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Del Discurso Político: El Común y el Dia D. Por José Cándido

Bancamiga

Entre la diversas maneras de matar la libertad, no hay ninguna para la república, que la impunidad del crimen o la proscripción de la virtud.

Transcurridos 60 días de encierro por la pandemia del viruschino, y el decreto de 30 días en cautiverio necesario y obligatorio; aunado a los 21 años del virus comunista y pandemia de oposición socialista, destrozando a nuestro país; los venezolanos nos preparamos para una transición necesaria, requerida, urguida, pertinente, vinculante, e inaplazable; como quiera que hemos padecido los embates del SXXI, en todas sus dimensiones de destrucción, luego de estos dos decenios, concebimos la transición, no sólo como un cambio, en la presidencia de la República; si no, el cambio, en toda la estructura política del país, el cual también incluye a los que durante 21 años han cohabitado con el gobierno, a cambio de prebendas sobre los bienes de los venezolanos; del tal modo que ello implica salir del gobierno comunista, pero también de la oposición socialista, que nos mantienen en opresión, y pasar a un Estado Liberal, de Derecho y Libertades en toda su extensión Democrática.

Lo que significa para los venezolanos, a pesar de la catástrofe política-económica y social, que nos han dejado, imbuidos en el hambre, la pobreza y la miseria colectiva; a una etapa de restauración nacional, de progreso, de prosperidad individual y colectiva, dejando atrás la mengua de los valores democráticos, a una etapa superior en plenitud de garantías para todos; de allí la trascendencia del esfuerzo común, que debemos realizar todos los factores de relevancia del país, como lo son nos guste o no, las fuerzas armadas, las iglesias, las organizaciones políticas y la sociedad civil, en lo adelante el COMÚN, incluso factores del gobierno, y la debida asistencia y vigilancia de la comunidad internacional, para la cooperación y la democratización del país, de eso se trata una transición, pacífica y democrática; se trata del desprendimiento de todos los factores, que intervienen en la vida política de la Nación, en beneficio de los supremos intereses del país; cuyo reacomodo político nos permitirá salir del lado oscuro que presenta el futuro de Venezuela, en un país sin libertades y sin ciudadanos conscientes de su rol, que de seguir la continuidad del régimen imperante, vamos rumbo al suicidio colectivo; por ello la apuesta a la estabilidad y gobernabilidad en el corto, mediano y largo plazo, mediante el proceso de transición y elecciones libres; que más temprano que tarde se dará en el país; por aquello de que la procesión va por dentro.

Es más fácil engañar a la gente, que convencerlos de que han sido engañados, ese es el karma del cual padecemos los venezolanos; que aun en las peores circunstancias en las que se encuentran, una parte de la población albergan la esperanza de que, el populismo estatismo del Narcogobierno, mediante los bonos de miseria y las bolsas del hambre, resolverá la severa crisis del país; otros se aferran a las ofertas engañosas de la oposición socialista, de que con diálogo con el gobierno comunista saldremos de esta catástrofe, cuando en realidad, uno de sus voceros hablan de que si Maduro dura 20 años en el poder, hay Guaidó para soportarlo durante ese tiempo de cohabitación; lo que demuestra, el acuerdo entre los elementos de la izquierda, la radical que representa al narcogobierno, donde sus voceros son prófugos de la justicia internacional; y la izquierda mesurada o la high que representa el establishment opositor socialista, donde sus voceros están en evidencia en cohabitación, negocios oscuros, robo a la ayuda humanitaria y reparto de las ganancias de Citgo y manómetros; de tal modo que la transición nos va a permitir salir, en el mediano y largo plazo, de todas estas carroñas comunistas y socialistas, pertenecientes todas al FORO de SAO PAULO, al Grupo de Puebla, todos bajo la dirección de las hienas de la Internacional Socialista; puesto que en el corto plazo difícilmente podamos el COMÚN, tener participación en ese acuerdo de transición, que permitirá un gobierno de corto plazo integrado por los 5 o 7 factores determinantes del país, encargados a su vez, de convocar a elecciones libres en tiempo perentorio, el cual llamo yo el día ¡D!, donde habrá la participación determinante del común.

Como el común, quienes tenemos la inmensa responsabilidad de impulsar la restauración del país y dejar atrás a ese estado fallido, dirigido por la empresa criminal, encabezada por delincuentes internacionales, prófugos de la justicia, que poco les importa la tranquilidad o la vida de los venezolanos; muestra de ello las dos situaciones de alarma y mortandad, que están ocurriendo en pleno desarrollo; el primero, lo ocurrido en Petare, Caracas, el barrio Jose Felix Ribas, el más grande de latinoamerica, donde los criminales llevan 5 días echando plomo, con explosiones e incendios y el gobierno ni mutis, con una población alrededor en estado de alarma y zozobra, cuando son baleados sus ventanas o paredes, hasta ahora se desconoce el saldo, de los allí fallecidos, o la situación en el estado Portuguesa, municipio Guanare, donde se produce un motín que hasta ahora hay un saldo de 60 muertos de la población carcelaria y 125 heridos entre presos y personal administrativo, siendo que dicho motín los comienza el pran, en represalia por la muerte de su primer lucero, unos días antes; realizó una amenaza y la cumplió, voy a realizar una limpieza de los desahuciados e inició la matanza; hubo el intento de dialogar por parte del director del penal y le asestaron dos heridas punzo penetrantes; con las muertes y heridos quedan en evidencia varias cosas, el sistema carcelario, colapsado y manejado por los propios delincuentes y un sistema de salud, que no cuenta ni con insumos, ni con camas para atender a los enfermos, los médicos pedían a los deudos cloro y desinfectante para limpiarle a su fallecido; aunado a esto, para sumarle al estado fallido, tanto en portuguesa como en carabobo se ha verificado el robo masivo de hasta 80 baterías, por asalto, a los vehículos que hacen largas colas hasta de 8 días para echar 20 litros de gasolina, que ajusta la escasez de ese derivado del petróleo; que a decir de los entendidos provienen de grupos de asalto dirigidos desde las cárceles del país; justamente allí el valor de la transición, para el común, una sociedad civil, que hemos padecido, todos los embates de la miseria humana impuestas desde el alto gobierno, ahora nos toca ser prudentes, pero contundentes en nuestra acciones colectivas, el cual nos permita articular entre el común, esa gran masa de hombres y mujeres que nos conlleve, mediente la accion electoral en el mediano plazo, dejar en la historia y el pasado a ese estado de criminalidad gubernamental; y a su vez, no guie a la puesta en marcha de un estado liberal de justicia y de derechos ciudadanos.

Es el día ¡D!; aun cuando fue un término utilizado por los militares aliados en la Segunda Guerra Mundial, en la denominada Operación Overlord, en las playas de Normandía, para acabar con la furia Nazi-alemán; el Día ¡D!, para los venezolanos representa, salir luego de la transición, mediante un acto electoral de la cofradía criminal del comunismo y socialismo al mismo tiempo, y al unísono, es una verdadera operación electoral democrática; previo a ello y en los días por venir, aun en secuestro, con el cuento de la cuarentena, nos toca un verdadero y encomiable trabajo de organización de base electoral, donde el común, debe imprimirle  dedicación, constancia, tiempo, intrepidez, arrojo, empatía, rectitud, justicia y sabiduría, a fin de que entre el común, podamos armonizar una fuerza política, liberal, Republicana que nos permita el laurel de la victoria electoral; para luego acometer y retomar nuestra gran industria petrolera, con nuestros profesionales calificados en el ramos para lograr la recuperación de nuestra industria, que según los expertos requiere una inversión de 170 mil millones de dólares, para petróleo y gas; implementar la restauración de la deuda pública de la nación implican otros 140 mil millones de dólares, lo que da un total para restaurar la deuda pública, que nos han dejado los comunistas saqueadores y sus socios socialistas de 310 mil millones de dólares, para el arranque inmediato del país; ello nos da una idea de las dimensiones de donde estamos y hacia donde vamos, por lo que no solo debemos traer nuestro capital humano regado por todo el mundo; sino también contar con la ayuda de la comunidad internacional, específicamente el G20 con su Plan Marshal a la venezolana.

Por concebido implica que la transición, nos llevará en lo inmediato al restablecimiento del Estado de Derecho, y a el COMÚN generar la confianza a la comunidad internacional, de la disposición, a echar andar el aparato productivo del país, a fin de que comiencen hacerse efectivos los planes de inversión, para la dotación de infraestructura, reorientar la institucionalidad y plasmar las reglas del juego democrático; el cual permita acometer el gran problema de la infraestructura eléctrica, como también recuperar, en manos de los doctos, en la materia, el sistema de administración de Justicia; y la recuperación territorial del país, hoy en manos de delincuentes, colectivos, guerrilleros, cuatreros, corruptos, terroristas y narcotraficantes, prófugos de la justicia internacional, hasta llevarnos al gran dia, al día ¡D!, al día en que enterraremos a comunistas y socialistas en una misma urna, la urna electoral, el cual permita para nuestra maltrecha Nación tener democracia liberal y Republicana por los próximos 300 años, y devolverle a Venezuela su sitial, el de una Gran Nación, al servicios de los supremos intereses de los ciudadanos.     

Dios y soberanía

MovCívicoRepublicanodVnla@gmail.com.

                     José Cándido

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