En algunos casos no se ha especificado las causas de los decesos, pero es probable que sean naturales pues todos contaban con más de 80 o 90 años de edad
Trabajo de Camila Acosta Corresponsal de ABC en La Habana Cuba
El dictador cubano Raúl Castro está perdiendo a sus hombres de confianza. En menos de un mes, cinco militares con grado de general han fallecido en la isla. En algunos casos no se ha especificado las causas de los decesos, pero es probable que sean naturales pues todos contaban con más de 80 o 90 años de edad.
Los fallecidos son el General de Brigada Juan Antonio Hernández Hernández, ex jefe del Estado Mayor de la Ejército Juvenil del Trabajo; General de División Romárico Sotomayor García; General de Brigada Juan Israel Cervantes, Director de la Industria Militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR); General de División de la Reserva Jorge Luis Guerrero Almaguer, Jefe de Dirección de Cuadros del MINFAR (Ministerio de las FAR); General de Cuerpo de Ejército y viceministro primero del MINFAR, Ramón Espinosa Martín.
Todos formaban parte de la llamada ‘generación histórica’, con trayectorias militares desde antes de 1959 en la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista o principios del régimen de los hermanos Castro, y ocuparon altos cargos en el gobierno y las FAR o el MININT (Ministerio del Interior).
Espinosa Martín era conocido por ser uno de los hombres de mayor confianza de la cúpula castrista, tanto, que hace dos años el Buró Político del Comité Central del PCC lo incluyó entre sus miembros, violando así sus propios estatutos, los cuales establecen 60 años como límite de edad para pertenecer a la organización.
Su fidelidad, la de Espinosa Martín, al castrismo se evidenció igualmente cuando presidiera el tribunal militar que en 1989 juzgó al general Arnaldo Ochoa y otros seis militares acusados de narcotráfico y de alta traición, tras un juicio sumario, cuatro de ellos serían fusilados.
Otros de los que resaltan por su hoja de servicio al régimen es Romárico Sotomayor García, quien fuera sancionado por Estados Unidos por su papel al frente de la Dirección Política del MININT durante la represión a los manifestantes de las históricas protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021. Washington lo señaló como uno de los principales represores del régimen.
Pese a sus «excepcionales» trayectorias militares, ninguno de los generales mereció la asistencia de Castro y Miguel Díaz-Canel en sus entierros.
Apenas el funeral de Cervantes Tablada contó con algunas figuras de la plana mayor como el primer ministro, Manuel Marrero –de formación militar y coronel retirado–, y del General de Cuerpo de Ejército Álvaro López Miera, Ministro de las FAR.
Esto ha aumentado los rumores del supuesto deceso de Castro por complicaciones de salud a sus 93 años de edad.
En lo que va de año, han muerto otros dos generales cubanos, a las que se suman dos acaecidas en 2022; uno de estos fue el exyerno de Raúl Castro, Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, de 62 años y conocido como «el zar de GAESA» (grupo de la cúpula que controla alrededor del 80% de la economía del país) y albacea de la familia Castro.
Las muertes acaecidas en septiembre constituye la segunda mayor oleada de decesos de altos militares cubanos tras las protestas del 11J; entre julio y octubre de 2021 perdieron la vida unos 17 militares de alto rango, lo cual generó rumores de supuestas desavenencias y conflictos internas en el poder.
El relevo
La actual oleada de decesos no representa necesariamente una conspiración en las altas esferas del poder pues todos tenían edades avanzadas.
Aunque todavía quedan alrededor de una decena de generales de la «generación histórica», por ley natural, irán siendo reemplazados por oficiales más jóvenes y con menos historia militar.
Hay quienes confían en que estas nuevas generaciones que los sustituyan quizás no sean tan afines a la revolución y que por ello se conviertan en motor de cambios.
Otros no son tan ingenuos y reconocen que en una dictadura militar como la cubana, para llegar a tan altos cargos y/o rangos militares, un requisito fundamental es la fidelidad ciega.
Demasiadas muertes misteriosas, repentinas y enjuiciamientos sumarios por supuesta traición (como el de Ochoa) se han sucedido como para dudarlo.
«Lealtad al proceso revolucionario es una cosa y la lealtad a Raúl Castro, es otra», recuerda el analista político Juan Antonio Blanco Gil.
Alejandro Castro Espín // AFP
Una figura que podría sobresalir y beneficiarse de esta situación es Alejandro Castro Espín, hijo de Raúl, de 59 años de edad, quien tuvo un papel fundamental en el deshielo con Washington durante la administración de Obama y también cercano a Moscú.
Tras el escándalo suscitado por los ataques sónicos y el llamado síndrome de La Habana, el Coronel del MININT desapareció de la palestra pública; pero han pasado varios años y la memoria suele ser corta. Algunos consideran que es él quién realmente lidera y/o mueve los hilos de los militares cubanos.
La misma confianza en un cambio o de una transición a la democracia desde el poder se tuvo cuando ascendiera a la presidencia Miguel Díaz-Canel.
Sin embargo, pronto se encargó afirmar que representaba la continuidad. Además, el mandatario llegó en medio de un proceso de deshielo y de búsqueda del fin de embargo norteamericano por parte del régimen, lo cual requería que no hubiera -visiblemente- un Castro en el poder. Pero todos saben que Díaz-Canel no posee un poder real, solo es el títere de esta familia y su cúpula.
Tomado de ABCInternacional
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