Vallas publicitarias por toda Bruselas para advertir a la UE de la presencia rusa en Venezuela.
Para seguir reconociendo a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, en la Eurocámara hubo mayoría, no consenso, con 391 votos a favor, 11 en contra y 117 abstenciones. La línea divisoria pasó exactamente por el centro de las bancadas. A la derecha -liberales, conservadores y ultraconservadores-, quieren seguir reconociéndolo. Hacia la izquierda socialdemócratas, verdes y la izquierda- apoyan la decisión del Consejo, que representa la voluntad de las 27 capitales de la Unión Europea: aceptar el hecho de que la asamblea saliente acabó su mandato y que, a pesar de todo, hay que seguir hablando con quienes tienen el poder en Caracas.
Sin consenso para Guaidó
“Es un grave error de la diplomacia europea”, dijo Dita Charanzova, eurodiputada checa, de la bancada liberal y vicepresidenta del Parlamento Europeo. En su opinión, a la vez que hay que insistir en la legitimidad de Guaidó, hay que aumentar las sanciones selectivas porque el “un diálogo sincero” con el gobierno de Nicolás Maduro no se dará.
La situación es peor de la que teníamos: pues no reconocemos la legitimidad de la nueva asamblea, y la otra terminó su mandato”, opina María Manuel Leitao, eurodiputada portuguesa, de la bancada socialdemócrata. Su grupo apuesta más bien por aceptar que la realidad y apoyar las acciones de la diplomacia europea en el sentido de seguir trabajando, con todos los actores, para presionar hacia una nueva cita electoral.
“Tenemos que luchar en varios frentes; no podemos olvidar la crisis migratoria venezolana con consecuencias negativas para Colombia y la región. Tenemos que tener varias agendas”, subrayó en conversación con DW. “No podemos olvidar que el origen de Maduro fue la enorme desigualdad que había en el país”, agregó.
“¿De verdad creen que sin hablar con Nicolás Maduro se va a avanzar en una solución?”, planteaba en la plenaria de esta semana en la Eurocámara el eurodiputado Jordi Soller, de la bancada de los Verdes, que no votó a favor de seguir reconociendo a Guaidó. Por su parte, Leopoldo López Gil, eurodiputado español de origen venezolano, de la bancada conservadora, no ve con buenos ojos que la UE como tal no se haga eco de la resolución alcanzada.
Como fuere, como lo recordó el propio Josep Borrell, Alto Representante de la Política Exterior Europea, la competencia de las decisiones en relaciones exteriores no está en manos de Eurocámara sino en los jefes de Estado y de Gobierno de los 27, que deben alcanzar la unanimidad. En el caso de Juan Guaidó, esa unanimidad nunca se logró: no todas las capitales lo reconocieron como “presidente interino”.
¿Sanciones sí afectan a la población venezolana?
Por otro lado, no hay que olvidar que en la lista de las sanciones selectivas contra Venezuela hay 36 miembros del gobierno. La prohibición de entrar a territorio comunitario y el congelamiento de activos forman parte de las medidas tomadas, medidas que, según la línea que defiende Bruselas, no afectan a la población venezolana.
Caracas no es de la misma opinión, y objetó la decisión ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. El recurso fue rechazado en un primer momento por inadmisible, porque la República Bolivariana de Venezuela no podía ser actor del proceso.
A la objeción de Caracas ha respondido esta semana el abogado general de la Corte de Luxemburgo: el caso sí es admisible y Caracas sí puede recurrir la decisión del Consejo. Aunque la opinión del abogado general no tiene necesariamente que ser aceptada por la Corte, suele tener eco. El asunto es de naturaleza jurídica, explican fuentes europeas, y no perjudica la decisión política del Consejo de la UE.
En cualquier caso, en las instituciones de la UE, Venezuela sigue muy presente. La compleja situación “no se resolverá con resoluciones encantatorias”, advirtió Borrell anunciando que Bruselas seguirá buscando caminos para la solución política que debe pasar por nuevas elecciones con la participación de todos los actores.
Y mientras que vallas publicitarias se despliegan por toda Bruselas advirtiendo a la UE del peligro de la presencia rusa en el país, la esperanza se cifra, en una nueva pieza para el rompecabezas: la política de la nueva administración estadounidense de Joe Biden hacia Venezuela. (cp)
Fuente: DW.com
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