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Sobre Griselda Blanco: qué es verdad y qué no en la serie de Netflix que protagoniza Sofía Vergara

La serie de de Netflix tiene diferencias con la historia verdadera de Griselda Blanco

(Fotos: captura youtube de Univisión y Netflix)

En el final de la serie “Griselda”, protagonizada por Sofía Vergara y que cuenta la vida de la infame narcotraficante colombiana Griselda Blanco, tres de sus cuatro hijos murieron antes que ella. Sin embargo, en la realidad no ocurrió así: Dixon, el segundo, sobrevivió.

Esta es apenas una de varias diferencias entre la historia real de la líder mafiosa y el show de Netflix, que en cuestión de días captó la atención de las audiencias en la plataforma y se convirtió en el estreno más visto en los que va del 2024.

Esta dramatización de seis capítulos sumerge a los espectadores en el auge y caída de Blanco, una mujer que dominó el mercado de la droga en Miami durante los años 80. Aunque la serie cuenta con una narrativa cautivadora, su adhesión a los hechos históricos reales se mezcla con elementos de ficción.

No se trata de un recursos novedoso. Son muchas las historias biográficas en el cine o en otros medios que apelan a relatos alejados de la realidad para darle un toque distintivo que -quizá- no se alcanza si únicamente se cuenta la verdad.

Los orígenes de Griselda Blanco

La vida de Blanco, nacida en la ciudad de Santa Marta, al norte de Colombia, en 1943, estuvo marcada por la violencia, el poder y la controversia. La trama de Netflix presenta a la narco colombiana como una madre de cuatro hijos que construyó un ejército propio en Miami y desafió a los capos de del cartel de Medellín.

Empleó prostitutas como mulas para importar la droga a territorio estadounidense y ordenó asesinatos a sangre fría para proteger su territorio. Sin embargo, surge la pregunta de cuánto de esta imagen de mujer despiadada y que -supuestamente- atemorizaba a Pablo Escobar fue real.

Griselda construyó un imperio de la cocaína en Miami, estableciendo una red de distribución masiva y acumulando una enorme fortuna. Su influencia y poder se extendieron por toda la ciudad, y su nombre se convirtió en sinónimo de violencia y peligro.

Sus esposos y la fama de “viuda negra”

Cuando aún era muy joven, a mediados de los 50, llegó a Medellín con su madre, Ana Lucia Restrepo. Su objetivo era huir de la pobreza y de los abusos del padre de Griselda. Primero consiguieron trabajo como meseras en un barrio de poca monta, que era refugio de ladrones y malvivientes.

Allí conoció a su primer esposo: José Darío Trujillo, un falsificador de documentos y que se convertiría en padre de sus hijos mayores, Uber, Dixon y Osvaldo. No se sabe con certeza cómo murió. Algunos dicen que por cirrosis. Otros, aseguran que fue la propia Griselda la quien ordenó que lo mataran.

Acá surge otra de las diferencias con la serie. En el show se indicó que la narco colombiana tuvo dos esposos. Pero en realidad fueron tres. Además de Trujillo, con quien ingresó en el negocio de la droga, su segundo marido fue Alberto Bravo, que aparece brevemente en la serie con su verdadero nombre.

Griselda Blanco en medio de su vida de lujos (Foto: captura youtube Univisión)

Según algunas entrevistas que concedió a medios como Infobae o la BBC de Londres, el periodista colombiano José Guarnizo, quien investiga la vida de Blanco desde hace más de 12 años y está próximo a publicar un segundo libro sobre ella, reveló algunos detalles sobre sus relaciones.

Con Bravo, la mujer montó una casa de cambio y consolidó el tráfico de cocaína a Nueva York. En la ficción ella mata a Bravo por obligarla a tener relaciones sexuales con su hermano para saldar una deuda. En la realidad no hay indicios de esos hechos.

“Hay un montón de testimonios y documentos que indican que a Alberto Bravo lo matan en Bogotá y que lo mata un ala del cartel de Medellín en la que estaban varios de los narcotraficantes que aparecen en la serie”, dijo Guarnizo al medio estatal británico.

Ya en Miami, Griselda conoció a su tercer esposo, Darío Sepúlveda, un personaje relevante en la serie y en su vida. Fue con él con quien tuvo a su cuarto hijo, Michael Corleone Sepúlveda Blanco. Por si hiciera falta aclararlo, el nombre fue en homenaje al protagonista de la novela de Mario Puzo, El Padrino.

Se cree que Sepúlveda murió asesinado por un tema personal, como se recrea en la ficción, aunque no está completamente aclarado que fue Blanco la autora intelectual.

El periodista dijo que hay varios indicios que indicarían que Griselda tuvo que ver con el asesinato de Sepúlveda porque él se llevó a Michael para Colombia. Es probable que Griselda haya matado a uno de sus tres maridos, pero no a todos como se cree. Gracias a esta versión se agrandó el mito de viuda negra.

Los hijos de Griselda Blanco

Los cuatro hijos de la líder mafiosa tiene un rol importante en la serie aunque no son trascendentales en el relato. Acompañaron a lo largo de los seis capítulos a su madre y vivieron de cerca el auge y caída de la reina de la cocaína. Siempre estuvieron al lado de ella.

Tanto Guarnizo como el propio Michael Corleone (quien concedió una entrevista a Univisión) indicaron que Dixon está vivo y no murió como se hizo creer en el final del programa. En la realidad hay indicios de que sobrevivió.

A Uber lo asesinaron en Medellín en un negocio de drogas y a Oswaldo lo manda a matar Pablo Escobar desde la cárcel La catedral. El del medio, Dixon, sí sobrevivió e incluso vivió con Griselda cuando ella regresó a Colombia, pero era adicto a varias drogas y tenía una vida muy dependiente”, le dijo Guarnizo a la BBC.

Griselda junto a su hijo Michael Corleone (Foto: captura youtube Univisión)

Michael es el hijo más conocido de Griselda. Tiene 43 años y recientemente demandó a Netflix y a Sofia Vergara, quien es también productora ejecutiva de la serie, por contar la historia sin darle compensación ni atribución. Finalmente llegaron a un acuerdo.

¿Mentora o enemiga de Pablo Escobar?

El único hombre al que alguna vez tuve miedo es una mujer llamada Griselda Blanco, Pablo Escobar”. Esa es la frase con la que comienza la serie. Sin embargo, nadie acedita que efectivamente el líder del cartel de Medellín haya dicho esa oración.

De hecho, se sabe que la relación entre ellos no era para nada cordial. Eran enemigos dentro del negocio de la venta de droga. La consideraba su enemiga y hasta hablaba de ella con respeto pero jamás la consideró parte de su círculo de confianza.

La tensión entre ambos se vivió a finales de la década de 1970 al punto de desatar una pseudo-guerra en Medellín, que terminó por sacar a Griselda del país. Los problemas surgieron cuando Escobar ingresó en el narcotráfico mientras que Blanco ya era alguien reconocida.

El resto es historia y su éxito los siguientes años la llevó a convertirse en la reina de la cocaína en la capital del sol. Ninguno dependió del otro para el éxito de sus carreras en el mundo del delito.

Los Ochoa, socios y enemigos de Griselda

Radicada y consolidada en Miami, la mujer tuvo que enfrentarse a una familia muy influyente y peligrosa: el clan de los hermanos Ochoa, que hacía parte del cartel de Medellín. Su lídera era Fabio Ochoa, quien gozaba de mucho poder.

“Entre los Ochoa y Griselda hubo una guerra dual de mucha tensión hasta que terminan haciéndose socios, además ella empieza a tener una relación de amistad con Marta Ochoa Saldarriaga, tal como se muestra en la serie”, agregó el periodista.

Griselda Blanco fue asesinada en los 2012.

Marta era prima de los Ochoa, le prestó mercancía a Griselda y terminó asesinada por ella. En la serie, la mujer murió por una sobredosis de crack y cayó sobre una gran mesa de vidrio. Para ocultar el accidente, Blanco escondió el cuerpo en una suerte de jacuzzi.

La realidad fue aún peor. El cuerpo de Marta fue encontrado torturado y abandonado en un caño de Miami. Esto fue un quiebre en la vida de Griselda dentro del negocio. Corría el año de 1984 y por eso, la jefa se quedó sin socios y con los Ochoa como sus flamantes enemigos. Se venía el ocaso.

Otros personajes reflejados en la serie que son parte de la verdadera historia de Griselda Blanco

Los narcos Rafael Salzar y Papo Mejía existieron en realidad y aparecieron con sus verdaderos nombres.

El primero, más conocido como Rafico, fue un narcotraficante famoso de Medellín. Sobre Mejía, según dijo Guarnizo, en la escena en la que es atacado por un cubano enviado por Griselda en un aeropuerto fue real. El delincuente sobrevivió y de hecho colaboró con la Justicia.

Chucho y Rivi: sus dos sicarios de confianza

Los dos sicarios que más cerca estuvieron de la capo de la droga de Miami existieron y en la serie quedó reflejado. La historia más dramática es la de Jesús “Chucho” Castro, quien era una suerte de guardaespaldas de primera línea.

En la serie queda en claro que lo conoció casualmente en una cafetería de Miami cuando recién quería entrar en el negocio de la cocaína en esa ciudad. Sin embargo, en realidad a “Chucho” lo conoció cuando eran jóvenes en Medellín.

Sí es cierto es que Griselda es la responsable de la muerte de Jonny, el hijo de 3 años de Castro. Se lo confirmó el mismo “Chucho” al periodista Guarnizo. Lo que no es verdad es lo que pasó después del crimen.

En la serie se vio que a Jesús le dispararon desde un auto en el que estaba justamente Rivi Ayala, el lugarteniente de Griselda. Una personaje central en el programa y en la vida de la mujer.

Lo que no se vio en la serie es que después del crimen del hijo, “Chucho” metió el cadáver del menor a una bañera con hielo, pasó toda la noche con su esposa entre lágrimas y entregó el cuerpo finalmente en una mezquita. Después escapó. Castro murió el año pasado en Colombia.

Rivi Ayala, lugarteniente de Griselda Blanco (Foto: captura youtube Univisión)

La increíble historia de Rivi Ayala

Rivi había nacido en Colombia, pero estaba radicado en Miami desde antes de la llegada de Griselda a la ciudad. El joven sicario había crecido en Chicago y hablaba inglés a la perfección.

Griselda lo adoptó como su colaborador más importante. Ella veía en sus ojos a un asesino frío y calculador, dispuesto a todo por escalar en la pirámide de la organización. Y así lo hizo. Fue autor de decenas de crímenes a sangre fría que le achacaron a Blanco.

Ella disponía y él ejecutaba. Los informes policiales llegaron a contar unos 250 asesinatos durante el reinado de la madrina en Miami.

La asociación de Blanco y Ayala finalmente duraría poco. La policía detuvo a Griselda en 1985 y la Justicia de Estados Unidos la condenó a 20 años de prisión por tráfico de cocaína. Sin embargo, Rivi seguía siendo una incógnita para los detectives que investigaban el caso.

Pese a eso, lo detuvieron poco tiempo después. Ayala se mostró dispuesto a colaborar con la justicia para salvarse él. Enumeró uno a unos los casi 250 homicidios ideados todos por la madrina. Era inminente la condena a muerte contra la feroz jefa narco por convertir en su momento a Miami en la ciudad más peligrosa del país.

Sin embargo, una insólita situación -reflejada en la serie- cambió todo de manera increíble. En 1998, durante sus interrogatorios en la oficina del fiscal, Ayala había conocido a las secretarias que le llevaban bebidas durante las audiencias.

Lo que no imaginaban las autoridades es que desde prisión, el sicario mantuvo sexo telefónico con hasta tres chicas. Las llamadas se filtraron y se conocieron los diálogos calientes entre el reo y las empleadas. Rivi quedó desacreditado como testigo y se cayó toda la causa contra Griselda. Otra victoria de la ya ex jefa de la droga de Miami.

Cómo fue la caída de Griselda Blanco  

En el show que protagoniza Sofía Vergara, Griselda Blanco se entregó en California a las autoridades para evitar que sus enemigos la mataran. Si bien es cierto que huyó de Miami por sus conflictos con el Cartel de Medellín, en realidad la reina de la cocaína fue detenida por una investigación de la DEA.

“Yo entrevisté a Palomo, el agente de la DEA que estuvo tras la captura de Griselda. Él confirmó que dio con el pueblo en el que se escondía en California y que para encontrarla siguió las pistas de los carros de lujo, porque sabía que los hijos eran aficionados”, dijo el periodista a la BBC.

A Blanco la encontraron mientras leía la Biblia. Según Guarnizo, el oficial prometió darle un beso a la jefa narco cuando la encontrara. Cumplió la promesa. Una escena que lamentablemente no se vio en la serie.

El final de la verdadera historia de Griselda Blanco

Griselda no recibió cadena perpetua ni pena de muerte, aunque sí pasó 19 años presa en Estados Unidos.

No fueron ni siete o 13, como se mostró en la serie. Una vez cumplida su condena, regresó a Medellín, en donde vivió un tiempo hasta que fue asesinada en 2012 de dos balazos en la cabeza cuando salía de una carnicería.

Tenía 69 años y claramente, muchas cuentas por rendir. Este macabro y triste final no fue reflejado en la serie.

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