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Así se vive en el país con la mayor hiperinflación del mundo: Venezuela

Con el sueldo mínimo de un mes, el venezolano solo puede comprar un cartón de huevos o un kilogramo de carne

  • Economistas catalogan esta caída en picada como la peor debacle económica en la historia del país latinoamericano

Hagamos un ejercicio mental. Imagínense tener cinco dólares americanos (5$) en el bolsillo, y darse cuenta que deben durarle durante treinta días para pagar sus gastos como: alimentos, medicinas, pagos de servicios públicos y privados y que le sobre para sostener los gastos de su casa y mantener a su familia. Pues, aunque parezca sorprendente es la alarmante realidad en el país con las reservas de petróleo más grandes del mundo.PUBLICIDAD

Venezuela fue en algún momento, el país donde las potencias extranjeras preferían invertir, bien sea en turismo, ganadería, hotelería, y  en centenares de sectores productivos que el país poseía. Uno de ellos, el sector petrolero. Este país llegó a producir en el año 1994, mucho antes de la llegada de Hugo Chávez al poder, tres millones de barriles de crudo, diario. Hoy en día, la estatal petrolera PDVSA, la que fue en dicho año la segunda empresa más importante del mundo, produce trescientos mil barriles diarios, una caída del más del 80% de su producción.

NIUS Diario, decidió ampliar un poco más el panorama venezolano y, el experto en economía, Víctor Álvarez, nos dibujó la oscura radiografía de cómo el ciudadano del país petrolero, sobrevive un mes con un salario tan paupérrimo.PUBLICIDAD

“Imagínense una persona que pesa cien kilogramos, y años más tarde, nos los encontramos demacrado, con ochenta kilogramos menos de peso, esquelético y desnutrido (…) O sea, pesando solo veinte kilos de peso (…) Así se encuentra Venezuela, con el ochenta por ciento de su economía destruida por un sistema de gobierno que han pulverizado el Bolívar”, asevera el economista.

Con un fajo de billetes devaluados en su mano, Víctor no explica que en el transcurso de los últimos trece años, Venezuela ha sido sometida a tres reconversiones monetarias, quitándole a principios del mes de octubre seis ceros a la moneda, y en esos trece años, le han suprimido catorce ceros, ante la abrumadora escalada inflacionaria.

“Le han quitado tantos ceros a la moneda, porque no tienen manera de frenar lo que ellos mismos han producido. El Banco Central de Venezuela ha impreso una cantidad de papel moneda que no tiene respaldo (…) esto ha hecho que los productos se disparen y el aparato económico sufra una debacle. El salario mínimo del venezolano es si acaso de cinco dólares mensuales (5$), mientras que la canasta básica alimentaria para una familia de cuatro personas, supera los trescientos dólares (300$). Es descabellado la cantidad de trabajos que debe realizar un venezolano para sobrevivir con esta economía tan inestable”.

El Bolívar digital

La nueva expresión monetaria anunciada por el Banco Central de Venezuela (BCV) que busca aliviar la crisis, es para muchos venezolanos un disfraz más. Las empresas que surfean la ola inflacionaria, es la más dura de todos los años. Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) Venezuela cerrará el 2021 con una tasa de 5.500% de inflación, consolidándola como el país número uno en el mundo.

Christina Villarroel, es comerciante “informal” (informal es la palabra que se utiliza para decir que se trabaja en dinero en negro) en el Distrito Capital de Caracas. Tiene un puesto en el Boulevard de Sabana Grande, donde vende sus artesanías como pulseras, collares y llaveros. Esta nueva expresión del denominado Bolívar Digital, le ha causado una gran confusión, ya que en el país caribeño, el Estado habla de moneda nacional, pero en cada esquina del país, se vende y cobra en dólares.

“Yo no entiendo al Gobierno (…) hablan de Bolívar y una tasa fijada por el Banco Central de Venezuela, pero al final, todos trabajamos con dólares a otra tasa preferencial que es la del mercado negro. La situación es muy difícil (…) yo debo mantener a mis hijos y solo trabajo en las semanas flexibles debido a la pandemia de la covid19”, nos cuenta Christina.

Encima de una tabla de madera y un mantel rojo, Christina presenta y ofrece sus productos a una posible compradora, quien tras observar cada una de sus artesanías, le compra con un billete de cinco dólares. “Con estos billetes es que uno vende en Venezuela. Ya el país está dolarizado, pero con los precios tan elevados, debemos trabajar mucho para recuperar algo y así alimentar a mis hijos, o comprarles su ropa y zapatos para la escuela”.

Tras atender a su cliente, la vendedora informal nos confiesa que, en una semana flexible buena, puede ganar  entre cincuenta o cien dólares. Lo que pudiese terminar generando unos trescientos dólares al mes, solo para alimentar a su familia.

Caminando entre el extenso Boulevard, nos topamos con el señor Héctor Martínez. Con un traje tipo flux y agarrado de la mano de su pequeña hija iba observando los precios de artículos escolares, a lo que nos dijo “la cosa está muy complicada aquí (…) es que para poder mantener a mi familia y comprarle las cosas a mi hija, uno debería ganar alrededor de quinientos dólares al mes, pero en casi ningún lado se puede ganar esta suma. El venezolano debe resolver trabajando en dos, tres o cuatro lugares diferentes (…) trabajar en cosas que no es lo que hace, pero debe hacerlo para sacar dinero y llevar el pan a la mesa”.

Solo entre los meses de agosto y septiembre, Venezuela registró una expansión inflacionaria del 9,7%, llevando la variación interanual a 1.456% y una Canasta Básica Alimentaria que ha escalado hasta 525,7%, según datos del Observatorio Venezolano de Finanzas. Venezuela, preside el top con la mayor inflación del mundo, por encima a la de países en guerra como Pakistán e Irak.

Fuentes: https://www.niusdiario.es/

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