Desde que comenzó a internarse en el universo de esta ciencia deductiva, Axel Hernández ha conseguido conquistar ocho galardones internacionales.
Axel de Jesús Hernández Malavé, muestra una fórmula matemática, en Upata, estado Bolívar, VenezuelaCortesía
El tiempo en pandemia le dio un giro a su vida. En esa época las escuelas cerraron y los niños debían estudiar y resolver las asignaciones de sus maestros en casa. Así fue como comenzó la historia de Axel de Jesús Hernández Malavé, quien tuvo que enfrentarse a su primer gran problema matemático cuando se dio cuenta de que no sabía resolver una tarea de multiplicaciones.
“Mi historia empezó en época de pandemia. Yo no sabía multiplicar y mi papá, al darse cuenta que no sabía, me comenzó a motivar, a enseñar, pero aún así no avanzaba, no entendía nada, estaba en un punto muerto“, contó Axel en una entrevista con RT, donde relató sus primeros conflictos matemáticos, mismos que le abrieron la puerta a un universo lógico que hoy conoce con mayor amplitud y al que pocas personas se atreven a entrar.
Durante aquel estancamiento, el padre de Axel descubrió que había un problema de raíz, el motivo fundamental por el que su hijo no podía procesar las multiplicaciones.
“Mi papá se dio cuenta que el problema que yo tenía era que no sabía restar bien. Desde entonces empezó, con mucha paciencia, a enseñarme las bases de las matemáticas que son: suma, resta, multiplicación y división”.
Resueltos sus problemas con la resta y las multiplicaciones, los padres de Axel, Eslyzair de Rodríguez y Roybert Rodríguez, cabezas de una familia de bajos recursos y responsables de otros dos niños, hicieron el esfuerzo y le compraron un pequeño computador portátil para que mejorara su aprendizaje.
Axel vive con su familia en Upata, localidad del municipio Piar en el estado Bolívar, al sureste de Venezuela, una región amazónica cercana a la frontera con Brasil. Allí es difícil tener acceso a internet y a las señales telefónicas, sin embargo, sus padres salen a caminar hasta un punto donde consiguen conectarse a la red para buscarle contenidos y descargar videos de matemáticas.
“Después que mis padres me compraron una pequeña laptop, empecé a sacarle provecho con videos tutoriales, viendo hasta ocho horas diarias y así me enamoré de las matemáticas, de la aritmética y del cálculo. Así, cada día, voy aprendiendo cosas nuevas, porque las matemáticas son infinitas al igual que su conocimiento”, resalta el niño.
“Todo lo que nos rodea funciona a través de las matemáticas”
Cuando Axel tenía 11 años y cursaba quinto grado de primaria, asimiló que el mundo de las matemáticas era lo que le apasionaba. Su comprensión y resolución de los problemas matemáticos creció tan rápido que se convirtió en el primer niño de su país en ver clases con jóvenes de quinto año de bachillerato, último grado escolar en Venezuela antes de graduarse para ir a la universidad.
Para entonces, estudiaba en el Colegio Morales Marcano y veía clases matutinas de quinto grado de primaria, y en las tardes compartía con los jóvenes de quinto año de secundaria. Esto le servía como preparación para sus primeras olimpiadas de matemáticas y para conseguir lo que era un sueño: ganar una medalla de oro, inspirado en la múltiple campeona mundial Yulimar Rojas.
Ahora, a sus 13 años de edad, cumplidos el pasado 9 de noviembre, el upatense tiene un “héroe” al que admira profundamente: el matemático ruso Grigori Perelmán, quien logró resolver el complicado ‘teorema de Poincaré’, presentado por la comunidad matemática internacional como uno de los 7 Problemas del Milenio.
“Admiro a un matemático que está del otro lado del mundo y fue mi inspiración. Se llama Grigori Perelmán, un matemático ruso que resolvió uno de los 7 problemas del Milenio: la conjetura de Poincaré. Aparte, no quiso recibir un millón de dólares y él dice no ser un héroe de las matemáticas y se le respeta, pero en lo particular para mí sí lo es“, señala Axel.
El joven reivindica las matemáticas y las considera fundamentales para el desarrollo intelectual. “A mí me ayuda a razonar lógicamente y a tener una mente preparada para el pensamiento, la crítica y la abstracción. Por mi cabeza pasan números, probabilidades, ecuaciones, me gusta mucho resolver cosas complejas y por eso creo que las matemáticas son el lenguaje universal”.
“Las matemáticas tienen el primer lugar en mi vida, porque todo lo que nos rodea, todo, funciona a través de las matemáticas. Todo niño tiene curiosidad por entender las cosas que nos rodean, desde lo más complejo hasta un simple juego de futbol, donde vemos un entrenador hacer figuras geométricas para enseñarle a sus jugadores cómo hacer una defensa o una ofensiva”, agrega.
Competencias y galardones
Axel logró competir por primera vez en una olimpiada internacional de matemática en la cita Latinoamericana de Primaria “Matific 2022”. Este evento se realizó vía internet, como el resto en los que ha participado, y allí conquistó el máximo premio: la medalla de rubí.
Ese mismo año participó en las Olimpiadas Latinoamericanas Preuniversitarias “Ceprein”, organizadas en Perú. En esa competencia ganó la medalla de oro y Axel fue el único niño de 11 años que se midió contra jóvenes de 16 a 19 años. El 2022 lo cerró con el Torneo de Matemática Binomio, realizado en Nuevo León, México, en el que obtuvo una mención honorífica.
El 2023 lo arrancó con un gran desempeño en las Olimpiadas Asiáticas de Primaria (ICMO) de Indonesia, al ganar la medalla de bronce. Luego, en México, participó en las Latinoamericanas de Ciencias y Matemáticas, donde conquistó otra de bronce; y en las Olimpiadas del Centro de Alto Rendimiento de Matemáticas, cita en la que ganó una mención honorífica.
Los dos últimos reconocimientos de este año fueron: en las Olimpiadas Latinoamericanas “Matific 2023”, en la que repitió la presea de rubí; y en las Asiáticas de Cálculo, en Yakarta, Indonesia, donde ganó bronce y fue el único niño que compitió contra jóvenes universitarios.
Recientemente participó en las Olimpiadas Iraníes de Geometría 2023, evento del que aún espera por los resultados oficiales. Además, quiere participar en el Torneo de Integrales Universitario de México, para luego ir a las Olimpiadas Copérnico de Matemáticas de 2024, organizadas en Nueva York, EE.UU.
“Todas las competencias son importantes, aprendes cosas nuevas y para mí no existe ningún tipo de presión, porque si pierdes, te queda la experiencia más todo el conocimiento, es enriquecedor. Y cuando logras descifrar los problemas, todo se ve más sencillo, eso es lo que más me gusta de las matemáticas, además de ver mi bandera en lo más alto cuando veo el podio, eso me motiva más”, dice Axel.
Otros aspectos de la vida de Axel
Axel cursa actualmente el primer año de bachillerato o séptimo grado escolar, en la Unidad Educativa Nacional La Creación, en Upata. Le gusta disfrutar la música clásica y “las ciencias en general” como la física, la informática y la química.
Practica la calistenia (sistema de entrenamiento con ejercicios físicos que se realizan con el peso corporal) “para mantener el balance de cuerpo sano y mente sana”, y le gusta el ajedrez, que juega como hobby, porque lo aprende “a través de la observación”.
Axel resalta que luego que superó sus problemas matemáticos, ya no se le dificultan porque aprendió “todo desde las bases, como la aritmética, álgebra, geometría, razonamiento matemático y cálculo”.
Al preguntarle qué le aconsejaría a las personas que les cuesta resolver las matemáticas, Axel señala que todo radica en comprender esta ciencia desde su raíz: suma, resta, multiplicación y división. “De ahí en adelante, lo que cambian son las fórmulas, ese es mi método”.
“Este año he tenido la oportunidad de visitar dos universidades, la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada (Unefa) y la Universidad Nacional Abierta (UNA), donde he podido compartir con los estudiantes a través de una charla que se denomina: ‘De joven a joven, hablando de las matemáticas’. Así ellos conocen el método que utilizo para aprenderme las integrales (concepto fundamental del cálculo y del análisis matemático) más complejas y mostrarles que las matemáticas son hermosas”, comenta.
Objetivos y sueños
Los padres de Axel cuentan que muchas personas lo ven como “un niño prodigio” por su capacidad de análisis en las matemáticas. Sin embargo, consideran que “él es más bien un niño aplicado, autodidacta, que disfruta de horas de entrenamiento sin ningún tutor y que ayuda ―de forma desinteresada― a los demás, impartiendo clases a quien no comprenda algún problema”.
Axel quiere representar a Venezuela en la Olimpiada Internacional de Matemática (OIM), competencia anual en la que participan estudiantes preuniversitarios y la más antigua de las Olimpiadas Internacionales de Ciencias. “Me gustaría traer la medalla de oro”, dice.
También tiene como meta convertirse en ingeniero aeroespacial graduado del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y ser el primer venezolano en viajar al espacio.
“También quiero ayudar a diseñar vehículos que sean capaces de volar por sí solos utilizando inteligencia artificial“, añade Axel. Sin embargo, resalta que para lograr todas estas metas requiere más apoyo, sobre todo económico, del que le pueden dar sus padres.
“Yo vengo de una familia de bajos recursos y se me hace complicado viajar para continuar mis estudios universitarios o participar en competencias internacionales, ya que todos los gastos los tienen que asumir mis padres y para mí eso es una limitante”.
“También me limita no tener los implementos para desarrollarme, como una buena computadora que me permita hacer cursos en línea, y acceso a otros insumos para mi aprendizaje y desarrollo”, añade Axel, quien a pesar de las dificultades mantiene sus objetivos y sueños intactos.
Fuente: https://actualidad.rt.com/actualidad/490443-historia-nino-venezolano-brilla-olimpiadas-matematicas
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