realidad y para ello, todos estamos convocados”. 

NP

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