Especialistas advierten que las bombonas de gas licuado que se usan para el uso doméstico no están diseñadas para resistir la presión de los sistemas de gas natural vehícular
Varios heridos hubo en las últimas semanas tras la explosión que generó la nueva modalidad para hacer rodar los vehículos varados por falta de gasolina: la instalación de bombonas de gas doméstico.
Recientemente, en la ciudad de Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, hubo una explosión en un vehículo modelo Toyata Starlet, luego de una fuga de una bombona de gas de uso doméstico que el propietario del automóvil había adaptado como combustible alternativo.
El director de Protección Civil Sotillo, Jonny Sánchez, informó que en el incidente el conductor del vehículo sufrió lesiones en el cráneo y daños en otra camioneta que se encontraba en la cola para surtir combustible en una estación de servicio.
El conductor, identificado como Hernán López de 24 años de edad, junto a su padre habría elaborado la instalación de la bombona de gas no permisada, según reportó el diario El Tiempo.
Aunque muchos venezolanos han tenido ingenio para sortear las dificultades que ocurren en el país, esta vez han olvidado los peligros que representa adaptar bombonas de gas doméstico en sus vehículos.
Especialistas advierten que las bombonas de gas licuado que se usan para el uso doméstico no están diseñadas para resistir la presión de los sistemas de gas natural vehicular; pero también se alerta que por modificar las condiciones de seguridad y de fabricación de los vehículos, los propietarios pueden ser objeto de sanciones.
El ingeniero Diego González, director del portal Petroleum, explica que llenar la bombona de gas doméstico que usa gas propano con cualquier otro tipo de hidocarburo gaseoso, acarrea principalmente riesgos de explosión y posibles incendios.
«Cargar una bombona de gas doméstico con el gas metano es una locura porque este gas está a muchísima más alta presión de lo que esas bombonas pueden soportar, es por ello que explotan y se incendian», indica.
Recordó que existen dos tipos de hidrocarburos gaseosos que se utilizan para los vehículos, autobuses y camiones. Uno es el Gas Natural Licuado (GNL) cuya composición es principalmente metano (90%), es decir, es un gas natural en estado líquido como el que se utiliza en los yesqueros, por ejemplo. Y el segundo, es el Gas Natural Comprimido (GNC) que consiste en utilizar gas almacenado a temperatura ambiente a altas presiones.
Como se recordará, en Venezuela se inició en el año 2006 el plan para implementar el uso de gas natural para vehículos de manera dual en los autos nuevos que se ensamblaran en el país, para lo cual se adaptaron estaciones de servicio para el suministro de este combustible En 2009 se trató de relanzar el programa a través del Plan Autogas, en la cual se estableció como obligatorio su uso en vehículos oficiales.
Desde sus inicios, el plan no fue efectivo por varios factores, los chóferes o taxistas (a quienes el plan fue principalmente dirigido) se quejaban de la perdida de potencia de sus vehículos, al tiempo que el bajo precio de la gasolina no incentivaba el uso del GNV. Muchos conductores optaron entonces por eliminar los cilindros ubicados en las maletas de los carros para contar con más espacio.
En relación al Gas Licuado del Petróleo (GLP), también llamado gas de bombona, gas licuado o propano. Esta compuesto mayormente por 90% propano y butano. Generalmente se distribuye en bombonas portátiles. Para lugares donde no llega el gas natural o por tuberías a los hogares se puede instalar una bombona de mayor tamaño para surtir todo un edificio o para un conjunto residencial.
Pero cuando hasta una cocina doméstica lleva empacaduras y tuberías de metales nobles, con los carros se pretende lograr algo mucho más ambicioso, utilizando materiales comunes como mangueras de goma y bombonas viejas de gas, una receta garantizada para el desastre.
«La bombona del GNV, si está preparada para ello, es un cilindro especial y su adaptación debe hacerlo un mecánico. El carro que recibía GNV puede tener aún las conexiones pero no puede colocar una bombona de gas doméstico, tiene que volver a conseguir esa bombona de GNV e instalarla. Repito, son para dos fines totalmente distintos», apunta el ingeniero González.
El presidente de la Cámara Nacional de Talleres Mecánicos (Canatame), Gino Fileri, alerta sobre la práctica de colocar bombonas de gas doméstico en los vehículos sin los protocolos, normas legales ni técnicas, que ponen en riesgo la vida de los conductores y de los transeúntes.
«Esto es muy delicado y la explicación es muy sencilla. La bombona de gas natural para vehículos no es la misma que el cilindro que se usa para el uso doméstico, ya que las presiones son totalmente diferentes. La bombona que se utiliza para los vehículos no puede llevar costuras (uniones o soldaduras, es forjado en una sola pieza), mientras que la de uso doméstico si puede tener costuras porque tiene menos presión», aclara.
En Maracaibo, estado Zulia, también se han observado las adaptaciones de vehículos a sistemas de suministro por gas doméstico ante la falta de combustible en el país. Un reporte de la agencia de noticias EFE cuenta la historia de Alfredo González, de 58 años, que declaraba con orgullo cómo se las ingenió para adaptar un sencillo pero peligroso invento de ingeniería doméstica.
«Yo le hice un sistema seguro (…) La bombona está bien puesta afuera, en el exterior del carro y tiene un sistema para evitar fugas. Hice un trabajo a la perfección, trabaja igual que la gasolina. Creo que es un trabajo seguro para podernos defender, porque con esta pandemia y este problema sin combustible tenemos que hacer algo para llevar el sustento al hogar», prosigue, antes de matizar que quizás, el sistema necesite de «algunas correcciones».
Y no es para menos, se espera que el señor González en Maracaibo haya podido conocer la información de que al día siguiente del incidente del Toyota en Puerto la Cruz, ocurrió una segunda explosión en un vehículo de trasporte público en el antiguo Puente La Volca de Barcelona, también en Anzoátegui. Mientras que nueve vehículos y 11 bombonas de gas doméstico fueron retenidos por funcionarios de la Policía Municipal de Anaco, también en Anzoátegui, al verificar que los cilindros eran utilizados en el sistema automotor, por lo que los conductores fueron sancionados de acuerdo a la Ley de Tránsito Terrestre.
Sanciones previstas en la ley:
Artículo 169.- Serán sancionados con multas de diez unidades tributarias (10 U.T.), quienes incurran en las siguientes infracciones: Numeral 21. Los propietarios o conductores que modifiquen o alteren los elementos y condiciones de seguridad de fabricación de los vehículos, sin la autorización correspondiente.
Artículo 181.- Se procederá a la retención de los vehículos por parte de las autoridades competentes del transporte terrestre del territorio nacional, en sus respectivas circunscripciones, cuando se verifiquen los siguientes supuestos: Numeral 1. Cuando el vehículo circule en condiciones evidentes de inseguridad y mal funcionamiento.
Fuente: TalCualDigital.com
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