“Será qué esperan que en Miraflores se lo escojan o se le hace muy difícil hacer la selección?
Félix B. Sucre
“Uno no sabe”, solía escribir el recordado Cuto Lamache, viejo periodista de El Nacional, periódico confiscado por Diosdado Cabello, el vocero oficial del PSUV, partido de gobierno. Es parte de la historia reciente de Venezuela, por lo que no podemos dejar de aprender de ella para no repetirla.
Vamos al grano: bien de sabe que en nuestro país hay muchos partidos que, con mucha o poca militancia, los medios de comunicación hacen que sus dueño o líderes políticos concurran a ellos para que se expresen con total libertad, lo que en muchos casos no lo hacen con otros.
Esos mismos jefes políticos, ampliamente conocidos, se ha dado a la tarea de criticar a los que, agrupados en la Plataforma Unitaria Democrática, porque salieron a el escenario planteando la vía de las Primarias para escoger a quien será el candidato presidencial y enfrentar al que salga de Miraflores, que es lo mismo que decir del PSUV o del Alto Mando Militar, brazo armado de la revolución como bien lo dijera Hugo Chávez en su momento, lo que sigue siendo el norte de los militares: Chávez vive. La Patria sigue!
Entonces, los de la PUD elaboraron su Reglamento Electoral y pusieron la oferta en la calle, por lo que hoy ya cuentan con varios candidatos a medirse en ella, cual es el caso de María Corina Machado, Manuel Rosales, Henrique Capriles, Delsa Solozarno, Carlos Prosperi, César Pérez Vivas, Benjamín Rausseo, Andrés Velásquez, Andrés Caleca, César Almeida, quienes, en su mayoría, vienen recorriendo al país con sus propuestas.
Sin embargo, los jefes políticos de los partidos de la Alianza Democrática, donde sobran versados y conocedores de las trampas electorales, aún hoy no han podido decirle al país quien será el candidato de ellos.
Allí están figuras como Claudio Fermín, Juan Carlos Alvarado, Timoteo Zambrano, Antonio Ecarri, Luis Augusto Romero, Javier Bertucci, entre otros. Pero llama la atención que entre ellos, ya que no son partidarios de las primarias, al menos han rechazado abiertamente estás primarias -seguramente por que viene de la PUD-, pero ellos no han dicho como van a escoger el candidato, sino están esperando que en Miraflores se lo hagan.
El país, por lo que se observa, no es lo que les preocupa a ellos; cuando hablan de los problemas que hoy aqueja a los nacionales, lo hacen con su consabida demagogia y populismo, salvo que esa sea su real naturaleza y no pueden cambiar porque dejaría de ser rentable.
Los dirigentes de esos partidos de la alianza democrática, cuando el gobierno trabaja por adelantar las elecciones para ver si logran mantenerse en el poder, no quieren que ellos tengan ya candidato, sino que deben esperar hasta que ellos cuenten con un CNE que sea verdaderamente obediente y que garantice el triunfo de quien ha demostrado la peor incompetencia y que metió al país en el barranco donde hoy está.
¿O lo quieren más claro?
“Nadie peca por un error involuntario”, decía San Agustín.
Hoy estamos viendo a una dirigencia opositora, conocida también como la de Casa Amarilla, la que vive para el cuestionamiento hacia los otros, sin darse cuenta que sus discursos no son creíble, porque desde hace rato el venezolano de a pies dejó de ser pendejo; el sabe cuando que viene pretende engañarlo, mucho más cuando no escatima esfuerzo en hablar mal del otro. No obstante, el tiempo pasa y ellos siguen sin demostrar que son más competentes que los otros, los que ellos llaman “Oposición Radical”.
Félix Sucre
*Periodista, CNP 8526
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