Si bien el periodo de Juan Guaidó como Presidente del Parlamento vence el 5 de Enero; su cargo como Presidente Interino continuaría hasta el logro del tercer y último paso de la Tríada propuesta, es decir hasta las nuevas “Elecciones Transparentes Presidenciales”, con un nuevo presidente, designado en elecciones populares (seguramente masivas) que tendría legitimidad y reconocimiento internacional y cuyo mandato finalizaría en Enero de 2025, respetándose así los tiempos constitucionales.
La intención de la participación electoral del 6/12/2020, a elecciones para designar los próximos diputados a la Asamblea Nacional, va más allá de los nuevos cargos parlamentarios, los cuales obviamente serán mayoritariamente otorgados a diputados oficialistas cuya finalidad de dictar, aceptar o denegar leyes a su antojo y conveniencia, tendrá como objetivo principal el desconocimiento y la destitución definitiva del Presidente de la AN Juan Guaidó, actual cabeza del movimiento opositor al oficialismo y de sus cargos como Presidente Interino, Presidente de la Transición y Presidente del Gobierno de Emergencia (…)
Hasta ahora el Poder Legislativo, ha sido frenado y controlado por la ANC, por el poder Ejecutivo y por la arbitraria voluntad del TSJ, quien se ha apoderado de las funciones y atribuciones de la Asamblea Nacional legítima.
El marco ingenio de esta astuta obra teatral, pondría a Maduro de protagonista principal, el cual podría decidir voluntariamente retirarse del poder Ejecutivo (fingiendo así una conducta democrática y pacífica) para ceder el cargo temporal de Presidente Interino al nuevo Presidente de la AN, (sucesor con los mismos lineamientos mandatorios) y llamar a elecciones presidenciales, nuevamente ilegítimas.
Esto sería reconocido por países como Cuba, Rusia y China para declarar legitimidad democrática electoral.
Me niego a llamar estos lineamientos como “Políticos”
El control sobre todos los poderes, les mantendría en la continuidad del Poder y control de la nación venezolana.
Retomar todos los poderes, será una demostración del Poder Oficialista sobre el Poder de la Voluntad Ciudadana, obvia Violación a los Derechos Políticos y Civiles.
No vemos un subterfugio claro y favorecedor a la salida del régimen del poder ni al rescate de la soberanía, libertad y desarrollo de Venezuela.
Ir a elecciones nos deslegitima a nivel internacional y me atrevería incluso a decir que nos ridiculizaría, dando por terminado cualquier apoyo eventual y posterior.
Pero no participar en esas elecciones evidentemente otorgaría la victoria al oficialismo y pondría en peligro la continuidad del Presidente Interino Juan Guaidó y por ende el descarte político participativo de la oposición a un narco estado oficialista.
Es imprescindible una Tormenta Perfecta!
No obstante, si lo que el Oficialismo busca es un reconocimiento internacional de países democráticos, no lo conseguirá a ningún costo; pero eso no quita que continúen en el poder.
Pa´Lante
Nueva visión Política
Opinión personal
Arq. Laura Bolla
Adalid político-social
Sociedad Civil Independiente
@LAURABOLLA2015
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