Esta semana Ian Alejandro Rubey hizo noticia en su país, ya que se convertirá en el primer hombre trans en ser padre en Argentina, después de quedar embarazado de mellizos, años después de iniciar su tratamiento de transición.
Con 33 semanas de gestación, el licenciado en Ciencias Biológicas, desde el otro lado de la cordillera, tiene el deseo de tenerlos por parto vaginal y también amamantarlos.
Ian Alejandro Rubey: el hombre trans embarazado
Ian Rubey creció como niña durante su infancia en la década de los 90 en Argentina. Según su relato al medio trasandino Infobae, se dio cuenta muy joven de que su preferencia sexual era hacia las mujeres, por lo que asumió que simplemente era lesbiana.
Sin embargo, con el pasar de los años, dijo que no lograba sentirse cómoda y no fue hasta los 25 años cuando una amiga la planteó la duda ¿Se sentía cómoda como mujer?
Tras un tiempo, entendió que su identidad de género es la que no le acomodaba y entendió que no era una joven lesbiana, sino una masculinidad trans, es decir, se percibe como hombre.
A pesar de que Ian dice tener claro que su masculinidad no dependía de los cambios físicos, se inyectó testosterona cada tres meses para engrosar la voz, que le creciera la barba, poner en pausa la menstruación.
Pero cuando quiso quedar embarazado, dejó la testosterona para recuperar el ciclo menstrual. Eso sí, durante el proceso tuvo que pelear por la vía legal, ya que su seguro social no le permitía realizar el tratamiento de fertilidad.
Finalmente, tras una leve disputa en tribunales argentinos, Ian Alejandro Rubey se convirtió el primer hombre trans embarazado del país.
Quiere tenerlos por parto vaginal y también amamantarlos
“Estar embarazado no va en contra de mi masculinidad, ni siquiera con esta panza de 8 meses”, sostuvo Ian al medio argentino. El hombre trans embarazado no se hizo la doble mastectomía, por lo que tiene pensado amamantar a los mellizos cuando nazcan.
De igual modo, dijo que espera poder tener un parto vaginal natural, por lo que se encuentra preparándose para lograrlo.
Eso sí, lamenta saber que el permiso después del parto sigue llamándose licencia por maternidad, “cuando está claro que yo no voy a ser la madre sino el padre, que le estoy poniendo el cuerpo a la paternidad”, concluyó.
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