Faltan pocos días para que se enfrenten los candidatos a presidente. El camino hacia la victoria es duro para los dos. Desde el punto de vista astral hay evidencias de un posible retraso en conocer el resultado.
Al igual que Donald Trump, Joe Biden tiene una concentración de energías, pero en el intenso e ingenioso signo de Escorpión, en su área del karma y del subconsciente colectivo.
El Sol en Escorpión posee la capacidad innata de cavar debajo de la superficie y cortar directamente en el núcleo. Hay una curiosidad sobre el funcionamiento interno de las cosas y la determinación de completar proyectos. Como un perro aferrado a su hueso, es implacable y no se rendirá por muy muerta que esté su presa. Mercurio en Escorpio puede golpear verbalmente el clavo en la cabeza e inmovilizar fácilmente con su aguijón. Júpiter, el regente de su ascendente, en armonía a esta reunión planetaria, le otorga posibilidad de suerte, estando en el lugar correcto, en el momento adecuado. Su ascendente es Sagitario, reflejando su naturaleza jovial y optimista, y su voluntad de asumir cuestiones más grandes que la vida. Las debilidades de Sagitario consisten en ser demasiado extendido, ingenuo y crédulo.
Aunque pueda parecer contraintuitivo para un líder tener planetas en el área de las cosas ocultas, realmente esta no es una posición poco común para los presidentes recientes (George W. Bush y Lyndon B. Johnson lo tenían). Esta zona es comúnmente conocida como la casa de la prisión y “detrás de las escenas”, tiene una fuerte correlación con una sensación de ser llevado espiritualmente a actuar. Hay una tendencia a ser reflexivo con esta configuración, y con todos estos planetas en Escorpión, gobernados por Plutón, Biden puede tener la ventaja de un enfoque estratégico. Otra faceta de esta área es la noción de sufrimiento y la capacidad resultante de tener empatía hacia los demás. Después de haber pasado por sus propias pérdidas, incluyendo la pérdida de su primera esposa e hija, y luego su hijo Beau por cáncer cerebral, posee una amplia capacidad para ponerse en el lugar de los demás.
La Luna de Biden está súper cómoda en el lento, pero seguro signo de Tauro, conocido por ser confiable, persistente y conservador. La Luna está en un área que lo hace sentir a gusto en el escenario y en el papel de director.
El Nodo Norte de Biden se encuentra en una posición que funciona mejor cuando se centra en asuntos exteriores, educación superior, transporte de larga distancia y asuntos legales. Júpiter y Plutón en Cáncer en el área de lo oculto traen una curiosidad por lo invisible y una inclinación en la protección de los hogares y las familias.
El mismo lote de planetas en Capricornio que crea numerosos aspectos desafiantes a la carta de Donald Trump está en armonía a los planetas natales de Biden en Escorpio cerca del dia de las elecciones.
Sugiere que hay oportunidades que puede utilizar si es consciente y actúa sobre ellas en consecuencia. Sin embargo, este grupo también se opone al Júpiter natal de Biden, creando una gran tensión y un escenario de “estira y encoje”. Saturno está retrocediendo un poco, suavizando ligeramente los factores de estrés. Urano está en tensión a su Plutón natal, sugiriendo un cambio radical en las áreas de control. Curiosamente, en el momento de las elecciones, Marte, el planeta de la competencia, no juega un papel significativo para ninguno de sus planetas natales, pero está en armonía a su Sol progresado en Acuario, pudiera utilizar esta influencia a su favor si opta por un mensaje humanitario. Mercurio hace un aspecto tirante a su Mercurio natal, sugiriendo un potencial de difusión problemática de los datos.
El hecho de que el planeta regente de Biden, Plutón, esté esencialmente en armonía a todos los planetas natales en Escorpión a lo largo de la campaña y en fraternidad a su Mercurio natal cuanto más nos acercamos a las elecciones, implica una resiliencia sustancial, una capacidad para utilizar recursos ocultos y puede reflejar el hecho de que ha estado “haciendo campaña fuera de su zona”.
El planeta Júpiter, que tarda 12 años en dar la vuelta alrededor del zodíaco, estará a 7 grados de Acuario en el Día de la Inauguración 2021, a solo 4 grados de donde se colocó el Día de la Inauguración 2009. Saturno tiene una relación beneficiosa al ascendente natal de Biden y Plutón una tensa a su Júpiter natal y su Mercurio progresado. Este último sugiere una transformación de su título y el primero sugiere un posible renacimiento de su personaje.
Astrológicamente hablando el planeta Marte está funcionando favorablemente al ascendente de Trump. Si Trump gana, este resultado mostraría el apoyo de su base. Sin embargo, la relación entre Neptuno y la Luna están subrayando decepción y erosión. Además, la posición del Sol podría sugerir que el impacto financiero de la pandemia podría ser su perdición. Si Trump gana, la presencia de planetas en Piscis en su Retorno Solar en su área de los asuntos exteriores constata que estos serán un foco importante en su segundo mandato. Si pierde, esta configuración sugiere que Trump podría cambiar de dirección a la publicación, radiodifusión o marketing.
Las configuraciones del Retorno Solar de Biden sugieren que tiene nivel de comodidad con el público, así como la capacidad de competir eficazmente. La relación entre la Luna y Urano es un buen augurio para un cambio en su puesto de trabajo. Mercurio, el regente de su área de la carrera, juntamente con Neptuno, sugiere un apoyo político favorable y su capacidad para transmitir un mensaje resonante de empatía. Además, su conjunción natal Urano-Saturno se encuentra cerca del área de la profesión en el Retorno Solar, sugiriendo un cambio radical en su estatus, así como responsabilidades adicionales.
La conclusión aquí es que el camino hacia la victoria es una subida mucho más empinada para Trump que para Biden. Aunque el camino hacia el triunfo para Biden es más fácil, eso no implica necesariamente una victoria para él. Debe ser prudente porque, aunque parezca tener el éxito en su mano, no puede darlo por sentado. Tendrá que aprovechar al máximo las oportunidades que se le presenten.
Mercurio se empieza a mover directo exactamente el día de las elecciones saliendo de su movimiento retrógrado. La última vez que tuvimos una elección presidencial el día en que Mercurio fue directo en Libra fue el 7 de noviembre de 2000. Mercurio fue directo esa noche a las 9:28 p.m. y ese fue el año en que las elecciones fueron a la Corte Suprema y finalmente se decidió a favor de George W. Bush. Es muy probable que la pandemia del COVID-19 afecte las elecciones con la posibilidad de que haya más boletas por correo, por lo que no será extraño si hay un retraso en el escrutinio de votos y el anuncio del resultado. Además de esta mezcla, Trump ha declarado que no hay garantía de que acepte el resultado de la elección, citando la posibilidad de fraude por correo o fraude electoral en general.
La evidencia adicional de un posible retraso en conocer el resultado de esta elección presidencial se puede ver a través de los tránsitos a la carta natal de la nación. Mercurio en esta carta se encuentra en Cáncer, por lo que a medida que Mercurio se mueva directamente el día de las elecciones, estará creando un aspecto tenso al Mercurio natal del país. A las 8:20 a.m. del 7 de noviembre, Mercurio en relación armónica a la Luna natal de la nación, sugiere que debería haber una decisión clara en cuanto al resultado para entonces.
Astróloga e instructora espiritual que ejerce en Miami. Contacto: 305-842-9117, astralrain29@gmail.com; Facebook: Rubi Astrologa; Instagram: alinarubiastrology; www.esoterismomagia.com.
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