El ultraconservador y xénófobo expresidente de Estados Unidos Donald Trump ha denunciado a la fiscal general de Nueva York, Letitia James, en un intento desesperado por impedirle que siga investigando sus prácticas comerciales, según una información publicada en el diario New York Times.
De acuerdo con la denuncia de Trump, a James le guía un deseo de venganza: «Su misión está guiada únicamente por la animosidad política y el deseo de acosar, intimidar y ejercer represalias sobre un ciudadano privado al que considera adversario político», y la acusa de llevar a cabo una «encarnizada cruzada» así como de estarle «bombardeando incansablemente con injustificadas citaciones a comparecer».
Desde hace dos años, la fiscal general de Nueva York lleva a cabo una investigación civil sobre los negocios de Trump, con el objetivo de determinar si «infló» el valor de sus activos para conseguir mejores préstamos y seguros, al tiempo que reducía sus cargas fiscales.
Hace unos días, la fiscal anunció que iba a pedir a Trump que declarara en su oficina el próximo 7 de enero de 2022 lo que, según el diario Washington Post, motivó que el expresidente la acusara de «mala conducta judicial», y que representantes de la Trump Organization –el holding de negocios del expresidente- hayan manifestado que «el único objetivo de la fiscal general de Nueva York es investigar a Trump para llevar a cabo sus propias ambiciones políticas. La demanda es ilegal y contraria a la ética».
Además de esta investigación civil, Donald Trump tiene abiertas otras, y entre ellas una criminal de la que se encarga el fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus Vance Jr..
A lo largo del verano de 2021, distintos fiscales han inculpado a la Trump Organization y a su director financiero, Allen Weisselberg, de hasta quince delitos económicos, entre ellos fraude fiscal federal, falsificación de documentos comerciales, robo y complot para conceder ventajas fiscales a altos ejecutivos de sus empresas.
Por Mercedes Arancibia
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