¡Impedid que Venezuela sea el siguiente!
Mientras Europa se cuestiona su intervención en Venezuela para rescatar a los ciudadanos de la tiranía narcoterrorista, la Federación Rusa ya está dentro de ese país, sin jamás haber solicitado la autorización a las Instituciones que constitucionalmente tienen el poder para permitir el ingreso de fuerzas extranjeras en su territorio.
La Campaña Don’t let Venezuela Be Next es un recordatorio de las recientes acciones ilícitas de la Federación Rusa en varios países del mundo y un llamado de la Sociedad Civil a la UE para que, a la hora de tomar decisiones sobre su papel en Latinoamérica y proponer estrategias de apoyo al restablecimiento de la Democracia en toda la región, tenga en cuenta que su vecino y adversario político más poderoso está dentro de Venezuela con su armamento y su personal especializado, con el beneplácito del régimen secuestrador de las instituciones democráticas del país.
Las aspiraciones expansivas de la antigua URSS continúan siendo punto principal de la agenda de la actual Federación Rusa, y se materializan en forma de injerencias, cuando no invasiones, como las que se han producido en países como Montenegro, Ucrania o Bielorrusia. El viejo dinosaurio ex Soviético no soporta la pérdida de influencia política consiguiente al desmantelamiento de la URSS, y sus tentáculos alcanzan Latinoamérica ¡Europa debe reaccionar!
Presencia militar de Rusia en Venezuela
Venezuela se ha convertido en escenario de una “pugna” internacional, en la que Rusia participa de forma dominante. El régimen de Nicolás Maduro ha violado sistemáticamente la soberanía venezolana con la incursión de especialistas rusos. Estas incursiones han sido documentadas en twitts oficiales del régimen, por ejemplo en mayo 2020, cuando la Zona de Defensa Integral (ZODI) informó públicamente de que se habían incorporado a sus filas ocho especialistas de las Fuerzas Especiales de la Federación Rusa, para llevar a cabo labores de rastreo y ayudar en la captura de mercenarios, violando flagrantemente el Artículo 187 de la Constitución, que establece que solo bajo la autorización de la Asamblea Nacional venezolana se autorizaría la participación de misiones militares extranjeras en el país (ver captura del Twitt que ya fue borrado).
Se trata de la primera vez que se documenta oficialmente la presencia de soldados rusos en operaciones militares en Venezuela, sin embargo, ya desde enero 2019, se sabe que soldados rusos se movilizan por Venezuela con uniformes del ejército venezolano, usando cuarteles, helicópteros, drones y otros armamentos del ejército venezolano. Desde 2019 se han revelado informaciones que demuestran que hay rusos hospedados en hoteles militares y comerciales en la frontera con Colombia y en el Estado Bolívar, la zona minera del país, donde los rusos tendrían intención de ocupar parcelas en el “Arco Minero”.
Relaciones entre Rusia y el régimen venezolano (ver fotos)
Por lo que respecta a la injerencia política, no queda duda de que, si el régimen venezolano ha traspasado la barrera legal admitiendo la entrada de Fuerzas Militares, la intromisión e imposición rusa en materia política es más intensa, aunque menos perceptible. En febrero de este mismo año, el canciller ruso viajó a Venezuela a reiterar su apoyo incondicional a Nicolás Maduro y expresó abiertamente que su posición era una reacción en contra de la presión que estaba ejerciendo la comunidad internacional al imponer sanciones a Venezuela.
Hay que considerar que Rusia tiene una participación fundamental en las actividades de espionaje, lo que ha puesto su muy avanzada tecnología a disposición del régimen de Maduro.
Dependencia económica
En el aspecto financiero la economía venezolana está en bancarrota. Ha descendido continuamente desde 2014, de acuerdo al FMI, casi 20% en 2018, 35% en 2019 y hay previsiones para un descenso de 15% en 2020, otros análisis lo calibran en poco más del 10%. Entre 2014 y 2020 la economía de Venezuela se habrá reducido en la espeluznante cifra de alrededor del 70%. Rusia ha reestructurado la deuda que Venezuela tiene con Moscú. La economía del régimen podría sostenerse sin caer en bancarrota si no fuera por los préstamos rusos. Esto implica una peligrosa dependencia del Estado.
La UE debe aceptar la innegable realidad de la injerencia rusa en la política venezolana. Es urgente que la UE no pierda de vista esta realidad en todas sus acciones diplomáticas ante las autoridades tanto rusas como venezolanas.
Si realmente Europa quiere una solución para Venezuela y la reconquista de la normalidad democrática en toda América Latina, la UE debería lanzar, sin demora, una campaña diplomática con el claro e irrenunciable objetivo de minimizar el impacto de la injerencia rusa, tanto en Venezuela como en el resto de los países del subcontinente americano.
30-01-2021
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