Aprovecho para agradecerle a La Fundación Cultural Latinoamericano de Oro (Funculatino), el anunció con beneplácito de mí nominacion formal al «Premio Intercontinental Latinoamericano de Oro como Defensor de Los Derechos Humanos 2021» , para la 93 entrega en el estado Carabobo de este famoso galardón presidido por el licenciado Luis Arnaldo Camejo Rojas; y el momento es oportuno para hacer una reflexión enmarcada en la defensa de los derechos que tienen los ciudadanos a la vida, vista la incertidumbre por la vacunación que ha alimentado la preocupación de varios sectores en un momento en el que la inmunización debe acelerarse para evitar el desastre.
La situación actual de la pandemia covid en Venezuela muestra cómo se han disparado las búsquedas de “oxígeno”, antibióticos, antialérgicos, durante el último mes. Los reportes oficiales muestran un aumento de casos, donde crecen las peticiones desesperadas de equipos para respirar y de camas de hospital, y por la multiplicación de las campañas de recaudación de fondos para ayudar a los enfermos a través de las redes sociales.
En las últimas tres semanas, los casos positivos de coronavirus han pasado de poco más de 700 a casi 1.800 diarios, el mayor número reportado en el país según ha advertido la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Así atraviesa Venezuela su segunda ola de contagios, de mayor expansión e impacto que la anterior, en un escenario de crisis política, social y económica que complica el panorama y pone difícil el arranque de la vacunación.
Este año, los actores políticos de Venezuela volvieron a sentarse en una mesa con un solo objetivo: elaborar un plan único para la vacunación masiva y lograr el acceso al mecanismo Covax de la OPS, pese a las deudas que el país acumula desde 2017 con algunos de sus fondos. El organismo multilateral reservó entre 1,4 a 2,4 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca para Venezuela.
La mayoría de los países de la región ha iniciado sus planes de vacunación, unos con demoras, otros a más velocidad. A Venezuela han llegado apenas 750.000 dosis (500.000 de la China de Sinopharm y 250.000 de la rusa Sputnik V), para apenas el 1,3% de la población. Solo el personal sanitario requiere un millón.
Como Defensor de los Derechos Humanos solicitó respetuosamente a los actores políticos de Venezuela respetar las condiciones de lo acordado con el protocolo Covax de la OPS, y que el plan de vacunación responda a criterios técnicos, epidemiológicos y que la distribución sea neutral, creando masivos centros de aplicación de la vacuna a lo largo y ancho del territorio nacional.
Como Presidente de Fundación Cerro Bolívar ofrezco la logística de transporte para apoyar la campaña de vacunación en el Sur del estado Anzoátegui y el estado Bolívar.
Dr. Luis Augusto Domingos Dos Santos
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