El régimen chavista jamás ocultó su interés en influir en la selección del candidato de la PUD/MUD. Así como tampoco disimuló su aprobación para que fuese Manuel Rosales el candidato y no otro el escogido.
Si hemos argumentado que el régimen chavista tiene a su disposición todo el poder para imponer los resultados que le dé la gana ¿Por qué molestarse en autorizar a un candidato y no otro? Al final es irrelevante a quien postule la oposición si en todo caso el chavismo de todas formas se va a adjudicar el triunfo y proclamar a Nicolás Maduro.
A los efectos de la mecánica que opera en el fraude electoral daría igual que el candidato de la PUD/MUD fuese María Corina Machado, Corina Yoris, o Edmundo González.
¿Por qué entonces el chavismo maniobró desde el principio para inhabilitar a María Corina y a Corina Yoris autorizando a última hora la candidatura de Edmundo González?
No se podría decir que el interés del chavismo era empujar un candidato opositor opaco y sin carisma como Manuel Rosales o Edmundo González en contraste con una opción carismática y entusiasta como la de María Corina Machado.
Porque de ser así el chavismo no solo habría inhabilitado políticamente a María Corina, como en efecto lo hizo, sino que además la habría inhabilitado físicamente sacándola del país o metiéndola en la cárcel precisamente para impedir que ella traspasara su popularidad al actual candidato como está ocurriendo.
Nadie podrá decir, y menos los chavistas, que en el 2023 luego de la Primaria de la oposición no era previsible que la popularidad y la influencia de María Corina Machado crecería como una bola de nieve en los meses siguientes, aunque fuese inhabilitada como candidata. Pero aun conociendo esto el chavismo le ha permitido actuar y moverse por todo el país realizando extraordinarias movilizaciones que solo ponen en evidencia que el chavismo perdió la calle.
Tampoco se podría argumentar que el chavismo “no toca” a María Corina por una suerte de blindaje mágico que desataría todas las desgracias si se atrevieran a hacerlo.
Entonces lo que aquí habría que analizar es porque el régimen chavista impide que María Corina sea la candidata de la oposición pero al mismo tiempo le permite que haga campaña por Edmundo González al punto de posicionarlo como un candidato imbatible frente a un disminuido Nicolás Maduro.
La razón podría qué ser que el chavismo tiene en sus manos un conjunto de recursos que le permiten la certeza de garantizar unos resultados favorables más allá de la popularidad de María Corina Machado y los apoyos contundentes para Edmundo González.
De muy poco valdrá la popularidad y los votos si lo único que cuenta en esta elección es quien anuncia unos resultados a la medida del régimen.
Si esto es cierto tendríamos que volver a repetir la pregunta inicial
¿Para qué tomarse la molestia de imponer un candidato y por qué no dejar correr a María Corina Machado desde un principio? ¿Cuál podría ser la diferencia si de todas formas ellos ya tienen su resultado preparado?
Nuestra tesis es que esto tiene que ver con un trámite esencial de legitimidad que el régimen debe cumplir frente a sus propios componentes militares.
El chavismo tiene que lograr que el apoyo de las FANB chavistas al fraude electoral sea lo más fluido y con un soporte de legalidad y legitimidad aunque eso tan solo sea en apariencia.
A esa FANB chavista y socialista no se le va a pedir que vaya en contra de la Constitución de 1999.
Por el contrario a los militares se les exigirá la debida obediencia a una autoridad y unas leyes que legalmente proclaman ganador a Nicolás Maduro, aunque este resultado no se parezca en nada a la realidad.
Así el aspecto de la legalidad del resultado quedaría resuelto con una decisión anunciada por un CNE que todos, hasta la PUD/MUD, reconocen y el aval del TSJ también controlado por el régimen.
La legitimidad vendrá del reconocimiento a los resultados que hagan los candidatos perdedores en la contienda. Los candidatos que firmaron el Acuerdo de Caracas no tendrán ningún reparo en aceptar esos resultados.
El problema, aun hoy, es con el candidato de la PUD/MUD. ¿Aceptará Edmundo González esos resultados? La certeza de que una candidata beligerante como María Corina Machado se habría negado a aceptar los resultados del fraude es casi seguro la razón que condujo a su inhabilitación y a la subsiguiente inhabilitación de Corina Yoris.
El régimen chavista necesita que el candidato de la PUD/MUD acepte, aunque sea bajo protesta, esos fraudulentos resultados. Un candidato como Manuel Rosales jamás habría presentado ese inconveniente. Pero con María Corina no podrían estar tan seguros.
La decisión de inhabilitar la tarjeta de la MUD y en forma consiguiente la candidatura de Edmundo González es a lo que el régimen evaluará hasta unos días antes de la elección del 28 de julio.
Todo dependerá de la valoración que haga el chavismo sobre la disposición de Edmundo González y de María Corina Machado en aceptar los resultados del fraude, aunque sea a regañadientes.
El régimen tendrá que esperar unos días más antes de tomar una determinación vía TSJ, porque también es probable que así como María Corina Machado sorprendió a todo el mundo aferrándose a la vía electoral como cualquier otro en la MUD no se puede descartar que ella, buscando una posición de influencia para las elecciones regionales del 2025, acepte los resultados del fraude bajo protesta al tiempo que anuncie que seguirá en la lucha electoral con miras al próximo año.
Esto sería el mejor desenlace para el chavismo quién podrá reivindicar la legalidad y la legitimidad del cuestionado proceso sobre todo ante sus efectivos militares.
Pero si este desarrollo no está claro para el régimen lo más probable es que procedan a inhabilitar la tarjeta de la MUD y la candidatura de Edmundo González “legalmente” para obligar a la PUD/MUD a apoyar a la única opción posible que sería la de Enrique Márquez si es que aún les quedan ganas de seguir obstinadamente en la ruta electoral.
Y con un candidato como Enrique Márquez no hay la menor duda que esos resultados fraudulentos del 28 julio serán reconocidos con alguna u otra objeción, pero reconocidos que es lo que en definitiva importa.- @humbertotweets
Humberto González Briceño
Maestría en Negociación y Conflicto
California State University
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