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En Colombia, Pese a reducción, llaman a no bajar guardia por suicidios infantiles

Informe de la Alianza por la Niñez revela un aumento constante de casos en los últimos cinco años

Tomado de Diario El Tiempo de Bogotá Colombia

Resultados de lo corrido del año presentan un descenso en casos respecto al mismo periodo de 2019.

Las cifras consolidadas por el Instituto de Medicina Legal sobre suicidio infantil en los primeros seis meses del año son esperanzadoras y muestran una reducción importante. Entre enero y junio del 2020 van 113 casos registrados, frente a los 146 del año pasado.

Ante esto, el psiquiatra experto en conductas suicidas Ricardo Zuluaga señaló que a todas luces estos números son positivos, pero advirtió que no hay que bajar la guardia, ya que no se sabe a qué obedece este cambio ni si se mantendrá estable durante lo que resta del año.

“Habría que mirar de manera detallada qué podría estar generando este importante cambio –dice Zuluaga–. Pueden influir factores como la pandemia, el estar en familia generaría menos espacios para este tipo de conductas, teniendo en cuenta que se trata de un comportamiento que se da en momentos de soledad. Una visión más positiva sería que han dado resultado las políticas públicas o que hemos cambiado nuestra forma de actuar. Pero es todavía prematuro para sacar conclusiones”.

Pero los números de suicidios en la población menor de edad en Colombia no dejan de ser preocupantes, tras subir un 31 por ciento en los últimos cinco años. Así se puede ver en el informe revelado por la Alianza por la Niñez.

Lo consolidado en el documento evidencia un constante crecimiento en lo que a muertes autoinfligidas en niños y niñas se refiere entre el 2015 y el 2019.

En ese periodo se registraron en el país un total de 1.322 casos de niños, niñas y adolescentes que terminaron con su vida.

El país pasó de registrar 219 casos en el 2015 a tener 287 en el 2019, y el total de cada año ha sido mayor que el del anterior.


Gloria Carvalho, secretaria ejecutiva de la Alianza por la Niñez, explicó: “Este es un informe adelantado desde el Laboratorio de Infancia de la Alianza. Consta de una rigurosa revisión de las cifras gubernamentales a partir del 2015, fecha en la que el Comité de derechos por los niños realizó sus observaciones al Estado colombiano en varios asuntos, incluyendo este tema en particular. En una labor de seguimiento nos encontramos con estos preocupantes indicadores que muestran un crecimiento tanto en suicidios como en intento de suicidios”.

Lo consolidado en el documento evidencia un constante crecimiento en lo que a muertes autoinfligidas en niños y niñas se refiere entre el 2015 y el 2019

Una mirada regional

El documento presenta de manera detallada varios factores relacionados con este tipo de conductas. Entre ellos, por ejemplo, se establecen las regiones del país más afectadas.

Así las cosas, Putumayo y Vaupés figuran como los departamentos con más suicidios en menores de edad por cada 10.000 habitantes en el 2019, con una tasa de 6,48 y 4,6, respectivamente, mientras que la tasa nacional es de 2,07.

Sin embargo, no son los que presentan más casos, este lugar lo ocupa Antioquia, que el año pasado tuvo el 16,2 por ciento de las muertes.

De igual manera, se encontró que, en su gran mayoría, este tipo de muertes se da en los hogares (84,38 por ciento). Este espacio es, de lejos, el principal escenario de los hechos, muy por encima del segundo y tercer lugar, que son el campo (2,72 por ciento) y la vía pública (2,56 por ciento).


También se dieron a conocer las principales causas que motivan a niños y a adolescentes a cometer este tipo de agresiones contra su propia vida.

Sus motivaciones son variadas, pero predominan las relacionadas con desamor (8,32 por ciento), conflictos con la pareja (6,05 por ciento) y enfermedades físicas o mentales (5,37 por ciento). Otras razones suelen ser problemas en sus colegios, maltrato físico, psicológico o matoneo.

Otros datos que llaman la atención al respecto son los métodos utilizados (asfixia, 73,54 por ciento); los meses con mayor cantidad de eventos registrados (agosto y marzo) o los días con mayor incidencia (domingo y lunes).

“En estos últimos indicadores habría que analizar a ciencia cierta cuáles son las razones, pero sin duda son puntos para tener en cuenta si lo que se busca es una reducción de estos índices”, menciona Carvalho.Intentos de suicidio

Mientras las muertes autoinfligidas causan preocupación, los intentos de suicidio pueden ser incluso más alarmantes. El informe incluye los datos de 2016 a 2019 y señala que en ese lapso se presentaron 34.092 casos.

Se trata del 32,9 por ciento del total de intentos de suicidio tomando en cuenta todos las edades. Esto quiere decir que casi la tercera parte de los intentos de suicidio han sido cometidos por menores de edad.

También se evidencia que existe una tendencia en aumento en esta problemática. Mientras que en el 2016 las autoridades identificaron 6.016 intentos, en el 2019 este número fue de 9.975.

Es decir, se pasó de 16 intentos de suicidio al día hace cuatro años a 27 el año pasado. Las cifras, advierte la Alianza por la Niñez, pueden ser incluso más altas dado el subregistro que normalmente hay en este tipo de temas.

En cuanto al género, mientras que son más los niños y jóvenes que terminaron con su propia vida, las mujeres registran más intentos: 3 de cada 4 de estos casos fueron cometidos por niñas o adolescentes.

En estos últimos indicadores habría que analizar a ciencia cierta cuáles son las razones, pero sin duda son puntos para tener en cuenta si lo que se busca es una reducción de estos índices

Una lucha incansable

EL TIEMPO intentó conocer las diferentes estrategias utilizadas por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar con respecto a la atención y prevención de suicidios, pero en el momento de la publicación de este texto no hubo respuesta.

Sin embargo, expertos opinaron sobre esta temática. Para la psiquiatra Jimena Mayorga, los datos revelados en el informe son un llamado de alerta para tomar las acciones pertinentes que permitan reducir los elevados índices.

“Estas son, sin duda, cifras muy preocupantes. Este tiene que ser un llamado a la sociedad en general, incluyendo al sistema de salud, los agentes del Estado, padres de familia, colegios, universidades, medios de comunicación, profesionales en salud mental, etc., a replantear las prioridades en términos de salud mental y cuidado”.

Y añade: “Se debe trabajar en un proceso de desestigmatización. Esto implica normalizar el pedir ayuda y facilitar las condiciones de acceso a los servicios de salud mental”.

De acuerdo con la experta, existe un gran número de detonantes que despiertan este tipo de conductas, entre los cuales la depresión y la ansiedad son los principales. Estas condiciones cada vez son más comunes entre los menores: “Se considera que serán el principal riesgo para la salud de la humanidad en la próxima década”.

Por su parte, Carvalho asegura que, si bien parece haber una reducción en cuanto a suicidios en lo corrido del año, eso no significa que se deba bajar la guardia, sino que, por el contrario, las condiciones actuales podrían ser determinantes en los próximos meses.

“Tenemos que tomar conciencia de cuál es la situación que están viviendo los niños, niñas y adolescentes y cómo se ha venido incrementando en el transcurso de los últimos años”, afirma la experta, quien dice, además, que no se deben dejar de lado los posibles efectos de la pandemia en el futuro.

MATEO CHACÓN ORDUZ
REDACCIÓN VIDA
dancha@eltiempo.com

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