“No todos han reaccionado bien a la inmigracion. Hay compatriotas que atribuyen el sentirse desplazados o interiormente humillados por la presencia de los caribeños”. Eduardo Gastelumendi
Escribir cartas, una costumbre cada día más en desuso en nuestra sociedad, se mantiene como una formalidad para dirigir peticiones a autoridades gubernamentales, un derecho establecido en nuestra Constitución y en otras cartas fundamentales alrededor del mundo. En la maravillosa obra de Gabriel García Márquez, “El Coronel no tiene quien le escriba”, se narra la historia de un hombre de buena fe y bastante ingenuo que espera durante 15 años recibir su carta de jubilación y, con ella, la pensión que cambiaría su fortuna.
Esta obra refleja la inconformidad con un sistema gubernamental que procrastina la respuesta esperada, lo que finalmente se traduce en resignación y pérdida de esperanza. Esta triste realidad es compartida por muchas personas que escriben a las autoridades gubernamentales y no reciben repuesta.
Un ejemplo notable es de Fidel Castro, quien a los 12 años escribió una carta al entonces presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt. Aunque La Habana niegue este hecho, la epístola figura en registros históricos, donde consta la inexistencia de respuesta a la misma. También hay cartas que han sacudido al mundo, como las cartas del Apóstol Pablo, inspiradas por el Espíritu Santo. Hoy, con esperanza, le escribo esta carta a usted, presidente Donald Trump, que en su primer periodo de gobierno le dio un trato especial a todos los venezolanos que emigraron a Estados Unidos.
Al comienzo de su segundo mandato, usted puso fin al programa de parole humanitario, el cual otorgaba dos años de estancia legal en Estados Unidos a venezolanos, nicaragüenses y haitianos.
Entiendo que esta medida forma parte de una orden ejecutiva llamada “Asegurar Nuestras Fronteras” (traducción libre), que establece diversas acciones para detener la migración irregular a Estados Unidos. Es pertinente recordarle que, hasta diciembre de 2024, unas 531.690 personas habían llegado a su país bajo este programa y que el éxodo de venezolanos ha sido sin precedentes en toda la región de América Latina, el Caribe y más allende los mares. En diciembre de 2024, más de 7,89 millones de venezolanos se encontraban fuera del país, siendo el segundo mayor desplazamiento del mundo.
Los países vecinos han respondido a esta situación de movilidad humana con solidaridad y hospitalidad, manteniendo en gran medida las puertas abiertas para los migrantes y refugiados de Venezuela, como espero pueda hacerlo presidente Trump, pese a que estaría determinado a cerrar esas puertas y deportar a un significativo número de paisanos.
Sabemos que una de las promesas electoral de usted es acabar con el Tren de Aragua, algo que celebramos, porque es la estructura criminal más poderosa de Venezuela y el único grupo local que ha logrado afianzarse en el extranjero.
Esta organización dejó de ser una pandilla carcelaria confinada en el estado Aragua para convertirse en una amenaza trasnacional con un amplio prontuario criminal, que se ha entendido por el continente americano.
Entre los millones de personas que han salido del país y se ven afectados por la deplorable imagen irradiada por el Tren de Aragua, se encuentran aproximadamente 1.300.000 profesionales universitarios, incluyendo médicos, comunicadores sociales, administradores, publicistas y mercadólogos.
Estos profesionales han llevado consigo su talento y conocimientos, contribuyendo al desarrollo de las sociedades que los han acogido, de manera especial a la sociedad estadounidense, donde varios de esos profesionales se han hecho con importantes galardones por su meritorio desempeño profesional, igualmente aquellos que sin ejercer su profesión en suelo americano contribuyen en otras áreas de la economía del coloso del norte y que se han hecho merecedores de un trato justo en materia migratoria.
En esta carta dirigida a usted, presidente Donald Trump, le hago un llamado a la búsqueda de alternativas a la crisis migratoria a través de un corredor humanitario, para una migración ordenada y segura para los venezolanos. Muchos integrantes de su Administración conocen la situación en Venezuela, y por eso llamo a la reflexión. La creación de corredores humanitarios podría proporcionar una solución temporal y segura para aquellos que buscan refugio.
Además, es fundamental considerar otras acciones que puedan implementarse en favor de los venezolanos que han emigrado a los Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida.
na de estas acciones es la implementación de programas de apoyo legal y comunitario, como los ofrecidos por organizaciones no gubernamentales como Venezuela and Immigrants Aids (VIA), que brindan orientación y asistencia a los migrantes venezolanos en su proceso de adaptación y empoderamiento.
Otra medida importante sería la extensión y fortalecimiento del Estatus de Protección Temporal (TPS) para los venezolanos, permitiéndoles residir y trabajar legalmente en los Estado Unidos mientras la situación en nuestro país mejora y, en ese sentido, la Administración Trump tendría a mano los recursos para que en Venezuela mejore la crítica situación que estamos padeciendo.
Termino esta carta con una reflexión inspirada en el último discurso del Pastor Evangélico Martin Luther King, conocido como “La cima de la montaña”.
En su discurso, King dijo: “Dios me ha permitido llegar a la cima de la montaña. He mirado desde allí y he visto la tierra prometida. Pero es posible que no llegue allí con vosotros”. Estas palabras, pronunciada horas antes de su trágica muerte, nos recuerdan la importancia de la esperanza y la lucha por un futuro mejor.
Por eso, señor presidente Trump, le pido encarecidamente que siga muy de cerca la situación de los migrantes venezolanos en suelo estadounidense y que considere la implementación de medidas adicionales para apoyarlos, lo cual marcaría una diferencia significativa en la vida de miles de venezolanos que buscan un futuro mejor. Su liderazgo y compromiso pueden generar un cambio positivo tanto para los migrantes como para la situación en Venezuela.
Cualquier información o sugerencia por robertveraz@hotmail.com robertveraz@gmail.com grsndz629@gmail.com o bien por mí teléfono 0414-071-6704 y 04141574645. Además pueden leer esta columna en mí página Web: https://robertveraz4.webnode.es/ y sigan mis comentarios y opiniones por @robertveraz en twitter e Instagram. Pueden ver mis videos en YouTube: Tips de @robertveraz. ¡Hasta la próxima semana, Dios bendiga a Venezuela!
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