Como el ejército plegiano, el venezolano está compuesto en su mayoría por personajes oscuros: truhanes, bárbaros, criminales y ladrones.
La institución militar formada en democracia fue destartalada y sus valiosos integrantes están fuera de su país, o presos y perseguidos por la dinastía del Samán de Güere, un árbol seco y nauseabundo, por el aire sombrío de esta catarva indecente, que pisoteó los ideales del Libertador.
Con excepciones -vaya usted a saber-, este generalato, que tiene el doble de integrantes del ejército de EEUU, son una tribu de miserables morales, que se enriquecen con el hambre del pueblo. Son los encargados de la distribución de alimentos, en un país hambriento.
Son eficaces repartidores, por un lado, de miseria y por el otro de la droga El denominado “cártel de los soles”, tomó los cuarteles para almacenar cocaína y después trasladarla en convoyes militares, conducidos por aurigas del tirano a los puertos y aeropuertos, en viaje global a la perdición de la juventud del siglo XXI.
Estos rufianes mantienen en condiciones infrahumanas a la oficialidad y la tropa, que, como el resto de los venezolanos, han comenzado a huir de aquel paisaje horrible y desolado que es hoy nuestro país.
Los bribones del generalato ocupan la mayoría de los ministerios, los gobiernos estatales y controlan las fronteras para el paso libre de la droga.
En un texto publicado en Santiago de Chile en diciembre 2020, titulado “desafíos para la seguridad y defensa en el Continente Americano 2020-2030”, los editores Griffiths y Toro, recogen el gran reto de las Fuerzas Armadas del continente, en el desarrollo y nuevos escenarios en las agendas para su defensa y soberanía.
Las conclusiones sobre Venezuela son escalofriantes, presentadas por los investigadores Joseph Humire Y José Gustavo Arocha.
Las Fuerzas Armadas Venezolanas son el centro logístico de las redes ilícitas dentro y fuera del país.
Han sido financiados y equipados para fines perversos por Rusia, China e Irán. Rusia han vendido USD$1.4 billones en equipos y China USD$ 700 millones aproximadamente. Además de adoctrinamiento y seguimiento, contrainteligencia, ejercida en el terreno principalmente por militares cubanos.
Todos estos oficiales extranjeros están en los puestos de mandos y usan uniformes venezolanos.
Se encargan directamente del saqueo al arco minero, cuyas riquezas trasladan en sus aviones de combate.
Estos agentes terroristas ejercen el monitoreo aeroespacial desde la base militar “Capitán Manuel Ríos”, en el estado Guárico.
Del apoyo al crimen internacional se encargan los iraníes, operando la línea aérea de la Guardia revolucionaria, Mahan Air.
Este oscuro tablero mantiene en jaque las democracias del continente. Comprobado todo este gigantesco movimiento financiero es justo preguntarse: ¿Cómo se negocia con una supra mafia de presencia multinacional?
Es interesante discutirlo y si alguien cree en esta posibilidad debe valorarse, escucharla y analizarla.
P.D. Un grupo de respetables venezolanos ha presentado un documento titulado: “Volver al voto”. Es bueno leerlo y también analizarlo.
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