Desde que se anunció el FIN del TPS y PAROL, y que el programa TPS no sería renovado y que el parole sería revocado, varios sectores económicos en esta ciudad, que forma parte del área metropolitana de Miami, han comenzado a sufrir pérdidas
A tres semanas del vencimiento del TPS para venezolanos, beneficio migratorio que protege a 348.000 de estos nacionales, Doral, la ciudad con mayor concentración de migrantes de ese país en Estados Unidos, ha comenzado a sufrir las consecuencias. Esto es, de acuerdo a opinión de políticos, empresarios y residentes.
Conocida como «Doralzuela», la ciudad situada al noroeste de Miami alberga a más de 84.000 residentes. De estos, más de 40% tienen raíces en Venezuela.
Doral, incorporada como ciudad en 2003, se ha convertido en un importante polo económico dentro del área metropolitana de Miami-Dade. Además de ser sede de empresas clave como Telemundo, Univision, CarnivalyAvianca, la ciudad ha crecido gracias a la inversión de inmigrantes, en su mayoría venezolanos.
«Gran parte de nuestra comunidad venezolana tiene TPS. Muchos son dueños de negocios. Otros son trabajadores que han desempeñado un papel crucial en mantener nuestra economía en auge», expresó el concejal Rafael Pineyro, nacido en Caracas. Esto, de acuerdo a nota de El Nacional.
Una ciudad con una economía en riesgo
Según el American Immigration Council, la decisión de otorgar TPS a un país depende del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Este evalúa la situación en cada nación afectada. En el caso de Venezuela, el programa fue aprobado en 2021 debido a la crisis política y humanitaria. A pesar de ser una protección temporal, muchos beneficiarios han vivido en Estados Unidos por años y han construido una vida estable en el país.

Doral, según la Alcaldía, alberga ciudadanos de 18 países; sin embargo, «en cada empresa, en cada negocio, se encuentran empleados venezolanos. Muchos trabajan legalmente gracias a las dos medidas del TPS», indicó Pineyro. El TPS, otorgado a dos grupos de venezolanos desde 2021 (hay un segundo que se vence en septiembre), «permitió a muchos en la comunidad contraer vínculos financieros como la compra de vehículos y hasta hipotecas», agregó el concejal.
El temor a lo que sucederá a partir del 7 de abril, cuando se vence el primer TPS, por órdenes del gobierno de Donald Trump, se siente en cada rincón de Doral.
«La gente ya se ha empezado a esconder y a ahorrar. Tengo muchos amigos con TPS que se están preparando para funcionar como indocumentados«, contó un vendedor de un concesionario de autos. Al igual que otros entrevistados, pidió que no se revelara su nombre.
Reveló que su empresa ha registrado la devolución de 162 vehículos en las últimas semanas. «Los habían sacado para trabajar en negocios de repartición de comida o de productos de supermercados. También para ser choferes de Uber y Lyft, pero tienen miedo que eso los haga más vulnerables si hay redadas de deportación», señaló.
El icónico restaurante El Arepazo, considerado el epicentro de los venezolanos en la zona, ha visto reducida su clientela. «Nunca lo he visto así. Acá había que hacer cola (fila) todo el tiempo, más a la hora del almuerzo», contó un solitario comensal.
El concejal Pineyro indicó que aun cuando la iniciativa postergue el fin del TPS, sería una solución temporal. «Nuestra meta como comunidad es crear una solución permanente para los venezolanos, y los inmigrantes de bien, sean donde sean, que sigan beneficiando a sus comunidades y a todo el país», subrayó.
Incertidumbre y temor en la comunidad

Muchas personas venezolanas sin documentos temen ser deportadas ante el endurecimiento de las políticas migratorias. (REUTERS/Leonardo Fernandez Viloria)
A medida que se acerca la fecha límite, el miedo a deportaciones y redadas ha llevado a muchos a cambiar su comportamiento. “La gente ya ha empezado a esconderse y a ahorrar”, relató un trabajador a EFE. Algunos optan por limitar sus interacciones en público, mientras que otros han comenzado a autodeportarse.
El presidente de la Cámara de Comercio de Doral, Manny Sarmiento, advirtió que los efectos reales del fin del TPS se verán en los próximos meses. “El verdadero daño lo veremos a lo largo del año. Esto ocurrirá cuando se sepa quiénes se fueron, quiénes decidieron quedarse y qué medidas tomará el gobierno”, indicó a EFE.
En un intento por frenar la decisión, varias organizaciones han presentado una demanda ante un tribunal federal en Boston, argumentando que la aceleración del fin del TPS podría estar motivada por prejuicios raciales y violar la Quinta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos. No obstante, incluso si la demanda prospera, el concejal Pineyro reconoce que solo sería una solución temporal.
Con información de El Venezolano e Infobae
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