Antes de entrar de lleno en el tema arancelario, me permito recordar unas palabras del economista, jurista y filósofo austriaco, ganador del Premio Nobel de Economía en 1974. Exponente de la Escuela Austriaca, discípulo de Ludwig von Mises. Conocido principalmente por su defensa del liberalismo y por sus críticas a la economía planificada y al socialismo, el cual, y como sostiene en su libro “Camino de servidumbre”, y quien considera un peligro para la libertad individual que conduce al totalitarismo. Friedrich August von Hayek:
«El papel del gobierno debe ser limitado principalmente para garantizar la seguridad, la justicia y la protección de la propiedad privada. Cada vez que el Estado interviene en la economía, interrumpe el orden natural del mercado. Los precios, las ganancias y las pérdidas son las señales que necesitamos para asignar recursos eficientemente. Cuando el gobierno manipula esas señales crea distorsiones. Permitir que el Estado estabilice la economía, solo lleva a un crecimiento descontrolado de su poder. De verdad crees que los burócratas saben más que millones de personas tomando decisiones individuales en el mercado? Además, las intervenciones frecuentemente terminan empeorando las cosas. Como vimos con las políticas inflacionarias que llevaron al colapso en los años 30. Mi postura es simple, confía en el mercado no en el gobierno”.
Donald Trump acaba de aprobar una de las subidas de impuestos más despiadadas de toda la historia de los Estados Unidos.
Sin embargo, él se justifica diciendo que solo ha aprobado aranceles recíprocos frente al resto del mundo, que solo está imponiendo al resto del mundo los mismos aranceles que el resto le imponen a los Estados Unidos.
¿Pero es esto realmente así?
Conocemos los detalles de la guerra arancelaria de Donald Trump de su “día de la liberación” que en realidad debería llamarse “día de la demolición” estamos ante una de las subidas de impuestos contra los estadounidenses más agresivos de toda la historia del país. Hasta el punto que, el arancel exterior medio de los Estados Unidos tras estos nuevos aranceles aprobados por Trump se ubicará por encima del arancel Smooth-Hawley que agravó terriblemente la gran depresión de los Estados Unidos en el año 1930.
Estoy hablando de un arancel exterior medio cercano al 30% en promedio, cuando un estadounidense importa algo del extranjero pagará un 30% más de su precio de venta.
Si una empresa estadounidense quiere importar chips del resto del mundo por ejemplo desde Taiwán, va a tener que pagar en promedio un 30% más de lo que cuesta ese chip, lo que va a impactar negativamente sobre la competitividad de los Estados Unidos.
Lo que dijo “Donald Trump” es que el arancel que van a exigir a las importaciones de cada país varía país por país. En las tablas difundidas por la propia “Casa Blanca”, encontramos el arancel que se va a cobrar a cada uno de los países o bloques económicos por ejemplo a China se le va a cobrar un arancel adicional a los que ya se le exigían del 34%; dado que ya se le exigían aranceles del 20% en total se pagará el 50,4% sobre las importaciones desde China.
A la Unión Europea el 20%; a Vietnam el 46%; a Taiwán el 32%.
Por tanto, todos los chips importados desde Taiwán estarán grabados con un sobrecosto del 32%. Como digo se trata de una locura de aranceles, sin embargo, el propio “Donald Trump” ha justificado estos aranceles hablando de paridad arancelaria (locura arancelaria). Lo que dice Donald Trump es que el resto de países les están imponiendo aranceles muy altos a los Estados Unidos y en consecuencia ellos van a imponer aranceles similares a esos otros países, es más en apariencia incluso los Estados Unidos van a ser más generosos con esos otros países que les están imponiendo ya aranceles aún más altos a los Estados Unidos.
Si volvemos a las tablas veremos que hay una primera columna donde se estima cuál es el arancel promedio que cada uno de esos países le está imponiendo actualmente a los Estados Unidos, por ejemplo, en el caso de China se estima que es el 67% es decir, que supuestamente cada producto que importan los estadounidenses desde China, es grabado con un tributo que encarece su precio en un 67%. En el caso de la Unión Europea estaríamos hablando de un arancel promedio contra Estados Unidos del 39%; en el caso de Vietnam del 90%; en el caso de Taiwán del 64% etcétera. Por eso si dividimos estas cifras por la mitad pues llegamos al arancel que a partir de ahora por motivos de “paridad arancelaria”.
El problema es que el cálculo que ha efectuado el gobierno de los Estados Unidos sobre cuál es el arancel promedio que otros países le imponen a los Estados Unidos, es un cálculo totalmente tergiversado en esta tabla.
Por ejemplo, podemos observar cuál es el arancel exterior promedio de muy diversos países en contra de los Estados Unidos. Por ejemplo, un caso más flagrante es Israel, quien acaba de eliminar todos los aranceles que pesan sobre las importaciones de los Estados Unidos y sin embargo el gobierno de Donald Trump dice que el Estado de Israel castiga con un arancel del 33% a las importaciones estadounidenses.
La fórmula que han empleado es la del déficit comercial de los Estados Unidos respecto a un determinado país dividido entre las importaciones de los Estados Unidos desde ese país.
Ejemplo, supongamos que la UE exporta 600.000 millones de dólares a los Estados Unidos y que los Estados Unidos exportan 400.000 millones de dólares a la UE.
El déficit comercial de los Estados Unidos con respecto a la UE es de 200.000 millones de dólares y como hemos dicho las exportaciones de la UE hacia los Estados Unidos o las importaciones de los Estados Unidos desde la Unión Europea son 600.000 millones de dólares Pues bien dividiendo 200.000 millones de dólares entre 600.000 millones de dólares llegamos a un déficit comercial relativo Del 33%.
Pues bien, en este ejemplo hipotético esa cifra 33% es la que Donald Trump considera que constituye el arancel promedio efectivo.
En este ejemplo la UE frente a los Estados Unidos de hecho, en esta tabla puedes comprobar que el cálculo coincide casi al milímetro con las cifras que ha divulgado el gobierno estadounidense. El déficit comercial de los Estados Unidos con China con respecto a las importaciones de los Estados Unidos desde China lo que podríamos llamar déficit comercial relativo es del 67% y el arancel promedio que el gobierno de Donald Trump dice que China impone sobre las importaciones estadounidenses es del 67%.
El déficit comercial relativo de Estados Unidos frente a la UE es del 38% y el arancel promedio que el gobierno de los Estados Unidos dice que impone la UE contra las importaciones estadounidenses es del 39; el de déficit comercial relativo de los Estados Unidos frente a Vietnam es del 91% y el arancel promedio que el gobierno de los Estados Unidos dice que impone el gobierno de Vietnam contra las importaciones estadounidenses es del 90%.
Dicho de otra manera el gobierno de Donald Trump está equiparando déficit comercial relativo con respecto a lo que compra Estados Unidos a cada uno de estos países, está equiparando esto con arancel, está presuponiendo que si el comercio fuera justo, que si el comercio fuera equitativo, que si no hubiera barreras artificiales al comercio en cada uno de estos países, Estados Unidos tendría equilibrio comercial ni superávit comercial, ni déficit comercial con cada uno de estos países y eso es un dispar absoluto.
Pretender que todo intercambio entre dos agentes económicos o entre dos agrupaciones de agentes económicos ha de quedar en tablas uno ha de venderle al otro lo mismo que el otro le vende a uno, no tiene ningún sentido, es más en ocasiones puedo estar en déficit con respecto al conjunto de agentes económicos de una economía.
Por tanto, tener un déficit o un superávit comercial frente al resto del mundo no es algo necesariamente malo o anómalo; pero desde luego tener un déficit o un superávit comercial individual con cada uno de los países no tiene nada de absolutamente negativo al contrario impedir que puedan surgir déficits o superávits comerciales individuales con los distintos países es cargarse el intercambio comercial y ese es el fundamento teórico sobre el cual Trump está diseñando sus aranceles contra el resto del mundo.
Trump está imponiendo un arancel a cada uno de los países del mundo igual a su déficit comercial relativo, pero el déficit comercial relativo no tiene nada que ver con un arancel que el resto del mundo le imponga a los Estados Unidos lo que se ha hecho por tanto, es un absoluto sin sentido un absoluto despropósito, cuestión distinta es si hay algún tipo de objetivo oculto detrás de este despropósito pero no se nos puede vender como que se están estableciendo aranceles recíprocos a partir de un cálculo que nada tiene que ver con la estimación de los aranceles que el resto del mundo cargan contra los Estados Unidos.

Se han establecido aranceles contra otros países que no tienen ninguna justificación económica y que, por tanto, van a desatar efectos económicos devastadores y en gran medida impredecibles.
Si Trump no termina retirando el horrible de estos aranceles más pronto que tarde el mundo y también los Estados Unidos lo pagarán muy caro.
Gervis Medina
Abogado, criminólogo y escritor venezolano.
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