La Comisario del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalística (Cicpc), Eglys Muro,intimida, hostiga y amenaza a las trabajadoras de La Prensa de Lara, Jenifer Orozco, reportera; y a Ángela Peroza, reportera gráfica; mientras cubrían una pauta informativa en el Cementerio Municipal de Iribarren, en Barquisimeto, estado Lara.
“Unos vecinos del sector Las Tinajitas nos avisaron que en una casa había tres fallecidos y que ya el Cicpc estaba en el sitio con el levantamiento de las personas. Como estábamos retiradas del sitio y no había gasolina, decidimos ir a donde depositan los cuerpos en descomposición en el cementerio de Barquisimeto; algo que le llaman ´la morguecita´ porque no se pueden trasladar a la morgue de la ciudad por la contaminación que eso produce”, contó la periodista Jennifer Orozco a Espacio Público.
Orozco indica que estando en el sitio llegó un carro fúnebre con los cuerpos de los fallecidos. Tanto ella como la reportera gráfica Ángela Peroza; tomaron “cuatro o cinco fotos que no eran de cerca ni morbosas ni de detalles porque no nos queríamos acercar, (…) las fotos eran referenciales para nosotras. Hicimos una de lejos cuando estaban bajando a los tres cuerpos envueltos en sábanas”, agregó Orozco.
Cuando culminaban su labor, fueron abordadas por la comisario Eglis Muro junto a dos funcionarios; retuvieron a la fotógrafa por un brazo y Muro le exigió que le mostrara las fotos que había tomado porque ahí “ellas no podían estar”. En ese instante Orozco le preguntó a la funcionaria qué sucedía , ésta le indicó que debían enseñarle las gráficas hechas y que debían borrarlas.
La Comisario borró las fotos
Acto seguido, vio todas las fotos y ella misma las borró e inclusive eliminó del equipo fotográfico imágenes que nada tenían que ver con el hecho, y le pidió a uno de los efectivos que la acompañaban a que tomara los datos de ambas trabajadoras: nombre, apellido, y número de cédula de identidad; y solicitó que las reportaran en todos los grupos del Cicpc, con la amenaza de que si una de esas fotos sale al día siguiente en la prensa, tanto Orozco como Peraza, “asumirían las consecuencias”, asegurando que tomarían represalias contra ellas “por amarillistas”.
Orozco alegó que su trabajo no era “amarillista y que necesitaba sacar una foto del sitio” a lo que la funcionaria le espetó: “a mí no me importa que ustedes tengan que sacar eso; puedes tomar fotos del cementerio nacional si te da la gana pero de aquí no; no sea amarillista, a mí no me importa tu trabajo”.
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