Los partidos políticos democráticos son espacios de deliberación y debate. Promueven la pluralidad como un valor y se nutren de la diversidad de pensamientos para el fortalecimiento de su criterio colectivo.
Primero Justicia es nuestra casa, y no por sus colores o sus siglas. No es mi caso, el amarillo y el negro no son mis colores favoritos y doctrinariamente no soy centro humanista. Pero estoy enamorado de su gente, son quienes me motivan, los justicieros en toda Venezuela y el mundo, su vocación y su compromiso.
En mi caso, durante mi detención y siempre desde que me incorporé en el 2015, sentí su cariño, su afecto y su apoyo. Hay algunos con los que discuto a diario, hay otros con los que hablo poco. Hay unos que piensan que siempre estoy equivocado y hay otros que hasta me regañan por mi personalidad. Pero de todos aprendo, por todos lucho así como lo hacen por mí.
Conozco a cada uno de los firmantes del documento expuesto el día miércoles 12 de febrero: Freddy, Rodrigo, Pedro, Néstor, Bernalda, Wilfredo, Raúl, Chompira, Andreina, Paul, Rachid, Yusmaro, José, Marquina, Mendoza, Ali y Edgar. En el documento se hacen una serie de planteamientos concretos. Son compañeros que son militantes de nuestra organización y autoridades legítimas en cada una de sus entidades territoriales. Sé de su compromiso, de su voluntad de cambio, de su lealtad y de su transparencia. Sobre todo, sé del aporte que han hecho al partido, a la unidad y a la ciudadanía. Son compañeros con los que he compartido personal y políticamente, cosa que me es difícil separar.
Compañeros que, como todos, tienen su forma de pensar y de ser. Los motiva un profundo amor por Venezuela y una vocación democrática demostrada.
Su planteamiento es legítimo, adecuado y oportuno.
No es cierto que en el partido están dando discusiones de fondo y de forma en medio de este entorno tan complejo y con tantos hermanos detenidos y en el exilio. Los compañeros que firmaron el documento lo hicieron tras ser testigos de que la burocracia partidista anunciaba posiciones políticas sobre el porvenir. No promovieron espacios de deliberación y toma de decisiones.
Ahora, ¿Por qué deben ser criminalizados?
Me voy a referir a algunos aspectos de la entrevista de la compañera Maria Beatriz el día de ayer.

María Beatriz Martínez Presidenta de Primero Justicia versión Borges-Juan Pablo Guanipa
Ella manifiesta:
“Hay una gran mayoría que se ha expresado en función de la defensa del 28 de julio… y hay algunos grupos susceptibles para ser presionados o un interés de mantenerse alineados con Nicolás Maduro”.
¿Qué insinúas María Beatriz? ¿Quiénes firmaron el documento están presionados o no tienen interés de cambio? Todos los firmantes y todos en Primero Justicia votamos por Edmundo González. Todos hemos dado testimonio de lucha y un compromiso inquebrantable por Venezuela.
Entonces, ¿Por qué pensar distinto debe ser tachado de traidor o colaborador?
Afirmas: “Que las decisiones se tomaron”. María Beatriz, el hecho concreto de votar o no en las elecciones que convoquen posterior al 28 de julio no se ha decidido. No se trata de pasar página o normalizar.
En el caso de quienes creemos en el voto, en la condición que sea, se trata de un instrumento de expresión. Así como la manifestación pacífica, el voto es una herramienta de expresión. A veces sirve para lograr cambios, otras no. Pero lo que sí permite el voto es articular, movilizar y organizar a sectores de la vida nacional e internacional.
Todo alrededor de una demanda de la ciudadanía: la aspiración de elecciones libres que permitan unir a los venezolanos en pro de su bienestar.
Dices: “El partido tiene decisiones firmes”.
María Beatriz, el partido aprobó consignas y formas de abordar diversas situaciones. Pero no aprobó qué hacer con el hecho concreto de una convocatoria a elecciones posterior al 28 de julio.
Hablas de que la exigencia para participar en la elección es reconocer a Maduro. Primero, no hemos llegado al momento en el que se tiene claridad de qué obstáculos pondrán para participar. Pero, pregunto:
¿Y la carta que firmó Edmundo reconociendo los resultados electorales para poder irse del país? ¿Por qué no lo criticaste?
Porque concluimos, luego de debatirlo, que, si Edmundo quería salir del país y temía por su vida, debía hacer lo que fuese para protegerse. Bueno, hay activistas que consideran que la defensa de sus entidades y sus electores debe hacerse de la manera que sea posible.
¿Por qué criticarlos? ¿Por qué acusarlos de traidores? ¿No es mejor buscar juntos alternativas para sortear obstáculos?
No quiero extenderme en una carta que quiero que lean mis compañeros de partido. Tampoco la publicaré en redes sociales para que no me acuses de exponer los asuntos del partido. Pero creo que ser presidente del partido para restar y no sumar no está bien. Ser presidente del partido para dividir y no multiplicar, tampoco está bien. Ser presidente del partido para acusar a quienes pensamos distinto a ti de colaboradores y traidores tampoco está bien.
Promover espacios de deliberación, de debate y de discusión, articular, organizar y delegar.
También, analizar de manera objetiva los entornos y complejidades que atravesamos y formular alternativas creativas y de impacto se hace indispensable. Esto ante la demanda ciudadana de liderazgos comprometidos.
Todos tenemos nuestra cuota de responsabilidad. Pero tú eres la presidenta. Tú podrías acordar a las partes, pero no. Decidiste colocarte de un lado de la balanza y agravar un conflicto que hoy nos hace daño a todos.
No sé qué proponerte, porque ya intenté de muchas maneras en el pasado pedirte que reflexionaras. Seguro yo también tengo mucho que cambiar, pero en tus manos, el partido está como esta.
Juan Requesens
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